Tras el torneo de este año en Valladolid, marcado por las inclemencias meteorológicas que se dieron, se ha abierto un debate. Hay gente a la que le sigue encantando el clásico pádel al aire libre y gente que lo prefiere bajo techo. Digo clásico porque no hay que olvidar que este deporte se creó en los jardines de un hotel en Acapulco entre vegetación. La versión en interior del pádel tiene menos de veinte años, al menos a nivel popular en este país.
Como todo, ambas modalidades tienen sus pros y contras.
Jugando a nivel amateur
Para la práctica de los aficionados todo depende de qué se busque en un rato de pádel. Si se organiza un partido por el juego en sí, para competir con otros partícipes de las delicias de este deporte, el indoor proporciona una versión limpia de condicionantes. No hay viento ni molesta el sol, así que todo depende de las habilidades de cada uno. La aparición de la lluvia no impide su práctica, con lo que te aseguras tu partido.
Si la práctica de este deporte se hace como eso, practicar un deporte, siempre es más saludable hacerlo al aire libre. En días soleados se convierte en algo realmente agradable. Cuando la climatología es adversa condiciona mucho el juego y su disfrute, pero sigue siendo un deporte y eso es lo más importante. Las condiciones outdoor, además, igualan mucho los niveles así que los partidos suelen estar más disputados y resultar más inciertos. Las condiciones de juego fuera son más complicadas, con lo que habituarse a jugar en indoor es más sencillo que al contrario.
Para una escuela
Aquí también depende de si se quiere asistir a clases por su lado social o para mejorar hasta un nivel de competición.
Para aprovechar el aspecto social de una escuela de pádel es mejor al aire libre. La experiencia es más tranquila, debido a la ausencia de ecos constantes de los sonidos de las pistas adyacentes, tanto para los alumnos como para el monitor. Esto hace que todo fluya de manera más relajada y eso es positivo para todos. Tiene como pega que en ciertas épocas, por el clima, es más complicado conseguir regularidad en la práctica, pero para divertirse no hay prisa, y siempre hay otros deportes que sí se pueden practicar en ese momento.
Para quien asista a clases y entrenamientos para alcanzar su máximo nivel y competir, desde luego lo desarrollará mejor en indoor.
Tendrá la regularidad de entrenos que desee sin impedimentos externos.
Las clases no son tan relajadas pero es posible que el mismo estrés que crean los lugares cerrados sea positivo para mantener la actividad y atención constantes.
Como espectador de pádel profesional
Aquí depende mucho de si es una retransmisión por streaming o por televisión, o la asistencia a unas instalaciones deportivas.
Para verlo desde casa no importa mucho si el torneo es indoor o outdoor pero hay matices.
El indoor te asegura unos partidos en los que no habrá grandes sorpresas, así que verás los mismos enfrentamientos de siempre entre las mismas parejas de siempre. Eso sí, el juego será espectacular.
El aspecto del pabellón aportará o no, ese plus estético a la retransmisión.
El outdoor deslucirá un poco el juego pero le dará la emoción y la incertidumbre que casi no tienes en interior.
La estética del juego en exteriores no tiene nada que ver con este deporte en pabellón. Las imágenes que se aprecian en las competiciones al aire libre, tienen una belleza mucho mayor, parecen más elegantes y plásticas, transmiten espectacularidad. Esto es lo que aporta el pádel outdoor en una retransmisión.
En vivo, sucede algo similar a cuando lo ves desde casa, pero con una valoración más. Marca la diferencia, en este caso, si ves más importante el disfrutar del aire libre que el juego en sí. Siendo honestos, la diferencia de juego no es tan grande si la meteorología acompaña. Así que a quien le guste que le dé el aire y el sol unas horas, preferirá siempre esta modalidad.
Para la organización de un evento
En este caso, en según que zonas geográficas, simplifica mucho la organización hacer el evento en indoor. Será más sencillo cumplir con el calendario de rondas, tan complicado sobre todo en torneos amateur. No tener que contar con los condicionantes climáticos es un alivio. Eso sí, en zonas con buen clima el evento al aire libre queda mucho más vistoso. Hay muchos clubes outdoor atractivos en este país y son pocos los indoor que muestren cierto encanto.
Como hemos visto es cuestión de gustos. Aunque haya algunos jugadores profesionales que ya se han posicionado diciendo que el pádel es un juego indoor, la versión outdoor originaria no va a desaparecer. El Máster de Valladolid es el más claro ejemplo de lo espectacular que puede resultar un torneo a cielo abierto. Además, mientras un emplazamiento como su Plaza Mayor pueda dar ese plus estético y ambiental a los torneos outdoor, estos seguirán existiendo.
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