Inmersos ya en la época de buenos deseos e ilusiones, de objetivos y propósitos a cumplir en el nuevo año, no estaría de más pedir una reflexión más profunda sobre el papel de los grandes medios de comunicación con respecto al deporte, o mejor dicho, con respecto a todas las disciplinas deportivas.
Deporte ≠ fútbol
Haciendo un repaso generalizado por la prensa deportiva a nivel nacional, se puede apreciar como la mayoría de los diarios escritos dedican gran parte de sus páginas al fútbol, algunas al baloncesto, y al resto de los deportes, generalmente los aglutinan en las secciones “polideportivo” y “motor”. ¿Pudiera ser que estamos pervirtiendo el concepto de deporte atendiendo a cuestiones puramente económicas?
Si se realizara otro estudio paralelo y pormenorizado de los programas deportivos radiofónicos daría el mismo resultado. En casi todas las emisoras, el fútbol se lleva gran parte de la atención. Gracias al directo, pueden hacer entrevistas sobre la marcha a deportistas que hayan logrado algún éxito inmediato, e incluso ya en las entradillas, suelen ofrecer el titular, pero después, dependiendo de la importancia del personaje, ahí se queda.
Oportunidad perdida en la información deportiva
Oportunidad para dar a entender y publicitar ese deporte, dar la posibilidad a oyentes y lectores de conocer más sobre esa disciplina, y seguro que, en algún caso, de obtener réditos en forma de nuevos y nuevas deportistas. ¿Por qué no montar “sanedrines”, “tertulias” o “comités de expertos”, o como los quieran llamar, sobre esos deportes, y dedicarles más de los cinco o diez minutos que normalmente destinan? ¿O dedicarles más de las dos o tres páginas que les entregan en papel?
La excusa utilizada para esta marginación (por no hablar de las portadas y las odiosas comparaciones que se pueden observar en las redes sociales con medios de otros países), suele ser el interés del público: que en este país lo que más vende es el fútbol. Y es un argumento que se puede dar por válido, pero al mismo tiempo, ¿y si se propusieran hacer una labor de formación y concienciación, engatusar al público haciendo guiños a esos deportes que no tienen tanta repercusión mediática?
Para ejemplo, un botón
Hace algunas semanas finalizó el Mundial de Balonmano Femenino, que además se ha organizado en nuestro país, en España, y con mucho éxito, por cierto. Sin embargo, ¿alguien ha visto algún extra o suplemento sobre todas las selecciones participantes? ¿Alguien sabe, más allá de los y las entusiastas seguidores y seguidoras de este apasionante deporte, en qué equipo juegan cada una de las jugadoras que han tomado parte en este campeonato? Ahí están los detalles, los que marcan la diferencia.
Aunque, por otro lado, habría que abordar el papel del público receptor. Porque de nada vale quejarse de este problema, si cuando el diario o el programa en cuestión hace una portada o un especial sobre tal o cual deporte, no se paga por ello. También hay que comprender que estamos en un mercado, que son empresas privadas, y que deben obtener beneficios.
Propósito de la enmienda
Por tanto, como deseo para este nuevo año 2022 que ya se nos viene encima, se debería soñar con una prensa deportiva más “deportiva”, que adopten otro foco más equitativo, que al igual que hacen rondas informativas de todos los equipos del deporte rey, que las hagan con el resto de los deportes. Y por supuesto, que este cambio venga alentado por el interés del público. ¿No va siendo hora de empezar a tener una cultura deportiva en este país? Los grandes medios de comunicación tienen la llave, aunque sigan sin creerlo a ciencia cierta. Y especialistas en todas las disciplinas deportivas, también tenemos, y de muy buena calidad, dicho sea de paso.
@Guialefal