Imparable hasta el momento, Carolina Marín se cuela en la segunda final consecutiva de un World Tour Super 1000. Este triunfo, trabajado física, táctica y mentalmente, se suma a su cuenta para volver a afianzarse en lo más alto del ranking mundial.
El viernes, en cuartos de final, venció a Neslihan Yigit (Turquía) por un contundente 21-6 21-15. Un partido en el que la española volvió a hacer gala de su fuerza, sin ceder lo más mínimo a su rival que se vio sobrepasada por la campeona olímpica de principio a fin.
En la semifinal esperaba la joven An Se Young (Corea) como justo hacía una semana en el mismo lugar.
El partido comenzó con un juego muy medido, técnico y a una marcha más reducida de la que Carolina nos tenía acostumbrados. El primer juego se decidió por la mínima, cualquier detalle era de vital importancia, lo que hace que ajustarse al plan de juego y confiar plenamente en él sea esencial. Muchos más clear que en anteriores rondas y menos riesgo en los ataques unidos a un gran esfuerzo de concentración, hicieron que el set se decidiese a favor de la onubense. Los ataques al centro para luego abrir golpeos al fondo de la pista consiguieron que la coreana no pudiese terminar de encontrar su mejor juego, cediendo finalmente 21-19.
En la segunda manga, se pudo ver como si comenzase un nuevo partido, muy diferente, con un aumento de intensidad que rememoraba la Carolina de los pasados días. Fuerte, decidida hacia la red, imparable. Las variaciones en el ataque y esa subida de marcha llegaron a poner a la tricampeona por delante con un parcial de 15-7. Momento de inflexión para la asiática, que regresó de su letargo para crecerse de nuevo y demostrar por qué ella también estaba en la semifinal. Este despertar sin embargo le vino tarde, y no estuvo a la altura de la energía de la española, que se llevó el partido 21-19 21-15. Curiosa coincidencia, pues la semana pasada también logró hacer en el mismo partido 34 puntos igual que en este.
A la espera de su segunda final en dos semanas, se ve a Carolina más centrada que nunca, con confianza en si misma y en el plan a seguir. Sin duda su disciplina le está sirviendo de apoyo en este esfuerzo titánico que sigue, mañana con la final, y la semana que viene con la final del World Tour.
Habrá que esperar el resultado de la semifinal entre la heroína local Ratchanok Intanon (Tailandia) o la que fue su rival en la anterior final, Tai Tzu Ying (China Taipei).
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Fuente de la foto principal: Twitter @CarolinaMarin (Badminton Photo)
