INTRODUCCIÓN
Durante los últimos años, tal y como viene a ser normal en una sociedad cambiante como la que nos rodea, van apareciendo nuevas «modas» o tendencias que generan cierto impacto modificando nuestras conductas, lo cuál no quiere decir que no pueda conllevar beneficios. Una de estas tendencias, es el ayuno intermitente, una estrategia nutricional que se caracteriza por acotar la ventana de alimentación a un tiempo determinado, y que variará según el tipo de ayuno empleado. Pero… ¿qué influencia tiene el ejercicio físico al ser complementado con esta estrategia nutricional?
¿BENEFICIA EL EJERCICIO AL AYUNO INTERMITENTE?
Aunque no haya nada claro respecto a este tema, parece que sí. Resulta sobre todo interesante para personas que buscan perder peso, ya que el ejercicio físico sumado al ayuno intermitente produce una mayor oxidación de grasas, incluso a bajas y moderadas intensidades. Además, parece que ambos métodos pueden ayudarnos a aumentar el colesterol HDL, a reducir la cantidad de triglicéridos, a tolerar mejor la glucosa y a generar un menor estrés oxidativo, relacionado con el daño muscular. También cuenta con la gran ventaja de que no se produce una pérdida de masa muscular asociada, e incluso puede verse aumentada junto a mejoras en los niveles de fuerza. Sin embargo, la inclusión del ayuno intermitente parece no reportar beneficios a nivel de rendimiento deportivo, sobre todo en aquellas actividades de larga duración o realizadas a altas intensidades, en las cuáles tener una óptima disponibilidad de glucógeno muscular será fundamental.
¿HAY ALGÚN TIPO DE EJERCICIO PARA EL QUE NO ESTÉ INDICADO?
En principio no. Eso sí, debemos ser cautos sobre todo con aquellas personas con obesidad u otras patologías. En ellas sería recomendable hacer una prueba de esfuerzo previa para evitar contratiempos. Resultaría también adecuado adaptar el programa de ejercicio físico a sus necesidades y circunstancias, siempre bajo la autorización de un médico. Para dicha intervención, además, debemos contar con los profesionales adecuados, y no son otros que los Educadores Físico Deportivos, siempre dentro de un trabajo multidisciplinar junto a Dietistas-Nutricionistas. Estudios han demostrado que ejercicio y ayuno pueden ayudar en la prevención y tratamiento de la obesidad junto con el síndrome metabólico y sus enfermedades asociadas.
SI SE AYUNA Y SE HACE EJERCICIO, ¿QUÉ MEDIDAS HAY QUE TENER EN CUENTA?
Lo primero, debemos ser pacientes ya que, como para todo, se necesita progresar poco a poco, respetando el principio de progresión de la carga y necesitando incluso meses para apreciar resultados. Si quieres comenzar a poner a prueba dicha técnica junto al ejercicio, lo mejor es que empieces con actividades que conozcas, a una intensidad de realización moderada-baja, ya que necesita de un tiempo de adaptación aproximado de 1-2 semanas según el sujeto. Además, no olvides realizar un calentamiento que predisponga tu cuerpo para la actividad que vas a realizar. Es igualmente recomendable acabar con un enfriamiento o vuelta a la calma, y si notas cualquier tipo de sensación de malestar o dolencia, mejor parar.
CONCLUSIÓN
En resumen, parece que ejercicio físico y ayuno intermitente pueden formar una sinergia prometedora. Parece también que mejora diversos parámetros metabólicos, relacionados, sobre todo, con la composición corporal. Sin embargo, parece no ser una estrategia útil de cara al rendimiento deportivo. Para su correcta implementación debemos ser pacientes, ya que requiere de un tiempo de adaptación, y cautelosos. Es conocido que predispone al cuerpo a trabajar bajo una disponibilidad energética reducida.
Artículo completo: https://www.lavanguardia.com/vivo/lifestyle/20201016/483757389530/alimentacion-ayuno-ejercicio-salud.html
Información personal
Ignacio se dedica al entrenamiento personal, además de ser docente en plataformas de formación online y colaborador con diversos medios de comunicación. Es especialista y un apasionado en la investigación y divulgación orientada hacía el ejercicio físico y la salud, sobre todo en cuanto a adultos mayores se refiere.
Respecto a su formación es Educador Físico Deportivo (col.62841) y profesor de Educación Fisica, contando con un gran bagaje de formaciones externa a sus espaldas.
Referencias bibliográficas
-https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/17461391.2016.1223173
-https://www.cambridge.org/core/services/aop-cambridge-core/content/view/0EA2328A0FF91703C95FD39A38716811/S0007114516003160a.pdf/effects_of_aerobic_exercise_performed_in_fasted_v_fed_state_on_fat_and_carbohydrate_metabolism_in_adults_a_systematic_review_and_metaanalysis.pdf
-https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6303071/
-https://www.nrcresearchpress.com/doi/pdf/10.1139/apnm-2017-0435
-https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/sms.13054
-https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5872764/–https://insights.ovid.com/pubmed?pmid=31283627
Ignacio Hernando Valle – Educador Físico Deportivo (62841)
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