La franquicia con sede en Auckland, la urbe más poblada de Nueva Zelanda y conocida como la ciudad de las velas por la gran cantidad de veleros que surcan las aguas de su preciosa bahía, de ahí el nombre de Blues (Azules) del equipo, ha regresado al primer plano del panorama rugbístico tras casi dos décadas de penurias y malos resultados.
Palmarés en blanco desde 2003
Tras los títulos de 1996, 1997 y 2003 los Blues han estado totalmente alejados de la élite del Super Rugby, siendo además en muchas ocasiones el equipo peor clasificado de las cinco franquicias neozelandesas. Algo difícil de digerir para un tricampeón por el que han pasado algunas de las mayores leyendas del rugby mundial. Jugadores como el apertura Carlos Spencer clave en esos tres campeonatos y tal vez el 10 más espectacular de la historia, una especie de Magic Johnson pero con balón oval. Fue famoso por sus increíbles pases entre otras muchas cualidades, o Jonah Lomu sin duda el jugador más mediático de la historia del rugby. Pero la realidad es que en Auckland desde ese 2003 y pese a múltiples intentos y a tener en sus filas muchos All Blacks de primer nivel durante estos años como Keven Mealamu, Jerome Kaino, Doug Howlett, Tony Woodcock, Ali Williams o Joe Rokocoko, no lograron pisar la final desde entonces. Durante ese tiempo veían además como las otras cuatro franquicias kiwis lograban todas ellas el título del Super Rugby.
Esperanzas renacidas
Pero 2020 ha traído la esperanza a los Blues. Ya en el Super Rugby original cancelado por la pandemia a mediados de marzo apuntaban maneras pero en las dos jornadas que se llevan disputadas del Super Rugby Aotearoa entre los equipos de Nueva Zelanda, han despejado las dudas que pudiera haber. Dos partidos, dos victorias y ante sus dos rivales de la isla norte.
Si el primer fin de semana se imponían como locales a los Hurricanes por 30-20, este pasado sábado consiguieron la victoria a domicilio en campo de los Chiefs 12-24, venciendo en Hamilton por primera vez desde 2011. Los Blues además, son el único equipo del torneo con el pleno de dos partidos jugados, dos victorias, y pese a que su gran virtud es el rendimiento coral del equipo, el gran rendimiento de Otere Black como apertura o de un Riko Ioane reconvertido de ala explosivo a la posición de centro y que está jugando su mejor rugby de los últimos años, son factores diferenciales y todo ello mientras el gran Beauden Barrett, da sus primeros pasos en el equipo desde la posición de zaguero en la que jugó el inicio de su carrera.
Expectantes en Auckland
Muchos alicientes en este Super Rugby para los aficionados de Auckland que por primera vez en muchos años llenaron Eden Park en la primera jornada con 50.000 espectadores (qué envidia sentimos en Europa al verlo)Nadie quiere perderse el intento de volver a la cima de los suyos. Y a todo esto Dan Carter intentando ponerse a punto para entrar en el equipo en unas semanas. Los Blues, definitivamente, vuelven a soñar con lo más alto.
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