La quinta etapa del Tour entre Lorient y Quimper, se ha desarrollado en un terreno rompepiernas de 203 kilómetros por tierras bretonas.
Quimper, había sido final de etapa del Tour en las ediciones de 1991 y 2004, con victorias para el australiano Phil Anderson y el noruego Thor Hushvod respectivamente. Dos corredores fuertes con buena punta de velocidad pero con más resistencia que los sprinters puros.
Cinco cotas (dos de 4ª categoría y tres de 3ª categoría) jalonaban la segunda mitad de la etapa, que bien se podría calificar como pestosa sin un solo tramo llano. Entre todas las cotas, destacaba en el km 155 la Cote de Menez Quelerc’h con 3km al 6,2% de media, y rampas del 10,7% de desnivel máximo.
La etapa comenzó con las bajas sensibles de Matthews y Benoot que no pudieron tomar la salida. Pronto se formó la escapada del día con corredores todoterreno como S. Chavannel, L. Calmejane, N. Edet, T Skujins, J. Vermote, E. Gesbert y J. de Buyst. Durante la primera hora de carrera se voló con una media superior a los 47 km/h y la diferencia máxima rondó los 5 minutos sobre el pelotón.
Las hostilidades comenzaron con el ataque de Chavannel en busca de los puntos de la montaña. El corredor galo con 18 participaciones (récordman del Tour) pasó en primera posicion por las tres primeras cotas. En la cuarta dificultad montañosa perdió fuelle y fue adelantado por los supervivientes de la fuga Skujins, Calmejane y Edet. Finalmente Skujins coronó las dos últimas cotas de tercera categoría, convirtiéndose en el primer letón en enfundarse un maillot de líder de alguna de las clasificaciones del Tour.
En el pelotón los sprinters puros (Kittel, Cavendish o Groenewegen) se fueron quedando con el paso de las primeras cotas puntuables. Un pinchazo de Froome sin mayores consecuencias supuso el mayor contratiempo en el grupo de los favoritos a coronarse en París.
A menos 14 kms de la meta, el pelotón principal absorbió a los últimos fugados (Calmejane y Skujins), momento que aprovechó Taramae para atacar y rodar unos kms en solitario. A falta de 6 km Taramae fue absorbido, y los integrantes del pelotón se jugaron la victoria en un final sinuoso con repechos y curvas hasta llegar al último tramo de 450 mts llanos.

En el sprint final se repitió el resultado de la segunda etapa (La Roche-Sur-Yon), Sagan se impuso a Colbrelli, y tras ellos llegaron Gilbert, Valverde y Alphilipe, tres candidatos a vencer en el muro de Bretaña.
Brillante victoria de Sagan empatando con Gaviria en la presente edición del Tour, mientras que Van Avermaet conservó el liderato y entró en séptima posición de la etapa. No hubo cambios relevantes en la clasificación general final entre los candidatos a vestirse de amarillo en los Campos Elíseos.