Solo lleva tres partidos de competición al frente del Córdoba CF pero el trabajo se le está complicando a Juan Merino. Con solo un gol anotado, de penalti, y cuatro encajados, el técnico gaditano no está consiguiendo solucionar los problemas defensivos y se le están agravando de cara a la portería. La situación pinta cada vez peor en tierras califales donde el equipo parece hundirse cada vez más sin encontrar alternativas a lo visto hasta ahora.
¿Se le ha olvidado al Córdoba marcar?
De marcar trece tantos en las primera diez jornadas, los blanquiverdes no están teniendo mucha fortuna desde la llegada de Juan Merino. Con la excepción del encuentro frente al Lorca, donde el equipo tiró solamente cuatro veces, siendo dos entre los tres palos, en los demás encuentros si ha tenido muchas ocasiones de marcar, pero parece que la pólvora está mojada.
El problema en los otros encuentros no es que no se tire cuando hay ocasión, el problema está en que tanto frente al Oviedo como frente al Numancia solo se tiraron entre los tres palos en tres ocasiones nada más. La puntería de los delanteros blanquiverdes parece estar muy desviada y la presión por marcar está pasando factura.
Es por todo ello que el Córdoba CF no pone ninguna oposición a su otro problema, los goles encajados. En temporadas anteriores, el conjunto califa sabía ponerle oposición a la tunda de goles que recibía con más goles, pero esta vez no está siendo así. Desde la llegada de Merino, el equipo no encuentra apenas la portería rival y aunque se ha conseguido un gol, éste fue gracias a un penalti.
Merino no sabe frenar los goles rivales
Tres partidos, cuatro goles encajados. El nuevo técnico blanquiverde no sabe aún lo que es irse al final del partido con la portería a cero. Su cara al final del encuentro frente al Lorca reflejó perfectamente su sensación de no saber qué ocurre en su línea defensiva.
No importa quiénes sean los que ocupen los puestos defensivos. Da igual cuántas horas de trabajo haya durante la semana para tapar los agujeros en la defensa. Al igual que ocurrió con Carrión, Merino no encuentra soluciones a una defensa que hace aguas partido si, partido también. Una zaga por la que han pasado ya prácticamente todos los jugadores, donde hasta Vallejo tuvo su oportunidad el pasado sábado y tampoco supo cerrar la defensa.
Sin duda alguna, parte de culpa la tiene el técnico, ya que es su labor encontrar los fallos y tratar de arreglarlos, pero gran parte de esa culpa es también de una plantilla que ni se plantea levantar la cabeza, echarle coraje y demostrar a su ciudad que son capaces de salvar una temporada que parece solo ir en dirección al descenso tan temido que se consiguió evitar la pasada temporada.
Imagen destacada: Córdoba CF
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