‘El Real Madrid siempre vuelve‘, esta cita debe quedar grabada a fuego en los corazones de todos los madridistas, ya que siempre ha terminado siendo real. Hoy, precisamente hoy, se cumplen 3 años desde la última vez que volvió tras una larga travesía.
Tres años nada más y nada menos hace desde que don Sergio Ramos enfiló la portería de un portentoso Courtois para hacer el 1-1 y mandar al Madrid a una prórroga que, no importa el número de veces que se vea, porque en todas ellas es histórica. Tres años nada más y nada menos hace desde que Ronaldo se quitó la camiseta en una polémica celebración dedicada a su película y fue criticado por el mundo entero como claro símbolo de envidia. Tres años nada más y nada menos hace desde que nos coronamos campeones de Europa nuevamente. Tres años hace de la Décima.
Jamás un club estuvo tan enamorado de aquel hito, de aquella cosecha, de algo tan extraño. Jamás nadie quiso algo con tanta fuerza como el equipo de Concha Espina quiso ese trofeo. Pasaron 12 años desde la última ocasión en la que se conquistó, pero mereció la pena la espera, pues aquel día se mantendrá imborrable en las mentes de todos los merengues.
Cada uno posee una historia, cada uno tiene su propia narración de la Décima, sin embargo, aquello que está bien claro es que todos y cada uno de ellos terminaron con lágrimas de emoción en los ojos. Estas lágrimas, sencillas, extrañas, que nadie sabía de dónde provenían, eran un símbolo de amor, de honor, de valentía. Esas lágrimas que hace tres años salieron de los ojos de cada uno de los aficionados se quedaron como parte de la Décima.
La ilusión es lo que baña a este escudo, a un club que, pese a saber lo que es ganarlo todo, celebra con empeño cualquier logro. Para el Madrid una victoria es motivo de fiesta, porque esa ha costado demasiado. Cada victoria cuesta esfuerzo, cuesta empeño y cuesta trabajo físico, y jamás puede ser dejada de lado.
Es cierto que esta fue una más, sí, pero no una cualquiera. Pocos podrán comprender aquello de lo que les hablo si no vivieron esos momentos, si no fueron testigos lo que Sergio hizo en aquella vuelta de semifinales ante el Bayern en el Allianz Arena de Múnich. Pocos, muy pocos llegarán a darle el valor que yo y el madridismo entero le damos al 24 de mayo de cada año.
Y es que, hace tres años, volviste, querido Real Madrid. Hace tres años volviste y todavía estás aquí, eso sí, con una Liga, otra Copa de Europa y la opción de alzarte con otra más.
Feliz cumpleaños.
Imagen: Mundo Deportivo
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