El Real Club Deportivo De La Coruña busca definir un proyecto que lo aleje de lo vivido en las tres últimas campañas, en las que se salvó gracias a un “milagroso” empate en el Camp Nou ante un Barcelona ya campeón de liga, para la siguiente temporada hacerlo frente a un Villareal en la penúltima jornada que venía de certificar ya su puesto europeo, mientras que en esta última temporada repitió escenario y jornada, aunque esta vez sí que se jugaba algo el submarino amarillo.
La afición blanquiazul, que ha mostrado ser de las más fieles del fútbol español, ya que no abandonó al equipo en ninguno de sus dos pasos casi seguidos por la segunda división, está cansada de que las expectativas creadas durante los veranos se vaya diluyendo conforme pasan las jornadas. Sin duda alguna el más señalado de la situación futbolística del equipo coruñés es Richar Barral, director deportivo desde la llegada a la presidencia hace poco más de tres años de Constantino Fernández.
De los casos más protestados y menos entendidos por los aficionados son los de los canteranos Rober Pier y Pablo Insua, que sin duda alguna han demostrado tener hueco en la actual plantilla, e incluso capaces de ganarles el puesto en el once inicial a Arribas o a Albentosa. Ambos han realizado una gran temporada en los clubes que actuaron como cedidos, Rober titular indiscutible gran parte de la liga en un Levante que ha arrasado en la categoría de plata, mientras que Pablo Insua le costó un poco más hacerse con un puesto en el recién ascendido Leganés, pero una vez conseguido no lo soltó y fue pieza clave en la consecución de la permanencia del conjunto pepinero.
A nadie se le escapa la situación económica del club, que aún arrastra lo caro que le salió la época gloriosa del SuperDepor, pero eso ya no vale de excusa cuando equipos con menos presupuesto que el tuyo han hecho infinitamente mejores números, y lo que es peor, mucho mejor fútbol.
Aún sin acabar la actual temporada, la afición ya ha mostrado sus dudas respecto al futuro del club, ya pocos son los que creen en los jugadores que suenan o los que puedan seguir en la ciudad herculina, una parte de la afición ni siquiera ve con buenos ojos la continuidad de Pepe Mel al frente del banquillo. Con todo esto la actual directiva tendrá que ponerse el mono de trabajo desde ya para volver a ilusionar a su fiel parroquia que vio pasar cinco entrenadores en estos tres últimos años.
Foto: laliga.es
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