La plantilla del Real Oviedo viene demostrando en los últimos partidos esa solidaridad a la hora de defender que les hizo ser segundos en la primera vuelta.
Para que un equipo tenga éxito, todos sus jugadores deben rema en la misma dirección. No vale que cada uno vaya por su cuenta, si no se juega en equipo ni se ayuda a los compañeros es muy difícil lograr el éxito. Un éxito que el Oviedo parece haber vuelto a encontrar tras unos meses de incertidumbre, sobre todo a domicilio. Los azules suman seis partidos puntuando de forma consecutiva, los cuales les permiten ser quintos con 46 puntos.
Y es que si hay algo que caracteriza a este Oviedo es su trabajo defensivo. Un esfuerzo que parecía haberse fulminado en partidos como el del Huesca, Alcorcón o Sevilla Atlético, donde los azules encajaron sendas goleadas. Algo que se alejaba de lo visto en el primer tercio de la temporada, donde los de Hierro formaron una muralla defensiva que solo había concedido siete goles.
En estos últimos encuentros, Fernando Hierro parece haber vuelto a dar con la tecla de aquel inicio de temporada. Quién sabe si será el doble pivote, la irrupción de Borja Domínguez en el once titular o el gran momento de forma que vuelven a atravesar los cuatro defensas y Juan Carlos. Los que está claro es que, en este Oviedo, la solidez defensiva vuelve a estar patente. Todos curran, todos saben hacia dónde deben ir.
La solidez del Oviedo, clave en Soria
El pasado sábado, en Soria, en un encuentro donde los oviedistas tuvieron poca presencia en ataque, la solidez defensiva volvió a permitir rescatar un punto de un campo muy complicado. El conjunto numantino puso en aprietos al Oviedo en más de una ocasión, pero las intervenciones de Juan Carlos evitaron el tanto local en todas ellas. También lo intentó el Numancia a través del juego directo, pero ahí estaban Costas y David Fernández para revertir todas esas situaciones. En las bandas, Christian y Diegui también cuajaron un gran partido.
Pero dentro de esta solidez también cabe destacar el trabajo del centro del campo. Torró y Erice volvieron a ser ese punto de equilibrio que sostuvo al equipo en varias situaciones del encuentro. En la línea de tres, Berjón, Borja Domínguez y Susaeta también se pusieron el mono de trabajo para ayudar a Toché, incansable en la presión, a evitar que el Numancia saliese cómodo desde atrás.
Por tanto, el Oviedo volvió a demostrar que en la unión defensiva yacen los buenos resultados. Ya van tres encuentros sin perder fuera de casa, y los de Fernando Hierro esperan que este sea el cuarto, para recibir la semana que viene, en el fin de semana del aniversario de la entidad, al Girona en las mejores condiciones posibles.
Imagen destacada: laliga.es
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