El partido tuvo dos partes claramente diferenciadas, la primera de ellas, en los tres primeros cuartos estuvo muy igualado donde los de Pensilvania estuvieron por delante en el marcador sorprendiendo a Paul, Griffin y compañía con un parcial 75-79, al que se entró en los 12 últimos finales donde los Clippers se pusieron serios y con un parcial 37-21, en el que abrieron el cuarto con un 10-0 que trastocó a Philadelphia y decantaron el encuentro para los de Doc Rivers.
Dentro de la gran igualdad contabilizando siete empates y 14 cambios de ventaja, destacó la entrada desde el banquillo de Sergio Rodríguez, que gozando de menos minutos que a principio de temporada, repartió 7 asistencias en 8 minutos, algo de lo que sacó provecho especialmente Jahlil Okafor.
Un parcial de 8-0 para los californianos les dio su máxima ventaja en el segundo cuarto (51-44) gracias al poderío de Jordan en la zona (6/6 en tiros), en la que ningún interior de Sixers pudieron pararle, pero la reacción de Dario Saric y los puntos de Holmes dieron la vuelta a la situación al descanso (56-57).

Tras el paso por vestuarios Saric y Okafor consiguieron que los Sixers, perfectamente dirigidos por TJ McConnell, que está sorprendiendo a propios y extraños, permanecieran en ventaja durante el tercer cuarto. Los visitantes a pesar de la reacción local resistieron a claudicar pero Paul se puso el mono de trabajo en los instantes finales y con su control del juego hizo y deshizo a su antojo para asegurar la victoria local, mucha diferencia entre Paul y el resto de jugadores.
DeAnde Jordan tuvo 19 puntos y 20 rebotes, ayudando a los Clippers a su cuarta victoria en cinco partidos. Paul aportó 30 puntos, 20 en la segunda mitad de partido y tuvo siete asistencias, y Blake Griffin agregó 15 puntos y 10 rebotes. El Big three de los Clippers funcionó a la perfección. Richaun Holmes llevó a Filadelfia con 24 puntos y nueve rebotes. Dario Saric agregó 16 puntos, y Jahlil Okafor tuvo 14.