El Real Oviedo no es capaz de sacar algo positivo lejos del Carlos Tartiere desde el pasado mes de octubre.
Cada vez que el Real Oviedo juega lejos del Carlos Tartiere las cosas no van nada bien. Nadie sabe el por qué, pero el equipo no es el mismo que se puede ver en los partidos de casa. Y esto se lleva repitiendo desde hace tres meses. Y es que, desde el 30 de octubre de 2016, el Oviedo no sabe lo que es ganar o sumar lejos de su estadio. Y, en Segunda, sumar fuera de casa te puede elevar a la zona noble o dejarte en tierra de nadie, siempre y cuando respondas en casa claro está.
Todo comenzó la tarde del 13 de noviembre. Los hombres de Fernando Hierro se presentaron en El Alcoraz ocupando la segunda posición. El Huesca, que también había hecho un primer tercio de temporada sensacional, se preparaba para recibir al equipo menos goleado de LaLiga. Las cosas no pudieron salir peor al Oviedo. Derrota por 4-0 y la incertidumbre de saber si eso era un toque de atención o un simple bache en el camino. La semana siguiente, los azules vencieron al Levante en casa y las cosas volvieron a la normalidad.
Pero, una semana después, el Oviedo volvería a conocer lo que sería la segunda goleada de la temporada. El Alcorcón le endosó un contundente 5-1 a los carbayones. Un resultado que dejó tocado al equipo, ya que su rival no pasaba por un buen momento y estaba anclado en los puestos de descenso. El problema lejos del Tartiere comenzaba a ser una realidad.
La última salida del año también se saldó con derrota. Esta vez fue en La Romareda por la mínima. El equipo caía por 2-1 frente al equipo maño después de regalar la primera parte entera. La falta de contundencia, la escasez de ideas y la escasa solidez defensiva volvieron a aparecer en el conjunto azul, que veía como el deseo de pasar las Navidades en el playoff se esfumaba, más aún cuando también tropezó frente al Córdoba en el Tartiere.
El nuevo año arrancó con un propósito firme: había que mejorar la imagen fuera de casa. La primera plaza para hacerlo fue Sevilla, y la cosa no pudo ir peor. Derrota por 5-3 frente al filial sevillista en el Ramón Sánchez Pizjuán y vuelta a la incertidumbre de saber qué pasa fuera de casa. Tras la derrota, dos victorias consecutivas, las dos en casa, levantaron de nuevo el ánimo. El Oviedo volvía al playoff.
Y de esta forma llegamos al pasado domingo. El Oviedo visitaba al farolillo rojo en busca de la regularidad que le permitiese reivindicarse en la zona noble de la tabla. La primera parte finalizó con 0-0, pero en la segunda mitad, los carbayones volvieron a mostrar su peor cara. El Almería anotó tres tantos que pusieron al Oviedo en una crítica situación otra vez. Ahora llega el Mallorca en el Tartiere, un encuentro que el Oviedo espera poder ganar para olvidar Almería. Pero, sin duda, muchos ya piensan en la salida a Miranda de Ebro, donde esperan que el equipo vuelva a ganar fuera de casa más de tres meses después.
Imagen destacada: laliga.es
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