El Sevilla FC consiguió con una plácida victoria, aunque se le complicó por la absurda expulsión de Adil Rámi, auparse a la segunda plaza de la Liga Santander, a la espera de lo que suceda mañana en el derbi barcelonés entre FC Barcelona y RCE Espanyol, donde les basta un empate periquito para pasar las navidades en un puesto impensable allá por el mes de agosto.
Empezó fuerte el equipo de Jorge Sampaoli, y así, cuando no había llegado aún el minuto 3, ya había disfrutado del primer saque de esquina sobre la portería de Boyko, aunque sin consecuencias para la portería del meta ucraniano, quien ya había sufrido a los sevillistas en aquella final de Varsovia donde ya cayó ante los sevillanos defendiendo los colores del Dnipro.
Con una alineación con varios papeles cambiados, como suele ser habitual en el técnico argentino, los nervionenses atacaban con Sarabia de falso lateral izquierdo y un renacido Vietto a la derecha, dejando la punta de ataque al francotunecino Ben Yedder.
Tras unos minutos en los que el Sevilla intentaba sin éxito seguir el asedio hacia la portería malaguista, iban a ser los visitantes, hoy de amarillo, quienes dispusieran de una ocasión en botas de Fornals tras un error del trigoleador en Balaídos, Vicente Iborra.
Pero, acto seguido, iba a ser precisamente el valenciano quien dispusiera de su oportunidad para abrir el marcador, pero su disparo salió desviado.
Tras una jugada en la que queda tocado Nico Pareja, quien tuvo que ser cambiado al descanso, iba a llegar el primer tanto de los sevillistas. En una jugada larga de los nervionenses, N’Zonzi, muy entonado como viene siendo habitual esta temporada, mete un gran pase en profundidad a Vietto, quien no desaprovecha y fusila al guardameta ucraniano.
Y solo tres minutos después, cuando la grada aún se frotaba los ojos, pues Vietto no estaba siendo muy acertado en la presente temporada, el argentino anotaba su segunda diana de la noche tras una jugada espectacular de Vitolo por banda izquierda, que el jugador cedido por el Atlético de Madrid no tiene más que empujar a la red.
El Málaga, totalmente desarbolado ante el contínuo ataque sevillista, claudicaba por momentos, y solo cinco minutos después, Ben Yedder, a pase de Mercado, hacía el 3-0 ante el delirio sevillista, de una grada totalmente entregada a los suyos y que gozaba estos minutos de locura absoluta.
Locura que iba a alcanzar su clímax solo dos minutos después, cuando Vitolo completaba su excepcional primera parte, tras una genial jugada entre Ben Yedder, Nasri y Vietto haciendo el 4-0 con el que se llegaría al descanso.
Desde aquí hasta el intermedio, solo destacar un excepcional disparo del venezolano Juanpi, que Sergio Rico desvió a corner en lo que fue el paradón de la noche.
La segunda parte iniciaba con algo bastante inusual, cuatro cambios. Por parte local salían Kolodziejczak, quien podría marcharse en el mercado invernal, y Kranevitter, en sustitución de los tocados Nico Pareja y Mercado, y por parte visitante, Recio y Ontiveros sustituían a Juanpi y Ricca, en busca de un necesario revulsivo por parte del equipo de un Juande Ramos, que volvía al estadio donde alcanzó sus grandes éxitos como entrenador, con cinco títulos en su haber al frente del cuadro sevillista, pero al que abandonó en extrañas circunstancias en mitad de temporada para irse al Tottenham, lo que aún no perdona cierta parte del sevillismo. Quizá por eso fue recibido con división de opiniones, en función de qué recordaba más cada uno.
Volviendo a lo acontecido en el césped de Nervión, la segunda parte fue muy diferente a la primera, con un Sevilla relajado ante la gran ventaja cosechada, y un Málaga que buscaba maquillar el resultado y coger algo de confianza ante el difícil compromiso de Copa donde deberá remontar el resultado adverso que se trajo de Córdoba.
Tras una primera parte sin apenas faltas, la segunda era completamente diferente, y en los primeros compases de la misma, pudo verla Recio, aunque el árbitro no lo consideró conveniente, pero sí lo hizo con N’Zonzi y con Rámi, quien, encima, y debido a su airada protesta tras recibir la amonestación que creía injusta, veía la segunda en un intervalo de segundos, lo que hacía que dejara a sus compañeros en inferioridad numérica con casi toda la segunda parte por disputarse.
En esa falta derivada de la expulsión del central francés, el canario Sandro con un golazo por la escuadra, imposible para Sergio Rico, establecería el que sería 4-1 definitivo.
A partir de aquí, un partido donde el Sevilla decidió guardar la ropa y un Málaga que intentaba una y otra vez sin éxito acortar distancias en el marcador, algo que le diera ciertas opciones en los minutos finales.
Sobre todo era Ontiveros, quien demostró en los minutos que tuvo a bien Juande de ponerlo sobre el tapete, que es una de las revelaciones de la temporada, y que es la luz del equipo malagueño. Quizá su ausencia se notara en exceso, o quizá al Sevilla le bastaran esos once minutos de locura para desarbolar al rival.
Nunca lo sabremos, lo que sí es seguro es que el Sevilla FC dormirá segundo, y el Málaga CF, perfectamente asentado en mitad de la tabla, afrontará las Navidades sin tener aún claro su objetivo, pues aunque ve muy lejos el descenso, no termina de ver tan cerca como desearía los puestos europeos.
Imagen destacada: vía www.sevillafc.es
Ficha técnica:
Sevilla FC: Sergio Rico; Mercado (Kolodziejczak 46’), Rámi, Nico Pareja (Kranevitter 46’); N’Zonzi, Iborra, Nasri; Vitolo, Sarabia; Ben Yedder (Diego González 67’) y Vietto.
Málaga CF: Boyko; Torres, Llorente, Míkel, Ricca (Recio 46’); Fornals, Camacho; Rosales, Juanpi (Ontiveros 46’), Juankar (Chory Castro 62’); y Sandro.
Árbitro: Clos Gómez (aragonés). Amonestó a Pareja y N´Zonzi por parte sevillista y a Ontiveros, Rosales y Míkel por parte malaguista. Además, expulsó por doble amonestación al local Rámi.
Estadio: Ramón Sánchez-Pizjuán, 30.324 espectadores.
Foto: Sevilla FC
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