Restan tres Grandes Premios para el final de la temporada de Fórmula 1. Y si hay un ganador indirecto en este Mundial es Checo Pérez. El piloto mexicano salió el año pasado por la puerta de atrás de Red Bull por no cumplir con las expectativas pese a que Max Verstappen ganara el Campeonato. Con 21 carreras disputadas en 2025, Yuki Tsunoda no ha sido capaz de estar a la altura del asiento más exigente de la parrilla. Y es ahí donde el futuro piloto de Cadillac en 2026 sale ganando.
El decepcionante rendimiento de Yuki Tsunoda vuelve a poner en entredicho la decisión de Red Bull de desprenderse de Checo Pérez la pasada temporada. Queda confirmado que compartir equipo con Max Verstappen es una tarea extremadamente complicada. Pero también que el piloto mexicano había logrado adaptarse mejor que nadie a ese exigente rol. Con 13 carreras sin puntuar, Tsunoda ha dejado claro que su etapa en la estructura austríaca llegará a su fin al término de la temporada. El intento de reemplazar a Pérez se ha convertido en un fracaso rotundo. Esto ha evidenciado que el equilibrio que aportaba el tapatío dentro del equipo no era tan fácil de replicar.
El inicio de temporada no fue sencillo para el equipo austriaco, que tomó una decisión drástica al sustituir a Liam Lawson por Yuki Tsunoda con la intención de darle una oportunidad definitiva al japonés. La apuesta no ha salido como se esperaba. Pese a contar con un coche competitivo, Tsunoda no ha logrado consolidarse al volante del RB21. El piloto asiático ha mostrado un rendimiento irregular y lejos de las expectativas marcadas por la escudería.
Una temporada desastrosa de Tsunoda
Aunque ha dejado destellos de calidad, como su sexta posición en Bakú o el noveno puesto en Zandvoort, sus actuaciones no han sido constantes ni han aportado los puntos necesarios al equipo. Las mejoras introducidas en el monoplaza han permitido una ligera progresión en sus resultados. Pero el gran problema sigue siendo la comparación con Max Verstappen, que ha demostrado su tremenda calidad durante toda la temporada pese a no tener el mejor coche de la parrilla. Mientras el holandés llegó a encadenar tres victorias y un segundo lugar entre el Gran Premio de Paises Bajos y Estados Unidos, el japonés no pasó de esa actuación destacada en Azerbaiyán.
Pero esto es un claro ejemplo, después del parón de verano, de la diferencia de nivel entre ambos, dejando en evidencia el reto que supone mantener el ritmo dentro del entorno Red Bull. Y fue recientemente Helmut Marko, uno de las voces más autorizadas de la escudería de la bebida energética, en criticar a Tsunoda y dejar claro que no continuará en el equipo más allá de 2026: “Es triste cuando tenemos a un piloto en la pole y el otro ni siquiera pasa a la Q2”, comentaba el asesor de Red Bull. “El problema es el piloto, y después del Gran Premio de la Ciudad de México tomaremos una decisión sobre quién será el compañero de equipo de Max en 2026”, zanjó.
Checo Pérez, el único que se salva
Desde que Daniel Ricciardo dejó el equipo en 2019, Red Bull no ha conseguido encontrar un segundo piloto que encaje plenamente junto a Max Verstappen. La escudería ha probado distintas combinaciones. En estos años ha apostado por jóvenes talentos como Pierre Gasly, Alex Albon, Liam Lawson o Yuki Tsunoda. Y por supuesto de la experiencia de Sergio Pérez, el único que logró mantenerse varias temporadas en el asiento. Aun así, ninguno ha logrado ofrecer la regularidad y el nivel necesarios para acompañar el dominio del neerlandés. En el caso de Tsunoda, las dudas dentro del equipo crecen con el paso de las carreras, y en el entorno de Milton Keynes ya se empieza a percibir la sensación de que la historia podría repetirse una vez más.
