El futbol mexicano pudo haber tomado un rumbo distinto si un niño de 10 años no hubiera seguido su corazón, pues Rodrigo Huescas, hoy figura del Copenhague en Dinamarca, estuvo a punto de vestir la camiseta del América.
Para Rodrigo Huescas, una decisión temprana, marcada por la pasión y la intervención de Christian “Chaco” Giménez, lo llevó a quedarse en Cruz Azul, el club que siempre soñó defender.
El niño que no dudó ante la tentación
Rodrigo Huescas creció en un entorno sencillo, con un balón siempre cerca, su primera casa futbolística fue la escuela Cruz Azul Arboledas, donde comenzó a mostrar la técnica y la velocidad que hoy lo distinguen.
Pero pronto llegó un obstáculo, pues la economía familiar no alcanzaba para cubrir cuotas y uniformes, y considerando que viví del otro lado de la ciudad, en ese momento apareció una oferta tentadora.
América Valle Dorado lo invitaba a probarse en sus filas, y con ello se abrían puertas, visores y la posibilidad de llegar a una de las instituciones más poderosas del país, por supuesto, a la cual la mayoría de jugadores se niegan a decir que no.
El dilema parecía inevitable sobre su continuidad en Cruz Azul
Rodrigo no lo pensó demasiado, en entrevista con el podcast de Shaggy Martínez lo confesó con naturalidad: “Me decían que conseguirían pruebas en América, pero yo les respondí: ‘no, soy anti Ame, no puedo’”.
Aquella negativa infantil tenía un costo, pues su papá le advirtió que sin ese apoyo económico quizá tendría que dejar el futbol, y fue ahí donde siguió mostrando firmeza.
El momento en que apareció el “Chaco”
Cuando la posibilidad de irse al América parecía una obligación más que una elección, surgió una voz providencial y de alguien autorizado, pues Christian “Chaco” Giménez, entonces figura de Cruz Azul, se cruzó en el camino de la familia Huescas.
“Mi jefe sí me quiso sacar como a la fuerza, pero cuando fuimos a pedir la baja, Chaco habló con mi papá. Le explicó la situación y le dijo: ‘quédese tranquilo, acá le vamos a ayudar y conseguiremos una prueba en Cruz Azul’”, relató Rodrigo años después.
Ese gesto marcó el destino, pues con apenas 11 años, Huescas ingresó a las fuerzas básicas de La Noria y comenzó un recorrido que, con disciplina y paciencia, lo llevaría al máximo nivel.
De romper la sequía a llegar a Europa
El debut en Primera llegó en 2021, en medio de un Cruz Azul que buscaba poner fin a una maldición de 23 años sin título, Huescas fue parte del plantel campeón del Guardianes 2021, un logro que lo marcó para siempre.
Su velocidad, despliegue ofensivo y capacidad de desequilibrar pronto lo colocaron en el radar, en pocos años sumó más de 70 partidos en la Liga MX, convirtiéndose en una de las joyas de la cantera celeste.
Fue en el 2024, cuando el Copenhague de Dinamarca apostó por él, y desde su llegada, Rodrigo no solo ganó minutos en cancha, también protagonizó un fenómeno mediático, pues aficionados daneses y mexicanos comenzaron a seguirlo con atención, viéndolo como una promesa con futuro internacional.
Temporada | Club | Partidos | Goles | Asistencias |
---|---|---|---|---|
2021-22 | Cruz Azul | 21 | 1 | 2 |
2022-23 | Cruz Azul | 30 | 2 | 4 |
2023-24 | Cruz Azul | 28 | 1 | 3 |
Hoy, instalado en el futbol europeo, Huescas se perfila como una de las piezas clave de la Selección Mexicana rumbo al Mundial 2026, pues en Dinamarca ha mejorado en lo físico y en lo táctico, enfrentando a rivales de primer nivel en competencias internacionales.
Además, su figura ha trascendido lo deportivo, pues se ha convertido en un personaje seguido de cerca en el país por su historia y ya sus convocatoria con el Tri. Cabe resaltar que en la actualidad es uno de los dos mexicanos que juegan UEFA Champions League esta temporada.