La historia de André-Pierre Gignac en Tigres se escribe entre goles memorables y silencios dolorosos, pues hoy, a sus 39 años, el ídolo francés vuelve a ser tema central en la vida auriazul, no por un golazo de volea ni por un festejo en el “Volcán”, sino por las dudas que generan sus constantes problemas físicos.
Apenas 112 minutos en cuatro partidos y un gol de penalti frente a Puebla resumen su aporte en el Apertura 2025, demasiado poco para un futbolista que acostumbró a cargar con todo el peso ofensivo del equipo en los últimos años.
Un regreso que despierta ilusión en Monterrey
El miércoles pasado, una simple fotografía bastó para desatar la ilusión en la Sultana del Norte, Tigres publicó en redes sociales a Gignac entrenando bajo el lema: “Este miércoles volvemos a casa”.
La imagen fue compartida miles de veces, alimentando la esperanza de ver nuevamente al máximo goleador del club en el césped del Estadio Universitario.
El regreso a las prácticas no solo es simbólico, significa que el francés ha dejado atrás parte de las molestias que lo marginaron en semanas recientes.
¿Jugará contra Atlas o seguirá fuera?
Guido Pizarro, hoy técnico de Tigres, fue claro en conferencia de prensa: “André ya casi está muy bien. Tuvo un golpe en la cabeza del peroné que se inflamó un poco. La idea es que se quede acá para que pueda estar al cien el miércoles”.
Las palabras del estratega reflejan optimismo, pero también cautela, pues Gignac se perdió el duelo ante Pumas por decisión técnica y la directiva sabe que un regreso apresurado puede costar caro. \
En el aire flota la sensación de que la última palabra la tendrá el propio jugador, en función de cómo se sienta en los entrenamientos de los próximos días, y la sesión de entrenamiento del martes será clave.
Las lesiones, una pesadilla recurrente
El ídolo felino no ha podido escapar de la fragilidad física en sus últimos torneos, pues cada semestre, alguna molestia lo ha mantenido lejos de su mejor versión. Hoy, los números hablan por sí mismos:
| Estadística | Dato |
|---|---|
| Partidos jugados | 4 |
| Minutos totales | 112 |
| Goles | 1 (penalti) |
| Asistencias | 0 |
Para un jugador de su talla, acostumbrado a promediar más de 10 anotaciones por torneo, estas cifras son un reflejo doloroso de la realidad, sin embargo, la jerarquía de Gignac no se mide solo en goles, su influencia en el vestidor y su capacidad para infundir respeto siguen siendo únicas.
Un líder que pesa incluso desde la banca
En Tigres lo saben bien, pues Gignac no es únicamente un delantero. Es un referente, un capitán sin gafete, un símbolo que inspira tanto a compañeros como a aficionados. Incluso cuando no está al cien, su sola presencia en el campo intimida rivales y levanta al “Volcán”.
En cambio, su ausencia obliga a Pizarro a buscar alternativas en ataque como Ángel Correa, Nicolás Ibáñez y Juan Brunetta han tomado más protagonismo, pero ninguno logra llenar por completo el vacío que deja el francés.
El dilema de la afición auriazul
En Monterrey, la gente vive con un nudo en la garganta cada vez que se habla de Gignac, por un lado, sueñan con verlo de nuevo vestido de corto, marcando goles y besando el escudo frente a la tribuna. Por otro, saben que forzarlo podría hipotecar su participación en las fases más decisivas del torneo.
Gignac y el tiempo: una carrera en su recta final
La gran incógnita es cuánto tiempo más podrá resistir, pues su retiro está más cerca que nunca. Hoy con 39 años, la lucha contra las lesiones se vuelve cada vez más desigual. Pero su calidad técnica, su instinto en el área y su hambre de competir lo mantienen vigente en la Liga MX.