La franquicia Madden, uno de los pilares financieros y culturales de la NFL, enfrenta una crisis sin precedentes e incluso peligra la entrega del videojuego en los siguientes años.
El comisionado Roger Goodell se encuentra en medio de una compleja disputa que podría costar cientos de millones a uno de sus socios más grandes, EA Sports.
Aunque la liga y la desarrolladora de videojuegos han extendido su multimillonaria alianza, falta una firma crucial, la de la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA).
Ambas partes están “muy lejos” de un acuerdo, poniendo en jaque el futuro del videojuego y amenazando con un desplome histórico en sus ventas.
El Obstáculo para la renovación con EA
Recientemente, Electronic Arts anunció con fanfarria la renovación de su acuerdo con la NFL, asegurando la exclusividad de la simulación de fútbol americano hasta la temporada 2030.
Ese acuerdo solo le da a EA el derecho de usar los logotipos, estadios y nombres de los 32 equipos.
El verdadero valor del juego, la posibilidad de controlar a las estrellas, reside en un contrato separado.
La NFLPA es la entidad que gestiona colectivamente los derechos de nombre, imagen y semejanza de todos los jugadores activos. Sin el consentimiento del sindicato, EA Sports no puede incluir a ningún jugador real en su producto.
El acuerdo actual entre EA Sports y la NFLPA expira en la temporada 2027, y las negociaciones para una extensión están estancadas.
Según informes de Ben Fischer del Sports Business Journal, las conversaciones no avanzan y ambas partes se encuentran “muy lejos” de un consenso.
La NFLPA busca una compensación significativamente mayor, consciente del valor que sus miembros aportan a una franquicia que genera miles de millones.
¿Un Madden sin Estrellas?
El escenario es una pesadilla para EA Sports y para el propio Goodell. La compañía podría legalmente lanzar un Madden en 2028, pero sería un producto irreconocible.
Los jugadores encontrarían a los Kansas City Chiefs, pero sin Patrick Mahomes lanzando pases, o podrían jugar con los Buffalo Bills, pero el quarterback no sería Josh Allen, sino un avatar genérico con otro nombre y rostro.
El doble frente de Roger Goodell
Para Roger Goodell, esta disputa no llega en un buen momento, pues la negociación de Madden no está ocurriendo en el vacío, y se suma a un clima de tensión ya existente entre la oficina de la liga y el sindicato de jugadores.
Actualmente, Goodell y la NFLPA, ahora bajo el liderazgo de Lloyd Howell, mantienen una pugna pública sobre la posible expansión de la temporada regular a 18 partidos.
Los propietarios de los equipos, con Goodell a la cabeza, impulsan el cambio por los evidentes beneficios en ingresos televisivos.
La NFLPA ha rechazado frontalmente la idea, citando la preocupación por la seguridad y el desgaste físico de sus miembros.
Batalla por los ingresos del Madden
Según informes de la industria, el acuerdo firmado en 2020 para mantener la exclusividad tuvo un valor de 1.5 mil millones de dólares, pagaderos en gran parte a la NFL.
Además, se estima que la franquicia registra más de 2 mil millones de partidos jugados anualmente, demostrando su penetración cultural.
| Entidad | A qué se dedica | Interés |
|---|---|---|
| La NFL (Goodell) | Equipos, logos, estadios, Super Bowl. | Mejorar ingresos para la liga. |
| EA Sports | Desarrollo y distribución del juego. | Mantener la rentabilidad y exclusividad. |
| La NFLPA (Jugadores) | Nombres, imágenes y estadísticas de jugadores. | Aumentar la compensación y beneficios. |
¿Qué pasará con el Madden?
Con la fecha límite de 2027 acercándose, la presión aumenta, pues EA Sports se encuentra atrapada entre su socio (la NFL) y el sindicato (la NFLPA).
Roger Goodell, por su parte, debe actuar como mediador, ya que un fracaso de Madden también perjudica la imagen y los ingresos indirectos de la liga.