Varias escuderías de la Fórmula 1 aprovecharán este Gran Premio de Estados Unidos para cambiar los diseños de sus coches. No de diseños funcionales, sino de los colores de los monoplazas. Racing Bulls, filial de Red Bull, y McLaren cambiarán sus colores. Pero no solo ellos, Fernando Alonso y Carlos Sainz también se subirán a un bólido diferente al que acostumbran.
Y es que en los últimos años, las escuderías aprovechan los Grandes Premios de Estados Unidos para modificar los diseños de sus monoplazas. Suele ocurrir en Miami, en Austin y en Las Vegas. Todo ello porque en suelo americano hay un gran público interesado en la Fórmula 1. Estas iniciativas tienen el objetivo de atraer nuevas audiencias, que tan importantes son para el Gran Circo. La serie de Netflix Drive to Survive y la película F1: The Movie, han ayudado al crecimiento de la competición.
Este fin de semana se celebra el decimonoveno Gran Premio de la temporada. Y todavía quedarían cinco más. México, Las Vegas, Brasil, Barein y Abu Dhabi. La temporada más larga de la historia donde los pilotos no han tenido apenas descanso entre citas. Únicamente un mes en agosto, muy necesario de descanso tras 25 carreras en la que los pilotos se han partido el cobre entre ellos. Además, a falta de seis carreras, el Mundial de Pilotos está que arde entre Piastri, Norris y un Max Verstappen que se ha metido de lleno en la pelea.
El coche de Alonso se inspira en la ciencia
Uno de los equipos que modificará el diseño de su monoplaza es Aston Martin. Fernando Alonso y Lance Stroll llevarán un coche inspirado en la ciencia. La escudería británica lo presentó en Houston con el español y Jak Crawford junto al CEO, Andy Cowell.
“Queremos mostrar la ciencia que hay detrás de nuestro rendimiento y rendir homenaje a la gente que la hace posible. Es una decoración diferente, elegante y llena de significado”, ha señalado Cowell. El AMR25 seguirá teniendo su verde característico como color primario, junto a los detalles negros que también le caracterizan, pero añadiendo detalles gráficos de fórmulas científicas, trazos luminosos y patrones geométricos a lo largo de todo el coche.
Williams también cambia su diseño
Williams sorprendió en la previa del Gran Premio de Estados Unidos con una decoración especial que evoca al mítico monoplaza de 2002. Con este diseño, el equipo británico celebra su colaboración con Atlassian y, al mismo tiempo, rinde tributo a una de las etapas más recordadas de su historia, cuando Juan Pablo Montoya y Ralf Schumacher llevaron al FW24 a competir de tú a tú con el imbatible Ferrari de Michael Schumacher, firmando victorias y grandes actuaciones a lo largo de aquella temporada.
Para conmemorar esta alianza, Williams ha optado por un viaje al pasado, recuperando la icónica combinación de colores de la temporada 2002. Aquel año, el equipo británico firmó un destacado subcampeonato en el Mundial de Constructores, mientras Juan Pablo Montoya completaba una brillante campaña que lo llevó a terminar tercero en la clasificación de pilotos. “Es increíble ver cómo ha cambiado la F1 desde 2002, pero los ingredientes del éxito siguen siendo los mismos: trabajo en equipo, innovación y determinación. El coche luce fantástico y simboliza perfectamente esta nueva etapa”, dijo Juan Pablo Montoya al conocer este nuevo diseño.
“El FW47 con la decoración retro se ve impresionante. Estoy deseando pilotarlo en Austin. He visto de cerca cómo Atlassian está ayudando a transformar al equipo, y el futuro pinta muy prometedor”, comentó Carlos Sainz. Con este nuevo diseño, el piloto madrileño querrá seguir con la buena dinámica. En Azerbaiyán logró un histórico tercer puesto, mientras que en Singapur fue 10 logrando entrar en los puntos.