La victoria de Cruz Azul por 2-1 sobre el América en el Clásico Joven silenció un Estadio Olímpico Universitario dividido, pero la noticia principal surgió horas antes del silbatazo inicial, pues tanto Kevin Mier, como Willer Ditta no estaban en el XI de Nicolás Larcamón.
La ausencia de Kevin Mier y Willer Ditta, dos pilares inamovibles de la defensa celeste, en el once titular desató una ola de especulaciones, sin embargo, tras el partido, el técnico Nicolás Larcamón desactivó cualquier rumor de indisciplina.
El estratega argentino enfrentó los micrófonos con la calma que le dio el triunfo, y explicó que ambos jugadores colombianos no participaron en sesiones clave de entrenamiento durante la semana.
Por lo tanto, su exclusión fue una decisión puramente deportiva y metodológica, apegada a su filosofía de trabajo, y no fue por un tema extra cancha, como se mencionaba en reportes previos al Clásico Joven.
Larcamón explicó los motivos de la ausencia de Mier y Ditta
La polémica nació tras la Fecha FIFA, pues Kevin Mier y Willer Ditta atendieron la convocatoria de la selección de Colombia, pero su regreso a México no salió según lo planeado.
El propio Larcamón confirmó el incidente que les impidió reintegrarse a tiempo con el resto del plantel en La Noria.
“Cometieron un error que nos puede pasar a cualquiera, que es perder un avión en una semana que ya está”, puntualizó el entrenador de La Máquina.
“Incumplieron en la fecha de regreso que tenían y ahí se perdieron dos entrenamientos que teníamos para este partido”, detalló Larcamón.
¿Castigo o Coherencia? El mensaje de Larcamón al vestidor
A pesar de que varios reportes previos hablaban de una “sanción interna”, Larcamón insistió en diferenciar su decisión de una medida punitiva, pues quiso proteger la imagen de sus futbolistas y, al mismo tiempo, reforzar su autoridad basada en el trabajo diario.
“No es una medida disciplinaria”, reiteró el técnico.
“No hay absolutamente nada, son jugadores con una trayectoria inmaculada”. Con esta declaración, Larcamón cerró cualquier tipo de rumor ajeno al vestidor.
El argentino enmarcó la suplencia como un acto de justicia deportiva con el resto del grupo. “Sino que dos jugadores que no están en entrenamientos de cara a la preparación, es consistente de mi parte tomar en cuenta lo que es preparar un partido”.
Rotaciones en Cruz Azul
La decisión de Larcamón fue arriesgada, de dejar en la banca al portero titular y a su líder defensivo contra el acérrimo rival podría haber resultado en una catástrofe.
Esta acción envía una señal contundente a todo el vestidor, pues las reglas de preparación son innegociables y ayudó a reforzar su control en el mismo elenco.
El hecho de que ocurriera en una “semana muy mediática y de resonancia”, como la describió el propio Larcamón.
La mayor validación para Nicolás Larcamón llegó desde el césped, pues el triunfo por 2-1, con remontada incluida, no solo dio tres puntos vitales a Cruz Azul, sino que respaldó de forma rotunda la difícil decisión del entrenador.
Andrés Gudiño, quien tomó el lugar de Kevin Mier, se convirtió en una figura clave. El arquero suplente respondió con varias atajadas determinantes que mantuvieron a La Máquina en el partido. La defensa, aunque modificada, logró contener los embates finales de las Águilas.
Un triunfo que vale más que tres puntos
Para Larcamón, la victoria en el Clásico Joven trascendió el marcador, pues representó la consolidación de su idea y la respuesta de un grupo comprometido, capaz de sobreponerse a las adversidades y a la presión externa, al menos con eso culminó.
“Es un partido importantísimo en la fase regular, el más importante en estas 17 fechas por lo que genera y lo que se pone en juego”, destacó el técnico. “No solamente por el resultado, sino por el desarrollo”.