Los meses pasan y la última carrera del año queda atrás en el tiempo, teniendo que poner las miras ya en la temporada 2017. En menos de un mes todas las escuderías se habrán presentado, los tests habrán dado comienzo y tendremos más claro el lugar de cada monoplaza, lo que se podrá esperar de cada uno para este año 2017. Después de los grandes cambios en el reglamento, puede romperse la hegemonía de la escudería dominante. Ocurrió con Red Bull en 2014, en beneficio de Mercedes. ¿Ocurrirá esta vez? ¿Lo conseguirá McLaren?
A ese clavo ardiendo no son pocos los que se aferran. Las casas de apuestas comienzan a ver a Red Bull como un aspirante serio al título (su victoria se paga a 2,5 mientras que la de Mercedes a 1,60). Y al cambio normativo se aferran muchos en España, y en McLaren. Los jefes del equipo de Woking ya han dicho que aspiran a ser el cuarto equipo, incluso el tercero en la parrilla. Pero los hay más optimistas. Seguro que muchos que estáis leyendo este artículo os habéis preguntado si McLaren podrá dar con la tecla en 2017 para estar adelante. No es una pregunta que se pueda responder, no hasta después de los tests de Montmeló, o quizás incluso hasta el Gran Premio de Australia.
Lo que sí podemos hacer es arrojar luz a ciertos aspectos que se le presuponen a McLaren. En el último año se han vanagloriado de su mejora, sin embargo, quizás al concluir este artículo, su opinión cambie. Para realizar este análisis se han tomado las vueltas más rápidas tanto de Mercedes como McLaren en clasificación, en 2015 y 2016 para determinar la mejora de ambas escuderías y compararlas. Antes de comenzar el análisis en sí, es conveniente explicar por qué se ha elegido la clasificación. A esta vuelta cronometrada se le presupone las máximas prestaciones posibles, y si bien no es del todo representativa, ya que el motor alemán podía dar un plus a una sola vuelta, es la opción más objetiva para analizar la diferencia entre los equipos (sin acceso a datos más exactos como para analizar el ritmo de carrera).
La aventura del binomio anglojaponés comenzó con más sombras que luces, y así fue durante todo el año 2015 en el que la distancia con Mercedes, pese a reducirse (el listón estaba tan bajo que sólo se podía mejorar), hizo sufrir a los aficionados viendo a la escudería de Woking penando en la parte baja de la clasificación.
En la gráfica se puede ver los tiempos (en segundos) en clasificación de ambas escuderías (del piloto que marcó la vuelta más rápida en cada equipo). La gráfica no aporta mucha información, pero sí lo hace la siguiente.
En la gráfica se observa la distancia real en clasificación entre ambas escuderías. Es un gráfico bastante representativo en el sentido de que las condiciones de la pista eran idénticas para ambas (o muy similares en los casos en que McLaren no alcanzó la Q3; pese a ello se ha decidido comparar con el mejor tiempo de la pole de Mercedes para evitar falsear los resultados en caso de que los de Stuttgart no dieran el 100% en Q1 o Q2). La diferencia alcanza su valor máximo en Australia, donde se encontraban a 5 segundos, y si bien en Singapur apenas se hallaban a 1 segundo (Mercedes tuvo severos problemas, se encontraron en la mitad del top ten) la distancia media fue de 2,669 segundos. La evolución a lo largo de la temporada es real, hallándose al final de temporada a entre dos segundos y dos segundos y medio.
Llegó el verano, McLaren, y sobre todo Honda habían encontrado sus problemas y habían de darles solución. Los de Woking prometían un chasis de primera clase, que les permitiera luchar por podios una vez el motor japonés mejorase lo suficiente. No fue así. La unidad de potencia mejoró considerablemente, pero el mejor resultado de McLaren fue un quinto puesto. Los ingleses prometieron una mejora de dos segundos que les llevase a competir con los primeros monoplazas, y como veremos, la mejora llegó, únicamente no se consideró que Mercedes pudiera crecer casi de igual forma.
Nuevamente se presenta un gráfico comparativo entre los tiempos en clasificación, esta vez en 2016. Siendo la diferencia entre ambas escuderías la siguiente.
La diferencia se hizo menor en diferentes circuitos, siendo la menor en Hungría, situándose en apenas 1,246 segundos, y máxima en Bahréin, donde se rozaron los 3 segundos. La diferencia media fue de 2,018 segundos. Esto supone una mejora de 651 centésimas de un año para otro.
Aquí podríamos finalizar el análisis, ya que a continuación compararemos datos de 2015 y 2016, los cuales no serán tan representativos. En primer lugar porque las condiciones de la pista serán diferentes, en algunos casos los neumáticos utilizados también lo fueron. Sin embargo, al trabajar con medias aritméticas esperamos dotar de la robustez necesaria a los datos para que puedan tener cierta validez. Además, desconoceremos qué mejora (o en qué medida podría penalizarse) se deberá a las condiciones de la pista y qué parte a la mejora de los monoplazas. En cualquier caso, a priori, esas mejoras, o penalizadores, afectarían igual a ambas escuderías.
A continuación se presenta la mejora de Mercedes y McLaren en cada circuito.
Lo primero que salta a la vista al ver el gráfico es el hueco correspondiente al Gran Premio de Estados Unidos, esto se debe a que en 2015 la clasificación fue en mojado, el domingo tras el diluvio del sábado, y la mejora tanto en McLaren como en Mercedes sería de unos veinte segundos, desvirtuando el análisis. Lo siguiente que llama la atención es el pico en el Gran Premio de Malasia. Esto se debe a que al contrario que en el resto de grandes premios, pasó más de un año natural entre 2015 y 2016 (en 2015 fue la segunda prueba del campeonato y en 2016 tuvo lugar después del Gran Premio de Singapur), además que en 2015 las condiciones fueron lluviosas, con bajas temperaturas.
Mercedes mejoró en torno a 2,029 segundos, mientras que en McLaren la mejora fue de 2,696 segundos. Es decir, la mejora real, como se mencionó anteriormente, fue de algo más de 6 décimas. Si presuponemos un crecimiento lineal a ambas escuderías, en cuatro años McLaren alcanzaría a Mercedes. Sin embargo, la tecnología tiene un límite, y es probable que Mercedes esté cerca de alcanzarlo, momento en el que su crecimiento sería asintótico. Es decir, McLaren mejoraría mucho más que los alemanes. Se podría proponer una cifra, sin embargo, sería inútil, pues la normativa ha cambiado, la tecnología lo hará, y el límite será otro.
En el gráfico se ve la mejora de McLaren respecto a Mercedes. Los grandes premios en los que la recta toma valores negativos, Mercedes mejoró a McLaren (Bahréin, Canadá y Singapur), siendo la mayor mejora la de Australia (casi tres segundos) y sorprendentemente en Bélgica (casi dos segundos y medio).
Finalmente, a modo de curiosidad, se presenta un gráfico en el que comparamos el Mercedes de 2015 con el McLaren de 2016.
Como podemos apreciar, en los circuitos en los que el resultado es negativo, el Mercedes de 2015 fue más rápido que el McLaren de 2016, lo que nos permite saber que sí, Mclaren hubiese luchado por el título en 2016 si Mercedes (y el resto de escuderías) no hubiese realizado progreso alguno.
¿Qué podemos concluir de este análisis? Más bien poco. Como se ha mencionado, el reglamento va a cambiar. Se habla de mejoras de en torno a 5 segundos. ¿Podrá entonces McLaren mejorar 7 segundos para poder luchar por el título? Viendo que después de haber tocado fondo en 2015 no pudieron ni tan siquiera alcanzar el nivel de Mercedes en 2015, se podría decir que la situación no es halagüeña precisamente.
Los tiempos en los que los de Woking podían hacer un coche competitivo parecen lejanos. En 2011 fueron subcampeones. En 2010 pudieron ser campeones si la mala suerte no se hubiera cebado con sus pilotos. La base está ahí, Ron Dennis aseguró que para la temporada 2017 contarían con el mejor equipo técnico. Tanta confianza parecen tener que no han pretendido siquiera seducir a Paddy Lowe… La otra pregunta que debemos hacernos es: ¿Podrá Honda equipararse en prestaciones a la unidad de potencia alemana? Las últimas noticias aseguran que han cambiado su diseño, que llevan preparándose para esta temporada desde hace dos años. Ahora, sin sistema de tokens, al menos tienen la oportunidad de lograrlo.
Los datos son estos y cada uno puede sacar sus propias conclusiones. Lo importante es que, en menos de un mes, podremos empezar a intuirlo. En cualquier caso, la esperanza es lo último que se pierde.
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Imagen destacada: El Confidencial
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