Ciclismo Entrevistas

Iñigo Elosegui, a fuego lento (I)

Natural de Zierbena (País Vasco), Iñigo Elosegui, con tan solo 23 años, ha cumplido uno de sus sueños: formar parte de uno de los equipos más importantes del ciclismo, el Movistar Team. Aunque la pandemia y unas lesiones musculares le han impedido estar al máximo al inicio de esta temporada, Elosegui continúa soñando con correr una gran vuelta. Actualmente, es un valor seguro para su equipo y, a pesar de su corta edad, tiene las ideas muy claras. Amante del piano y del mundo japonés, es un ciclista que lleva mostrando su talento desde categorías inferiores, lo que hizo que el conjunto navarro se fijara en él.

Viernes de abril. Tarde de ciclismo. El pelotón corre la Vuelta al País Vasco. Íñigo Elosegui enciende la televisión para ver la quinta etapa. ‘Hoy han ido rápidos, daban miedo’, comenta cuando finaliza desde el sofá gris de su casa en Zierbena con su pelo despeinado y un atuendo de estar por casa. A pesar de estar sentado, es evidente su gran altura y su delgadez. La carretera por donde ha pasado la carrera se la conoce bien, ‘la última bajada es un puerto que hacemos en muchas carreras desde cadetes y es mala’, asegura. Esta es la vuelta de su tierra, la que espera algún día poder correr. Sabe que, en un año sin pandemia, tendría a todo su pueblo animándolo. ‘Piel de gallina sólo de pensarlo’, dice ilusionado. Pero para llegar hasta donde está ahora ha tenido que recorrer un camino en el que ha tenido muchos éxitos pero, a su vez, ha sido duro.

Su talento viene de familia, es nieto de José Antonio Momeñe -4º en el Tour de 1966; ganador de etapa en Giro y Vuelta-. De pequeño jugaba al fútbol y, aunque parezca mentira, su abuelo no le animaba a ser ciclista. ‘Sabe lo que se sufre en el ciclismo y estaba muy contento conmigo en el fútbol’. Sin embargo, no le hizo mucho caso y se define como ‘nieto rebelde’ para el que su abuelo ha sido su ídolo. Tras ello, comenzó a correr en el Club Ciclista Trapagaran/Renault Autonervión ‘donde empecé a relacionarme con el mundo del ciclismo, a conocer gente, a saber lo que es competir y ya a disfrutar en la bici con los entrenamientos de equipo’. Lo recuerda como ‘años de mucho disfrute’.

El gran salto

Después llegaron la Fundación Euskadi y el equipo Lizarte, otros equipos que le han visto crecer y donde aprendió verdaderamente el oficio de ser ciclista. Con la Fundación, ‘pasa de ser un juego a ser casi un trabajo, aunque sin cobrar’, explica. Solo tiene buenas palabras para referirse al equipo Lizarte, el que define como ‘la mejor escuela que he podido tener’.

‘El equipo Lizarte es la mejor escuela que he podido tener’

Iñigo echa la vista atrás, mientras sonríe, para recordar sus victorias más importantes: el campeonato de España sub23 en 2018 y el Memorial Valenciaga en 2019, la prueba más prestigiosa de un día del calendario aficionado que ganó vistiendo el maillot de campeón nacional. Declara con nostalgia que ‘ha sido lo máximo que sueña con ganar cualquier sub23. Han sido seguramente mis mejores victorias. Hay otras que he disfrutado mucho también pero estas más’. En el campeonato de España, tenía a su familia viéndolo y el Memorial lo disputó cerca de casa. Siempre que pueden, su familia y sus amigos van a animarlo a las carreras y eso para él es fundamental.

Iñigo Elosegui celebra su victoria en el Memorial Valenciaga en 2019

Todo ello le puso en el punto de mira de Eusebio Unzué, manager general de Movistar Team, que contactó con sus representantes ya que le gustaba cómo se desenvolvía en las carreras cuando estaba en Lizarte. Esto marcó un antes y un después en su vida, con una carrera que ha ido forjando poco a poco ya que no hubo prisa para que pasara ya al ‘WorldTour’, la primera división del ciclismo. ‘Al finalizar el año 2018 acordamos hacer un año más en Lizarte para seguir creciendo y luego ya firmé para 2020 en Movistar. Fue un paso natural y sencillo pero con mucho curro. Tuve la suerte de que se fijó rápido en mí’, afirma moviendo la cabeza.

También reconoce que se nota mucho la diferencia entre categorías, ‘más que en los momentos de las subidas o en los vatios, se nota más en la velocidad en el llano’. ‘Parece tontería pero los momentos clave cambian’, admite con su característico acento vasco. Correr en Movistar Team significa compartir equipo con uno de los mejores ciclistas del mundo, Alejandro Valverde, por el que siente una evidente admiración. ‘Es una pasada’, afirma inquieto. Esta emoción hace incluso que a Iñigo se le escape alguna palabrota. ‘En mi primera concentración en Calpe compartí habitación con él y decía: ‘ostia, he pasado de estar en sub23 a de repente estar aquí con Valverde’’.

El pasado año lo comenzó al otro lado del charco, en la Vuelta a San Juan en Argentina. Fue la primera carrera en la que lució la ‘M’ azul del equipo español. ‘De todas las carreras que he hecho ahora casi sería en la que mejor me he encontrado. Es una carrera en la que se empieza un poco más tranquilo al ser en enero pero en los momentos clave tanto en la subida como en la crono tuve sensaciones muy buenas y volví muy contento a casa -explica hablando por los auriculares conectados a su móvil-. Luego ya vino todo lo de la pandemia y algún problema físico y ya me costó un poco más darle la vuelta’.

Iñigo Elosegui en el podio del campeonato de España sub23 en 2018

PARTE DOS

PARTE TRES

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Fuente fotografías: Movistar Team, @inielosegui

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