El francés gana por primera vez como campeón del mundo por delante de Van Der Poel
La salida y la escapada
En la salida de Leuven se encontraban hoy un Alaphilippe con ganas de de enmendar su doble error de Lieja, un Van der Poel con ganas de defender su título del año pasado y un buen número de aspirantes como Colbrelli, Barguil, Trentin, Wellens o Kwiatkowski.
La escapada lejana la protagonizaron Juraj Sagan, Michael Storer, Mattias Jensen, Edward Ravasi, Andrea Peron y Clement Chevrier que más que ser atrapados por el pelotón fueron cayendo maduros a medida que por atrás las cosas se ponían serias.
La pareja del día
El Deceuninck dejó muy claro desde el principio que corrían para el campeón del mundo y no les importó quemar a corredores de primerísimo nivel como Zdenek Stybar para lanzar los ataques del francés, el primero de entidad a 57 Km de meta. En este ataque Mathieu Van der Poel no estuvo del todo atento y perdió de vista a Alaphilippe, este error no volvería a repetirse y en lo que quedaba de clásica, los dos corredores serían inseparables.
Cada vez que algunas de las cortas pero intensas cotas del circuito se ponían en el camino el resultado era siempre el mismo, el maillot Arcoíris y el del campeón de los Países bajos se separaban del resto.
A veces los acompañaban otros corredores como Sonny Colbrelli que sabe lo que es ganar esta prueba, unos sorprendentes Alessandro Covi y Omar Fraile, Tim Wellens o Michal Kwiatkowski, que se mostró más voluntarioso que efectivo durante toda el día, sería interesante saber hasta dónde podría llegar el de Chelmza si no hipotecara la mitad de la temporada como gregario de super lujo en el Tour.
La resolución
La historia se repitió varias veces y el grupo compuesto por Van der Poel, Alaphilippe y compañía siempre era alcanzado por otro que venía desde atrás. Sin embargo, en el último paso por el Moskesstraat se hizo el corte definitivo. A la pareja del día les acompañó Benoit Cosnefroy, que lejos de esconderse y dejar hacer a sus acompañantes, se mostró solidario en el relevo e incluso atacando en las cotas, consciente de que en el sprint era el más lento.
En el sprint, el de AG2R se lanzó primero tratando de sorprender. Alaphilippe pronto lo alcanzó y se puso por delante, Van del Poel que parecía tener más piernas se quedó encerrado entre los franceses y tardó demasiado en lanzar su ataque que solo le sirvió para ser segundo. Pero aún así estuvo muy cerca de robarle la cartera a “Loulou” que cruzo la meta con los brazos en alto pero con cara de terror al ver que la pesadilla de Lieja podía repetirse.
Fuente: Procyclingstats
Clásicas = Espectáculo
Alaphilippe ha podido quitarse en parte la espinita y ganar su primera carrera vestido con el maillot multicolor, pero seguro que soñará toda las noches con que los ciclocrossmans lo adelantan sobre la línea de meta.
Puro espectáculo en las clásicas de primavera de este otoño en las que nadie se deja nada para mañana. Perder la rueda del corredor precedente un solo metro puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso.
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