Alfredo Cabrerizo ha resuelto conformar la plantilla de Río Duero para la 25-26 pronto, antes del Pregón de fiestas de Soria y para no ser molestado en la cosecha de cereal que arranca en estas fechas. Nuevamente ha tenido que lidiar con la fuga de talento y reinventarse para proponer un equipo competitivo cómo viene siendo en las últimas campañas.
El primer objetivo en mente es la Copa Ibérica, que se celebrará en Los Pajaritos probablemente en las fiestas del patrón de la ciudad. Sólo Joan Domenech continuará en la rotación inicial del equipo respecto a la temporada anterior, pero esto tiene trampa.
Las mismas directrices
Grupo Herce ha sido el único equipo mortal de la SVM que ha podido plantar cara a la Bernarda Alba de la competición: Guaguas. El único que ha podido rascarle un título (Copa 2023) y el único que en ocasiones le ha podido competir de tú a tú ganándole partidos tanto en liga regular cómo en play-offs.
Todo esto con la rémora de tener que reconstruir su plantilla cada verano fruto de la explosión de jugadores que crecieron en Soria y emigraron a nuevos retos. La filosofía de la entidad es clara: jugadores jóvenes con proyección, un opuesto decisivo y exprimir al máximo lo mejor de cada uno.
Sólo así se explica el crecimiento de Lucas Lorente, que Álvaro Gimeno sea el opuesto referencia de la selección española, que Jaime Arjones pase en un año de descender a Súper 2 a jugar en Francia o que Davi Tenorio fiche por la Lube. Simplemente Soria, simplemente Alberto Toribio.
Reconstrucción poco traumática
Siendo conocedor Alberto Toribio de que en su plantilla volvía a haber jugadores golosos que iba a perder para la siguientetemporada, en esta ocasión a vuelto a convencer a 3 jugadores del núcleo duro de la temporada 22-23 en la que se conquistó la Copa: Juanpi Moreno, Lucas Lorente y Pele Vargas.
Por lo tanto esa transición de cada verano, este año puede ser más llevadera con jugadores que conocen la ciudad, el club y la dinámica de trabajo del entrenador. Para empezar la ecuación colocador-opuesto la tiene resuelta, que no es poco para un equipo de voley. Lucas Lorente vuelve a casa de María tras su experiencia en Bélgica dispuesto a volver a ser un colocador de referencia en la Superliga y Moreno volverá a dar los puntos necesarios en el opuesto en el equipo que lo vio volar y ser MVP de la Copa.
Cuando Pele Vargas salió de Río Duero la pregunta era: ¿Quién va a asumir los puntos del puertorriqueño ahora? La respuesta fue rápida: Adrián Olalla. En esta ocasión será a la inversa y si Pele está al nivel que demostró en la etapa anterior le veremos de nuevo bajar al piso esas bolas altas y hacer mucho daño en el saque.
Jugador muy difícil de sustituir
Quizá la salida más difícil de suplir para esta temporada sea la de Pepe Villalba. El capitán ha ido creciendo durante 5 en el club y sin duda era el pegamento que unía todo en la pista en cualquier aspecto del juego.
El club ha apostado para esta posición por Omar Hoyos, buscando la complicidad puertorriqueña con Vargas y por el chaval noruego Kalstad, del que alguno habla maravillas, hay que verlo. Hoyos no hizo una gran temporada la pasada campaña en Teruel , pero si Toribio lo mete en vereda puede ser un buen complemento para su compatriota en la línea de recepción.
Para la posición de líbero, el míster vallisoletano tira de Arnau Masía, al que conoce perfectamente de la Blume desde edades tempranas y tirar de la Blume para Toribio es jugar a lo seguro cómo ha demostrado año tras año.
Apuesta de nuevo por los jóvenes
Joan Domenech se queda por tanto cómo el único superviviente en el camino de Toribio en Soria, y este año su pareja en el centro de la red será Azzdin Mimoun. A bote pronto es un jugador muy Toribio, con mucho muelle en las piernas, inteligente en bloqueo defensivo y con saque peligroso, ideal para un equipo que no es muy atacante por el centro y prioriza otras cualidades en sus centrales.
Lo juveniles de Río Duero realizaron un gran campeonato de España en mayo y esperarán la oportunidad que suele dar Toribio en Superliga. Alejandro Villalba ya tuvo partidos la temporada pasada y será el tercer central, Carlos Montero parece que será el opuesto suplente y el club da la alternativa en la primera plantilla a una joya de 18 años cómo es Diego Miguel.
Con estos mimbres, Soria tiene nuevamente la base para pelear las rondas finales de los títulos. En una liga tan igualada del puesto 2 para atrás, Soria lleva 3 años siendo superior al resto de equipos, que son conscientes que necesitan elevar su nivel. La clave esta temporada para los castellanos puede estar en el puesto de receptor entre Hoyos y Kalstad, que uno de los 2 funcione en la rotación y se adapte a lo que quiere Toribio.
IMÁGENES CEDIDAS POR LOS CLUBS Y ORGANIZACIÓN,
TOMADAS DE LA WEB DE LA RFEVB,
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