VALENCIA BASKET 84 — CLUB JOVENTUT DE BADALONA 60
Partido sin mucha historia y con un Valencia Bàsquet que empezó frío en defensa y en ataque pero que poco a poco fue encontrando su juego y anulando el del rival. Romper en el segundo cuarto, sentenciar en el tercero y disfrutar en el último cuarto.
Segundo partido de la Liga Endesa y estreno liguero en una Fonteta que empezó algo fría con el un horario que invitaba más al bocadillo que a la animación y en la que el cuadro local tardó en entrar en calor con un ataque errático y muy individual. Todo esto lo aprovechó el conjunto de Badalona para marcar una primera distancia importante (4-11). Con la mejora ofensiva llegó la remontada taronja de la mano de un entonado Ojeleye y sus 7 puntos en el primer parcial. Ambos conjuntos quisieron correr mucho y corrieron demasiado, cayendo en algunas ocasiones en la precipitación. Escasa ventaja tras los primeros 10 para los de Pedro Martínez que estuvieron tan apagados como las luces de la Fonteta durante unos minutos.
Con la vuelta de la luz y de la defensa en el segundo cuarto, empezaron a llegar las diferencias para los locales aún sin cumplir con las previsiones de juego, alegre, eléctrico y vistoso que todos teníamos para este partido. La dirección de Jovic, los rebotes de Costello y la baja efectividad del equipo catalán, vestido hoy de un rosa pálido poco habitual, permitieron a los valencianos, hoy de azul marino, llegar con un desahogado 34-24 al descanso y con la impresión de tener el juego y con él el marcador más que controlado.
Si al descanso tenía el partido controlado, el parcial anotador se convirtió en festival para llevar la renta taronja por encima de los 20 puntos y con los jugadores disfrutando y gustándose sobre la cancha. Cambios continuos, ritmo alto, ataques vertiginosos, todo al más puro estilo Pedro Martínez y una diferencia que fue in crescendo hasta el 62-43 transcurridos los 30 minutos de partido. Participación coral, aportación colectiva y fiesta del público. Todo aderezado con unas manos siempre arriba en la defensa y unos pies siempre activos para llegar a cualquier rincón de la parcela defensiva.
Tímida reacción verdinegra al inicio del último parcial que cortó el técnico de los valencianos para que los suyos volviesen a apretar las clavijas defensivas para evitar sorpresas. Ojeleye en plan estelar y luciéndose en las acciones ofensivas. A 13 llegó a ponerse la escuadra visitante para amagar con la remontada pero nada más lejos de la realidad. Vuelta a la eficacia anotadora, a los triples liberados y a la velocidad entre canastas para dejar el marcador final en un claro y contundente 84-60. El juego interior de la Penya, sin su bastión Ante Tomic, fue muy inferior al del Valencia Bàsquet y en ello se basó gran parte de la superioridad y el de menos a más de los propietarios del pabellón.