Fútbol

Un Rayo para Vallecas

El que haya estado en Vallecas sabe que el Rayo no puede jugar de forma defensiva. El salir al campo a contemporizar y esperar a que el rival mueva ficha no es aceptable entre la afición de la franja, que si por algo se caracteriza es por amenazar el orden establecido rebelándose de manera vehemente en los alrededores del antiguo Teresa Rivero. Los hinchas que cada semana se agolpan en Payaso Fofó son de naturaleza inquieta, con una mentalidad desconcertantemente positiva, quizá marcada por estar disfrutando del mejor momento de la semana, fuera de la rutina de un barrio de clase obrera.

El Rayo de Andoni Iraola juega con el mismo planteamiento independientemente del momento y el lugar, le da igual que enfrente se encuentre el Bayern de Múnich o el Alcoyano, la premisa siempre es la misma: tener el control del partido e intentar herir al rival lo más rápido posible. Es preciso incidir en esto último, porque los vallecanos no pretenden masticar las jugadas con sucesiones de pases interminables hasta ahogar al contrario, sino que mueven el balón de la forma más dinámica posible para encontrar rápido a sus dos extremos y generar duelos individuales que acaben en jugadas de peligro.

 

EXTREMOS RESOLUTIVOS

Álvaro García e Isi están siendo clave en este sentido, con el primero sumando 3 goles y dos asistencias en lo que va de curso mientras que el segundo ha conseguido que el cuero bese la red en 5 ocasiones, habiendo repartido 3 pases de gol. Especialmente meritorio es el caso del utrerano, que tras despertar más críticas que elogios cuando llegó a Vallecas siendo el fichaje más caro de la historia del club hasta entonces (4.5 mill), ha sabido reencontrarse con su fútbol previo paso por Segunda División para ser uno de los héroes del ascenso y posteriormente indiscutible en la banda izquierda.

Álvaro García regateando a Negredo.

Fuente: Radio Marca

Por ese costado siniestro forma posiblemente la asociación más potente del equipo con Fran García. El lateral zurdo, recientemente firmado por el Real Madrid para la próxima temporada (según palabras de Martín Presa), es un cañón que sube y baja incansablemente durante los 90 minutos. Fino en la combinación y agradecido en el esfuerzo, debe mejorar en la calidad de sus centros, ya que solo cuenta con dos asistencias en su haber este curso (pocas para un club de la exigencia del Real Madrid y en base al potencial que tiene).

CATENA PARA COMPENSAR

La libertad de la que goza para improvisar en fase ofensiva es viable gracias al guardaespaldas que tiene a su derecha. Alejandro Catena está cuajando una campaña notable, que ya le ha valido el más que posible traspaso a Osasuna en junio (acaba contrato).

El central madrileño es un pilar básico en salida de balón y asimismo tapa las carencias de un Lejeune que es una de las piezas más débiles del equipo, junto a Balliu. Además, supone la principal amenaza a balón parado y ejerce de líder vocal de la zaga vigilando que sus compañeros tiren bien la línea.

Catena jugando para el Rayo.

Fuente: Twitter.

Como ya se ha dejado entrever, la parte derecha de la defensa no es de tantos quilates como la izquierda, y es que en fase ofensiva los pases de Balliu que hayan superado alguna línea esta temporada se cuentan con los dedos de una mano, si bien es cierto que defensivamente atesora el pundonor y coraje necesarios para no ser una debilidad manifiesta.

EL TEMPORADÓN DE ÓSCAR VALENTÍN

Los actores mencionados en las líneas anteriores pueden estar pasando por un mejor o peor momento de forma, pero sin duda la parcela más importante del esquema del técnico vasco es el centro del campo, con especial mención a la sobresaliente temporada que está firmando Óscar Valentín. El pulso del equipo lo marcan las botas del ex del Rayo Majadahonda, moviendo el esférico de un lado al otro dependiendo de por dónde le convenga más atacar a los suyos. 

Además, cuando pierden el balón es el primero en apretar al adversario, en un ejercicio de presión tras pérdida de 7-10 segundos que es impactante a pie de campo por la intensidad y unisonancia con la que lo ejecutan los once jugadores. 

Óscar Valentín jugando para el Rayo.

Fuente: Twitter

Comesaña y Trejo no suelen cometer pérdidas innecesarias y contribuyen a que la circulación de balón sea fluida y no se corte cada tres pases, con el Chocota especialmente empeñado en hacerse notar en el último tercio de campo, donde aún le queda magia para asistir a un Camello que, pese a no tratarse de un nueve puro, está rindiendo bien como punta de lanza.

Con 29 puntos tras 19 jornadas disputadas, el Rayo se sitúa en una séptima posición que hace soñar con posibles aventuras europeas en el futuro (siempre que la UEFA lo permita), pero para ello debe no dejar escapar puntos contra los a priori rivales más débiles como han sido Mallorca o Getafe en esta primera vuelta. Si bien es cierto que frente a los grandes de la competición aún no se ha perdido, será un reto de extrema dificultad repetir esta hazaña en la vuelta, y más aún cuando se estén jugando el campeonato, por lo que es necesario casi hacer un pleno en los encuentros asequibles para paliar este probable déficit. Se entre o no en Europa, lo que es seguro es que Vallecas se seguirá ilusionando cada fin de semana, porque no hay nada más gratificante para un aficionado que sentirse identificado con su equipo, y este Rayo lleva el alma de Vallecas.

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