La temporada 2021 fue muy dura para Rafa Nadal. El pie no dejaba al manacorí sacar todo su potencial en pista y tuvo que poner fin a su temporada a mediados de año para someterse a un tratamiento que pondría en duda el comienzo del 2022. Con todo esto, el mallorquín estaba con ilusión por afrontar un nuevo reto.
La gira Australiana y el vigésimo primer Grand Slam
Nadal viajó a Australia con incertidumbre tras pasar el Covid-19 en navidades de 2021 pero llegó a tiempo para jugar el Melbourne Summer Set (ATP 250) como preparación para el Abierto de Australia. En este torneo partiría en ambos cuadros, tanto en individuales como en dobles, haciendo pareja con Jaume Munar.
El español necesitaba ritmo de partidos y comenzó su andadura midiéndose contra Ricardas Berankis (Nº 104 en esos momentos). Nadal ganó (6-2; 7-5) y, tras la retirada de Griekspoor, avanzó a la final tras batir a Ruusuvuori en sets corridos. En esa final contra Maxime Cressy (112), Rafa Nadal conseguiría su primer título en su primer torneo de 2022 ganando al americano en dos sets (6-3; 7-6). En el cuadro de dobles lograron una victoria pero se retiraron en la siguiente ronda.
Con este título en el bolsillo, la confianza con la que se presentaba en el primer Grand Slam del año era distinta. Con el cuadro realizado, y yendo partido a partido, Rafa fue pasando de rondas tras vencer a Giron, Hanfmann, Khachanov y Mannarino solo cediendo un set ante el ruso. El español ya estaba en segunda semana y en frente estaba Dennis Shapovalov.
Con el pase de semifinales en juego, Nadal se haría poseedor de las dos primeras mangas (6-3; 6-4), pero una pérdida de nivel por la humedad y las malas sensaciones, obligaron a ambos a batallar en el quinto set que se decantó por parte del, hasta el momento, campeón de veinte “grandes”.
En semifinales le tocó Berrettini, un hueso muy duro que solventó gratamente para colarse en la final del Abierto de Australia. Allí, junto a Daniil Medvedev, nos regalaron uno de los partidos del año. El ruso ganó los dos primeros sets y, cuando estaba todo perdido, Rafa Nadal volvió a resurgir una vez más para darle la vuelta a la situación y remontar el partido. Este apasionante encuentro, que acabó 2-6; 6-7: 6-4: 6-4: 7-5, le dio a Rafa su segundo Open de Australia y su vigésimo primer Grand Slam.
Paso por México e Indian Wells
Tras triunfar en Australia, Nadal quería seguir con su gran estado de forma en el ATP 500 de Acapulco. Y sí, esa buena racha siguió en México, dónde ganó a Medvedev y Norrie, entre otros, para ganar el título. El español logró el cuarto título en tierras mexicanas y, en esta edición, no perdió ni un solo set.
En el desierto de Indian Wells la papeleta estuvo más complicada. Nadal se vio contra las cuerdas ante Korda en 2R, un partido que tuvo que decidirse en el tie break del tercer set pero que finalmente el manacorí encontró la escapatoria. Más tarde, venció a Evans, Opelka y Kyrgios en buenos partidos y se midió en una semifinal española ante Carlos Alcaraz. Con el viento de protagonista, Nadal ganó en tres sets y se metería en la cuarta final consecutiva.
En la final, Rafa acusaría una pequeña lesión en la costilla que se hizo en el partido contra Alcaraz, y su juego se vio afectado. Nadal no estaba al 100% competitivo y Fritz terminó alzándose con el primer Masters 1000 del año.
Dudas en la gira de tierra
La fractura en la costilla impidió a Rafa Nadal competir de una forma adecuada en su parte del año favorita: la gira de tierra. Nadal no pudo disputar ni en el Masters 1000 de Montecarlo ni en el Conde de Godó. Con la vista puesta en Roland Garros, su primer torneo en tierra fue en el Masters 1000 de Madrid. En la capital española no estuvo completamente cómodo, tanto por la falta de ritmo de partidos como por la particularidad de jugar en altura. Nadal jugó tres partidos perdiendo en el choque español con Alcaraz en cuartos, y puso rumbo a su próximo destino: Roma.
En Roma las condiciones le gustan más. En 2R ganó cómodamente a John Isner por 6-3; 6-1. En tercera ronda hizo un partido espléndido ante Shapovalov hasta que su pie dijo basta y le limitó para sacar su mejor tenis. Rafa cayó eliminado y llegaba a Roland Garros con poca preparación.
En la tierra de París fue haciendo su camino. Ganó sin complicaciones a Thompson, Moutet y Van de Zandschulp respectivamente, y se metió en 4R. Un combativo Auger-Aliassime estuvo a punto de eliminar al “Rey de París”, pero Nadal se llevó el quinto y definitivo set. En cuartos, el primer duelo de 2022 contra uno de sus máximos rivales: Novak Djokovic. El español salió enchufado a la pista y le compitió de tú a tú al vigente campeón de Roland Garros. Nadal ganó ese partido (6-2; 4-6; 6-2; 7-6) y le dio un chute de moral para afrontar lo que venía. Zverev, en semifinales, le dio guerra a Rafa hasta que el alemán cayera lesionado y lo obligara a retirarse cuando el marcador iba 7-6; 6-6 a favor de Nadal. A pesar de la desgracia, Rafa llegó a la final otra vez más.
La final contra Casper Ruud era una gran oportunidad para conseguir el Grand Slam número 22. No hubo color. Al noruego le pesó jugar contra Nadal y cayó por un 6-3; 6-3; 6-0. Así, Rafa logró el 14 Roland Garros de su carrera deportiva.
Una segunda parte del año complicada
Tras ganar Roland Garros, Rafa se sometió a un nuevo tratamiento en el pie ya que, como él mismo reconoció, jugó el torneo francés con el pie dormido. Esto provocó dudas en su participación en Wimbledon, pero Nadal llegó bien a Londres.
Luego de dos semifinales consecutivas en sus dos últimas participaciones, Nadal debutó contra Cerúndolo con la esperanza de hacer un buen torneo. Ganó al argentino y fue avanzando tras derrotar a Berankis, Sonego, Van de Zandschulp, aunque con dudas y con molestias en el abdominal. En cuartos, esas pequeñas molestias en el abdomen salieron a la luz y sufrió bastante para ganar a Taylor Fritz en cinco mangas. Ya en semifinales, Rafa no pudo salir a pista tras verse incapaz de competir al 100%.
Con un merecido descanso después de lo que llevaba de temporada, el manacorí fue a la gira americana pensando competir en Canadá y Us Open. Viendo que el abdominal no estaba listo, suprimió el Masters 1000 de Canadá y eligió el Masters 1000 de Cincinatti, donde cayó rápidamente contra Coric en su primer partido.
Nadal, una vez más, llegó con poca preparación a otro Grand Slam. Pero esta vez no le fue tan bien las cosas. En el Us Open se vio que Nadal no estaba en su mejor momento y se despidió del público estadounidense en 4R cayendo con un jugador local, Frances Tiafoe.
Entre sus próximos compromisos, el mallorquín viajó a Londres para acompañar a su amigo y rival, Roger Federer, en su despedida como tenista profesional. Juntos, jugaron un partido de dobles en la Laver Cup que perdieron frente a Tiafoe y Sock. A Rafa se le vio muy emocionado por el final de carrera del suizo y, tras esto se fue a casa a terminar de preparar la temporada.
Gira indoor y final del 2022
Tras casi dos meses sin competir, el Masters 1000 de París fue el siguiente torneo marcado en el calendario de Rafa Nadal. Esa ausencia de partidos se vio reflejada en la pista, ya que Nadal no pudo con Tommy Paul y dijo adiós a las primeras de cambio.
De París a Turín a disputar las ATP Finals en un grupo donde se enfrentaría a Fritz, Aliassime y Ruud. Contra el estadounidense no jugó un mal primer set, pero acabó cayendo en dos mangas. Contra el cadaniense estaba al límite, pues una derrota le eliminaba del torneo prácticamente. Nadal nunca estuvo cómodo en pista y se notó, perdió 3-6 y 4-6. En el tercer partido, dónde ya no se decidía nada, el español le ganó a Ruud y acabó el año con una victoria.
Fuera de competiciones oficiales, Nadal hizo con Ruud una gira por Sudamérica que le va a ayudar para empezar el 2023 con partidos a las espaldas. ¿Qué pasará este año? Sin duda estamos expectantes a que empiece esta nueva temporada y que sigamos disfrutando del tenis.
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Fuente de la foto principal:
ATP Tour
