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El adiós del tiburón (III)

 

Para finalizar el artículo, dejamos algunos de los episodios más anecdóticos de su carrera y una reflexión final, sin más pretensión que la de generar cierto debate, sobre gustos no hay nada escrito y cada corredor provoca unas sensaciones en el espectador, más allá de los resultados.

Sus últimos años

Después de sus años dorados en Astaná, logrando dos Il Lombardía, el monumento de los escaladores. Uno en las filas de Astaná y otro en las de Bahrein Mérida. Vincenzo sale camino a Trek. Todavía sigue siendo un grande del pelotón, pero sin posibilidad de ganar una gran vuelta, deja buenos resultados y algún día asombroso como su victoria en San Remo en 2018. Tras un descenso del Poggio de moto GP y una llegada histórica en San Remo. Ese sería su tercer y último monumento.

Vincenzo sigue siendo habitual de los top 10 de grandes vueltas (16 en toda su carrera). Pero ahora sus objetivos son dejar ver esos nuevos patrocinadores y buscar triunfos parciales.

2016 le deja otro de esos sinsabores que también probó en sus carnes, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Otro momento en los que Vincenzo pudo lucir la “Azzurra”, algo muy significativo para él, aunque su mejor resultado solo pudiese ser un cuarto puesto en Verona 2013. El circuito presentaba una ascensión muy dura y un descenso difícil, eso precisamente le hacía favorito junto a su visión de carrera.

Hizo lo que tenía que hacer, se movió cuando debía, pero el descenso, que otras veces le dio resultados, en esta ocasión se volvió en su contra. Una dura caída yendo en fuga, le quitó toda opción a medalla.

Otra derrota no esperada fue su segundo puesto en la Vuelta a España de 2013. En la que tuvo que ceder ante la fuerza de Chris Horner, un americano de más de 40 años, por solo 37´´.

Este último año de 2022, se despide con un más que digno cuarto puesto en el Giro de Italia. Su cuerpo y su mente han dicho “basta”, se despide un grande.

El único lunar en su carrera

Nibali se presenta a la Vuelta a España 2015 corto de forma y enseguida deja ver que no está en su mejor momento. En la segunda etapa se corta y en un terreno pestoso pierde contacto con el gran grupo. Frustrado y esperando días mejores, es remolcado por su coche de equipo, pero los jueces se percatan de la acción y es expulsado de carrera.

Un hecho impropio de un ciclista y más de un gran campeón como él, pero todos somos humanos.

Jamás implicado en casos de dopaje, ni siquiera en rumores, éste es el único lunar en su carrera. Engrandecido por sus detractores y convertido en anécdota por sus fans, ahí queda ese episodio, una muestra más de la dureza de este deporte.

Singular

Se va un corredor atípico y más en los años del potenciómetro, de los vatios y del trenecito del Sky.

Un corredor singular, capaz de enganchar con el aficionado por esa humanidad demostrada en cada kilómetro, en cada ataque con más cabeza que piernas, en ese inconformismo que como aficionado cabe esperar del “débil”, en su facilidad en los descensos, en su capacidad diésel de aguantar al límite y sobre todo en esa visión de la carrera.

Probablemente el corredor con mejor palmarés y peores piernas de la historia.

Bravísimo Squalo, hasta siempre. @vincenzonibali

 

Gracias a www.sextoanillo.com por permitirme este pequeño homenaje.

Agradecimientos a www.especiales.marca.com, www.procyclingstats.com y a www.wikipedia.com que me han ayudado a conocer mejor la historia de este hombre y a www.ciclismoafondo.es, Getty images, www. Shutterstock.com,, http://www.alamy.com, http://www.biciclismo.com, http://www.ciclismointernacional.com, La Guía del ciclismo y Graham Watson por sus imágenes.

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