El sol se alza sobre las canchas en París mientras una nueva edición de Roland Garros está por comenzar. El abierto francés es uno de los cuatro torneos más importantes en el año a disputar por los tenistas tanto del circuito ATP como WTA y se disputa sobre la superficie de polvo de ladrillo.
El legado
El torneo, que vio su inicio con las clasificatorias el lunes 16 de mayo, ha representado múltiples noches mágicas para un jugador en particular: Rafael Nadal. El español y máximo ganador histórico del torneo, no solo se ha ganado la distinción de contar con una estatua de 3 metros hecha a su semejanza dentro del complejo, sino también, de ser uno de los favoritos para ganar, a sus 35 años, el torneo más icónico jugado sobre la superficie. Con 13 títulos en su poder, Nadal llega a París con la esperanza de prolongar su dominio en el torneo y, separarse en la carrera por la mayor cantidad de Grand Slams ganados en la historia.
Ilusión y dificultad
Sin embargo, la cosa no le viene fácil al español. La conferencia de prensa después de su dolorosa derrota en contra de Denis Shapovalov en el Masters 1000 de Roma (Torneo que ha ganado en 10 ocasiones), dejó sensaciones de incertidumbre al mundo del tenis. “Llegará un día en el que mi cabeza me diga basta. Yo juego para ser feliz, pero claro, el dolor te quita la felicidad. Mi problema es que muchos días vivo con demasiado dolor. Disfruto de lo que hago, pero me da muchos días de infelicidad”, admitió el rey de la tierra batida.
Si no fuera suficiente, la competencia este año incluye al vigente campeón del torneo: Novak Djokovic. El serbio, después de tener un turbulento inicio de año al no poder competir en el Abierto de Australia (del cuál es el mayor campeón con 9 ediciones ganadas) por el escándalo de vacunación contra el Covid-19, ha recuperado fuerza al ganar por octava vez el Masters 1000 de la capital italiana que se juega sobre arcilla.
Probablemente el número 1 entre como el favorito a ganar el torneo y, con justa razón: Se encuentra sembrado como primer lugar en el torneo, venció en su camino al campeonato del año pasado al favorito Rafael Nadal y se encuentra en su mejor momento de la temporada.
La nueva cara del circuito
No obstante, el surgimiento de nuevas estrellas siempre será una amenaza para que los veteranos Djokovic y Nadal puedan alcanzar la meta de proclamarse campeones. El más grande obstáculo el día de hoy es el máximo ganador de torneos en el circuito durante este año, incluyendo 2 Masters 1000 y dos ATP 500, el Murciano: Carlos Alcaraz. La joven promesa ha puesto la vara alta: es el rival a vencer; tan solo en su camino para ganar el torneo celebrado en Madrid, “Carlitos” completó un par de actos de magia en la famosa “Caja Mágica”: Venció en enfrentamientos consecutivos a Nadal y Djokovic en partidos de alta calidad de tenis para luego vencer contundentemente a Alexander Zverev con un gran dominio en la final.
El joven de 19 años no ha parado de recibir elogios, los más grandes incluso no dudan que pueda alcanzar el número 1 del mundo próximamente y, en varios pronósticos optimistas, los conocedores del tenis consideran que podría llegar a colarse en el top 3 este mismo año si su rendimiento se mantiene.
En la carrera al campeonato no hay que dejar de lado a varios especialistas o figuras dominantes esta temporada en la arcilla, como lo son el bicampeón de Mónaco, Stefanos Tsitsipas y, el finalista de Madrid y número 4 del mundo, Zverev. Además, no olvidemos, que en un Grand Slam nada está escrito.
La hora de la verdad
Aún así, no será hasta el 5 de junio, mientras el atardecer inunda al estadio Philippe-Chatrier e intensifica el color naranja de la tierra batida, que conoceremos al campeón del Abierto Francés. ¿Presenciaremos el inicio de una nueva era o la persecución de un dominio generacional?.
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