Más Psicología Deportiva

La pesada mochila del fracaso

EL MIEDO A FALLAR

Hoy en día resulta muy difícil escapar de la adicción al halago, del apego a sentirse admirado, de ser el “prota”, el centro de atención. El problema es que en un mundo tan a golpe de click, tan sumamente superficial en el que se “encumbra” enseguida a quién se acerca al modelo de deportista ganador/a. También sucede muy a menudo que se hunde a esas mismas deportistas que no consiguen mantener ese listón de perfeccionismo que exige esta sociedad tan resultadista.

Autoestima

Y es que detrás de cada deportista hay una experiencia personal que marca su nivel de Autoestima. Valor éste que poco o nada se cuida en la etapa escolar y mucho menos en la etapa de formación deportiva. Resulta indispensable para gestionar de una manera “sana” la presión a la que estarán sometidos durante los años en los que estén compitiendo.

Se comete el error en muchas ocasiones de creer que un deportista que está cosechando muchos éxitos tiene que tener la Autoestima muy elevada por ello y no siempre sucede así. Muchas veces los resultados tapan carencias que salen a la luz cuando no se consiguen los resultados esperados y el entorno deja de verlos como ese modelo de éxito y pasan a ser el centro de las críticas.

Porque ¿qué ocurre cuando las cosas no les salen bien? Cuando fallan, ¿a quién sienten que fallan?

Responsabilidad

Podría pensarse que se fallan a si mismas pero también podría ser que en un mundo de redes sociales no solo sientan que fallan a su entorno cercano sino que nuestros deportistas estén cargando con la Responsabilidad de fallar a su ciudad, a su país y a un sinfín de personas anónimas que viven de manera apasionada tanto sus victorias como sus derrotas.

Todas las partes que influyen en la formación de nuestros deportistas (familia, amigas, entrenadores/as, clubes, medios de comunicación, aficionadas) deberían ser conscientes de las consecuencias tan graves que pueden ocasionar “vender” como éxito exclusivamente los resultados. Se le habría de poner más en valor aspectos como la constancia, el sacrificio, el compañerismo, la deportividad que facilitarían el desarrollo deportivo y humano de nuestros deportistas y deberían saber diferenciar entre Exigir y Presionar. La primera es asumible porque incide en aspectos que pueden controlar (actitud, esfuerzo, concentración, etc). La segunda es la que tanto perjudica a nuestras deportistas porque incide sobre aspectos que se escapan a su control (ganar, ser el mejor o la mejor, no fallar, etc, etc, etc).

Trabajo de base

Por todo ello es muy necesario que en etapas tempranas se realice un trabajo específico de desarrollo de la Autoestima para conseguir un nivel óptimo. Ello facilitará que reaccionen de forma equilibrada cuando todo les salga de cara pero sobre todo cuando todo se vuelva en contra que es cuando más se necesita.

Poner la pesada mochila de la responsabilidad de cumplir con las expectativas ajenas en deportistas jóvenes y no tan jóvenes, y de la presión de conseguir objetivos que se escapan de su control es el caldo de cultivo que provoca no solo abandono sino problemas psicológicos de graves consecuencias durante el resto de su vida.

 

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