Ciclismo Clasicas Tour de Francia

Tadej Pogacar contra la historia en San Remo

El próximo día 19 de marzo, tercer sábado del tercer mes del año, tal y como acostumbra la arraigada tradición ciclista, se desarrolla la Milán – San Remo, la primavera ciclista y el primer monumento de la temporada. En la salida de Milán, entre otros, estará Tadej Pogacar, el mejor ciclista del mundo y reciente ganador por segunda ocasión y de forma consecutiva, del Tour de Francia.

Todoterreno

El esloveno es el alumno aventajado de Josean Fernández “Matxín”, director deportivo del UAE y otrora de los malogrados Saunier Duval o Geox con diversos casos de dopaje entre sus filas, y es, tras sus exhibiciones descomunales desde finales de febrero, uno de los claros favoritos a ganar la La Classicissima. Desde su debut en la temporada en el UAE Tour, Pogacar ha ganado todas las carreras que ha disputado: dos clasificaciones generales, la pachanga del UAE Tour sentando las bases de su victoria en una magnífica crono. Esta es una disciplina que domina siempre que lo necesita, y venció en las dos etapas con final en alto.

Ganó también la Tirreno Adriático, con otra excelente contrarreloj y otras dos victorias de etapa, un final en alto en una etapa quebrada y la etapa reina que terminó en Carpegna. Así mismo, tras la pseudo competición en Emiratos Árabes Unidos y previamente a la carrera de los dos mares, consiguió vencer también en la Strade Bianche, con una escapada en solitario luego de un ataque a 50 km de meta.

Un nuevo canibal

Si bien todos estos datos parecen suficientes, para comprender la dimensión del esloveno debemos recurrir, no sólo al número de victorias, sino también a la manera de conseguirlas: Tadej Pogacar ha arrasado por encima de todos los ciclistas, su dominio ha sido apabullante y ha impuesto un abismo entre él y el resto de contendientes. Su rendimiento no ha dejado ni una sola duda y en un mes de competición no ha demostrado ninguna debilidad, tan solo la sensación de imbatibilidad, venciendo además con ataques lejanos y sin mirar atrás, con un hambre de victoria caníbal.

Por todo ello, podemos afirmar que por primera vez desde el año 1988 cuando lo consiguió Laurent Fignon, cerca de 35 años atrás, un doble ganador del Tour de Francia puede coronarse también en San Remo. El esloveno tendrá numerosos rivales, entre ellos el belga Wout Van Aert, y, aunque el recorrido no es el más propicio a priori para sus cualidades, después de las numerosas exhibiciones que ha dado en los últimos 2 años, llegando a batir incluso a Julian Alaphilippe en un sprint en la Liège Bastogne Liège del 2021, el terreno no aparenta ser problema alguno para él. Si el francés es candidato a la victoria final, también lo es por méritos propios el del equipo de los emiratos.

Sin precedentes

Sin embargo, en esta ocasión, a diferencia de cuando venció Le Professeur, o cuando lo hizo Vincenzo Nibali el pasado 2018, que sorprendieron a aficionados y ciclistas, el vigente ganador de la ronda gala es también uno de los principales favoritos a alzar los brazos en Vía Roma. Ciertamente, ha habido grandes ciclistas que han triunfado en San Remo y con resultados excelentes en generales: Bugno, Saronni, Moser e incluso Kuiper o Chiappucci, todos ellos sospechosos de estar en una lista de los 30 mejores ciclistas de todos los tiempos, mas si queremos buscar un ganador de Tour de Francia que fuese gran candidato a conquistar el primer monumento del año tenemos que retroceder al mejor deportista de todos los tiempos: Eddy Merckx.

Y es que ese parece el techo hoy en día de Tadej Pogacar, el de Hinault y Merckx, los dos más grandes de este deporte. Un ciclista que parece capaz de todo, al que a día de hoy tan solo el particular y agreste adoquín de Roubaix nos hace dudar que a lo largo de su carrera pueda ganar los 5 Monumentos, y del que no atisbamos cuándo puede dejar de arrasar en el Tour de Francia.

Historia viva del ciclismo

Un ciclista con la sed de victoria del Caníbal y con la mentalidad atacante del Blaireau, una combinación que llevábamos años sin encontrar y que puede ir directa a los anales del ciclismo, porque eso significa optar a la gloria en Vía Roma cuando eres también el vueltómano que va camino de marcar una época en las grandes vueltas.

El tiempo pondrá al esloveno en el sitio que le corresponde dentro del altar del ciclismo, pero de momento todo apunta a que su cita en su carrera deportiva este año y los siguientes no es contra ninguno de sus rivales, con permiso del enorme Wout Van Aert en las clásicas, ni siquiera su compatriota Primoz Roglic o los jóvenes talentos que vayan apareciendo, todos ellos espectadores hoy de su ridícula superioridad. Su cita es con la historia misma de este deporte.

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