Rafael Nadal Parera ha conseguido lo imposible, el tenista español ha logrado remontar un auténtico partidazo a base de corazón y un estelar tenis para lograr su segundo título en Australia y conseguir su Grand Slam número 21.
Hace tiempo que se acabaron los adjetivos para describir lo que está logrando Nadal en el mundo del tenis, El tenista español ha vuelto a demostrar una capacidad de lucha y superación indescriptible para lograr ganar su segundo Open de Australia y convertirse en el jugador que más Grand Slams tiene en la actualidad.
Un inicio de partido muy negativo de Rafa
Se respiraba una alta tensión previa a la final, todo el mundo era consciente de la trascendencia que iba a tener este partido para los dos participantes y para el mundo del tenis, por un lado, Rafa buscaba ser el jugador que más slams tuviera y seguir peleando por ser el mejor tenista de la historia, por otro lado, Daniil buscaba ganar por primera vez en Australia, y de paso, convertirse en el número 1 de la ATP superando a Novak Djokovic.
El inicio de partido no fue nada positivo para Nadal, el español no lograba encontrar ese feeling con sus golpes para hacer daño a un Medvedev que jugó realmente cómodo desde la línea de fondo y apoyado en un gran servicio para cerrar el primer set por un contundente 6/2.
En el segundo set pudo apreciarse una mejora táctica de Nadal que le sirvió para ofrecer una versión más competitiva y equilibrar el partido ofreciendo más variaciones de juego con subidas a la red, dejadas y una mayor agresividad con sus golpes, el segundo parcial estuvo muy igualado con muchas opciones para los dos jugadores pero, finalmente fue Medvedev quien se llevó el tie break decisivo para lograr ponerse 2 sets a 0 en la final y poner mucha distancia de por medio en la pelea por el título.
Gran nivel de ambos en el tercer y cuarto set
Con 2 sets a favor del favorito, todo apuntaba a que el jugador ruso iba a lograr alzarse como campeón del torneo, más aún sabiendo el estado físico actual en el que llega Nadal a su tramo final de su carrera. Sin embargo, ya son demasiadas las veces que Rafa nos ha enseñado que no se le puede enterrar antes de tiempo, y más en un partido histórico como era esta final.
El tercer set inició con la dinámica que había tenido el final del segundo, Rafa iba cada vez a más pero, Daniil aguantaba bien las embestidas del balear, el punto de inflexión del partido llegó en el 2-3 0/40 a favor de Medvedev en el tercer set, un break de Daniil hubiera sido prácticamente definitivo para el desenlace del partido, pero Rafa mostró su gen competitivo una vez más y a base de un juego más agresivo logró ganar el juego, igualar el set a 3 para finalmente ganar el tercero por 6/4.
Esa reacción de Nadal encendió a la grada que se había mantenido bastante fría por la dominación que había mostrado Medvedev hasta ese momento.
El cuarto set fue una obra maestra a nivel táctica de Nadal, mucho más acertado con su saque y cambiando constantemente el ritmo a Medvedev, para atraerlo a la red y realizar passing shots de manera constante, Nadal logró realizar un break en el juego del 2 iguales que mantendría hasta el final del set con gran esfuerzo para ganar el cuarto parcial por 6/4.
Quinto set que se decidió por detalles
Llegábamos al final de esta lucha épica con la sensación que ninguno de los dos jugadores iba a dar su brazo a torcer, Rafa se había recuperado de forma increíble del mal inicio de partido, pero Daniil seguía ahí y a la mínima que se le diera la oportunidad iba a tirar la puerta abajo en busca del partido.
El quinto set fue una épica batalla de poder a poder, los dos tenistas se les notaba realmente cansados, pero sabemos que en estos partidos el plano físico puede pasar a segundo plano y la adrenalina del momento te hace continuar sea como sea.
El quinto set empezó muy igualado, tanto Rafa como Daniil eran conscientes de la importancia de cada punto y se notó en la concentración de ambos en los primeros juegos ofreciendo pocas oportunidades, sin embargo, en el quinto juego Rafa consiguió el break y lo mantendria hasta el 5-4 donde serviría para el título. En ese juego los dos tuvieron oportunidades, pero finalmente Daniil conseguiría ese juego que le metiera otra vez en el partido, en el siguiente juego Rafa sacó fuerzas de donde creo que ni él mismo sabe para conseguir él contra break y finalmente a continuación cerrar su servicio en blanco y conseguir su segundo open de Australia y su Grand Slam número 21.
Rafael Nadal ha vuelto a hacer historia, una vez más, y con este torneo ha demostrado que es el serio candidato no solo para ser el mejor tenista de la historia, sino también, para ser el mejor deportista que jamás ha existido en este planeta.
¡Enhorabuena, Rafa!
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