Que el belga Wout van Aert es uno de los hombres más importantes para el Jumbo Visma es un hecho que no se puede negar.
Los números no mienten, y es que en 2021 el equipo ha demostrado ser uno de los más fuertes del pelotón. Tal y como relatábamos hace unas semanas en el análisis de la temporada 2021 del Jumbo. El equipo masculino logró 43 victorias y 16 títulos, de las que 11 triunfos y 3 títulos fueron a cargo del protagonista de hoy.
El Rey del Barro
La historia de Van Aert con el ciclismo se remonta a unos años antes de su salto a profesionales, en 2019, con su actual equipo. Y es que ya en 2012 rodaba por el barro, participando en importantes carreras de ciclocrós, una modalidad que no ha abandonado. Aquí se topó con Mathieu van der Poel, con quien compartiría muchas horas. También en la carretera.
Se le conoce como “El Rey del Barro”. Quizá por su carácter tenaz, o quizá por lograr proezas como la de ser tres veces campeón del mundo de ciclocrós. Tres veces seguidas -2016, 2017 y 2018-, para hacer aún más grande su gesta. Aunque en 2014 ya apuntaba maneras ganando el mundial en la categoría Sub-23.
Ha cerrado esta temporada mostrando de nuevo su dominio de principio a fin. Ha puesto su broche de oro revalidando su título de campeón nacional.
Primavera de clásicas
Su 2021 en carretera le consagró como uno de los mejores clasicómanos del pelotón.
Empezó la temporada en la Strade Bianche, donde no pudo defender su victoria de 2020. Esta vez fue un viejo conocido el que se llevó el triunfo: Van der Poel.
La temporada avanzaba hacia la primavera. Y el del Jumbo acabó la Tirreno Adriático ganando la etapa inicial y la contrarreloj final. Muy contento con su segunda posición y “feliz por haber sido superado por el ganador del Tour de Francia”, Pogacar.
Habían llegado las clásicas, y la Milán-San Remo era el primer objetivo de Wout. Aquí se batió en un espectacular duelo con Alapphilippe y, de nuevo, Van der Poel. Esta vez no pudo repetir la victoria del año anterior, pero quedó en un ideal tercer puesto, por delante de Peter Sagan.
Sin embargo, la Gante-Wevelgem sí fue suya. Una victoria antes de su sexto puesto en el Tour de Flandes, donde de nuevo peleó con los rivales de la classicissima.
Destaca su peculiar victoria en la Amstel Gold Race. Se tuvo que decidir el vencedor en la foto-finish. Fue Wout quien ganó por milímetros a Tom Pidcok, del Ineos.
A lo grande
Poco después era el turno de los Campeonatos en Ruta de Bélgica, donde de nuevo mostró su poderío con un triunfo que le llevó a lo más alto.
Al fin llegó la gran cita: el Tour de Francia. Aquí se llevó tres de las etapas más épicas de su carrera profesional hasta el momento. La primera fue la del Mont Ventoux, la misma en la que el imbatible Pogacar mostraba por primera vez su debilidad. La segunda victoria llegaba en la contrarreloj individual, el día anterior a la llegada a los Campos Elíseos, donde también fue el primero en cruzar la línea de meta.
Pero ahí no acababan sus alegrías. Faltaban los Juegos Olímpicos de Tokio, y una medalla de plata aguardaba al belga. Fue la de la competición en ruta, donde sólo fue superado por Carapaz con poco más de un minuto.
“Éste es el año”
Falta muy poco para arrancar la temporada 2022, la tercera de calendario inestable debido a la pandemia, pero Wout lo tiene todo pensado.
Quiere ganar algún monumento. Ese que se le escapó en 2021. Además, tiene pensado “hacer algo en el Tour”, y tiene claro que se quiere ir a casa vestido de verde, con el maillot de la regularidad. “Éste es el año”, según él. Y sabiendo de su tenacidad, es muy factible que lo consiga.
Fuente fotos: Pauline Ballet y UCI
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