Tenis WTA

La temporada de Garbiñe Muguruza

La temporada de Garbiñe Muguruza ha sido, probablemente, la mejor de su carrera hasta la fecha y no solo por los tres títulos que ha levantado (WTA1000 de Dubai, WTA500 de Chicago y las ATP Finals) y acabar el año como número 3 del ranking WTA sino por volver a recuperar la regularidad y el nivel de juego que no se le veía desde 2017.

Buena parte de ese éxito lo tiene su equipo y más en concreto la segunda etapa de Conchita Martínez como su entrenadora. Conchita ha sabido llevar a Garbiñe Muguruza en el aspecto físico-táctico al nivel que todos conocíamos pero, sobre todo, la diferencia sustancial viene en el aspecto mental. Muchas veces hemos visto a Garbiñe venirse abajo en partidos, perderlos cuando los tenía ganados o desesperarse en la pista. Conchita ha conseguido paliar todo eso, ahora no se ve a esa Garbiñe desesperada. Si falla, continua. Si pierde, a por el próximo torneo con más ganas. Probablemente eso haya sido el mayor éxito de la temporada: Atribuirle un nivel de confianza tanto personal como en su juego sumado a su gran nivel tenístico lo que se ha traducido en esos grandes resultados.

La temporada 2021 de la tenista hispano-venezolana se podría dividir en 3 tramos bastante bien diferenciados:

  • Inicio de temporada arrollador
  • Temporada de tierra/cesped y lesiones
  • Final de temporada de ensueño

INICIO DE TEMPORADA

El año empezó con mucha incertidumbre debido a los rebrotes que se producían en todo el mundo de la pandemia del COVID-19. De hecho, muchos torneos fueron cancelados a principios de año y a lo largo de toda la temporada.

La temporada de Garbiñe comenzó en Dubai donde cayó en octavos frente a la griega Sakkari. A partir de ahí, en la gira australiana consiguió llegar a la final del WTA500 Yarra Velley Classic donde perdió con la número 1 Asleygh Barty y a octavos del Australian Open donde fue derrotada por la que a la postre sería campeona Naomi Osaka. Fue en marzo donde Garbiñe realizó su mejor tenis en este inició de temporada. Llegó a la final del WTA 500 de Doha en la que cedió en dos mangas frente a Petra Kvitova y apenas 2 semanas después levanto el título de Dubai arrollando en la final a Barbora Krejikova por 7-6 y 6-3.

En apenas 3 meses Garbiñe consiguió llegar a 3 finales, levantar un título y no hacer una mala actuación en el primer grande del año.

 TEMPORADA DE TIERRA/CESPED

Fue en el mes de abril cuando a Garbiñe le empezaron a llegar los problemas. En el Volvo Car Open de Charleston(USA) tuvo que retirarse del torneo con unos problemas en el muslo de su pierna izquierda. Problemas que arrastraría durante toda la gira de tierra obligándola a no disputar el Mutua Madrid Open y hacer resultados discretos en grandes torneos como Roma (3ª ronda) y Roland Garros (1ª ronda).

La temporada de césped también fue discreta y tras haber superado la lesión volvieron a planear los fantasmas sobre la figura de la española y su rendimiento. Los resultados en verano fueron una cuartos de final en Berlín y una tercera ronda en el tercer Gran Slam del año: Wimbledon.

FINAL DE TEMPORADA

Fue en los Juegos Olímpicos donde Garbiñe volvió a dar un cambio mental y de juego. Después de todas las bajas del cuadro masculino y la inercia del femenino se presuponía unos Juegos grises para el conjunto español. Pero fue todo lo contrario, la soberbia actuación de Pablo Carreño y de todo el equipo femenino español donde tanto Paula Badosa como Muguruza se quedaron a un paso de luchar por las medallas y consiguiendo un grandísimo diploma. Los juegos son un torneo diferente y reflotaron a Garbiñe para afrontar el tramo final de temporada.

Comenzó así la gira americana post verano que llevo a la pupila de Conchita Martínez a caer en Cinncinati (3ª ronda) y el US Open (4ª ronda) contra la misma rival: la checa Krejikova. Tras unos días de descanso siguiendo la gira americana Garbiñe disputó el torneo de Chicago (WTA500) donde consiguió llegar a la final (su 4ª del año) y ganarla a Ons Jabeur en tres sets. Esta victoria suponía la segunda del año y alzarse hasta el 6º puesto del ranking WTA. Muy cerca de obtener los puntos necesarios para ir a las WTA Finals de Guadalajara, México.

Esos puntos los intentaría conseguir en Indian Wells y el torneo de Moscú. Y a pesar de que sus resultados no fueron buenos. El de sus rivales y la no participación en algunos torneos supuso su clasificación para las finales.

Las WTA Finals disputadas a principios de noviembre y tras una temporada larga y complicada se presuponían complicadas pero fue ahí donde Garbiñe sacó su mejor tenis(quizás de siempre) con agresividad, técnica, paciencia y un compromiso nunca vistos antes. Perdió en tres sets en un primer partido igualado con Pliskova pero a partir de ahí arrolló a Krejikova y Kontaveit para pasar primera de grupo y enfrentarse a su compatriota Paula Badosa en semis. Semis en las que desespero a la española desplegando un tenis sensacional y plantándose en la final para enfrentarse otra vez a Kontaveit y volverla a batir en 2 sets levantando así su tercer título del año, la primera española en hacerlo y seguir su idilio en México donde ha conseguido 3 de sus 10 títulos WTA.

Sin duda la temporada de Garbiñe ha sido de sobresaliente. Con sus altos y sus bajos como la de cualquier otro tenista pero consiguiendo una regularidad y un juego que esperanzan de cara a la temporada que viene. Es la actual número 3 del mundo y el 2022 espera para ver otro temporadón de la tenista española.

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