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Lugo evoca lo mejor de la época nómada de Palharini


El receptor hispano-brasileño regresará a la que fue su casa durante media temporada capitaneando a un Unicaja Costa de Almería líder: “Va a ser un partido muy duro ante un club que me abrió sus puertas”.

El principio de la historia

Temporada 2013/2014, compañero de un Víctor Bouza que empezaba en esto del vóley profesional y que había vivido el ascenso del cuadro lucense. En su primera temporada en la élite, Arenal Emevé fichó a Marlon Palharini, en aquel momento un jugador maduro y contrastado, internacional en más de un centenar de ocasiones y que llegaba al que era su noveno equipo, el séptimo en España, con dos campañas intermedias en Italia y Bélgica. Tenía 29 años y un carácter nómada que le llevaba a disfrutar de este deporte empapándose de lugares, costumbres, gentes y estilos de juego. En esas, Lugo le marcó: “Tengo muy buenos recuerdos y fue una época de transición para mí; el club se portó genial, me abrió sus puertas y realmente me mantuvo en forma, porque luego me fui a Suiza, y le tengo mucho cariño”.

La aventura suiza

Efectivamente, se marchó al Chênois Genève, en el que después coincidiría con el técnico Charly Carreño, habiendo sido un ‘loitador’ y dejado a Lugo en la máxima categoría. En Suiza se quedó más tiempo que en ningún otro sitio hasta entonces…, y hasta ahora, con raíces en Unicaja Costa de Almería después de su doble paso por Chipre y Francia, previo a regresar a España vía Melilla. Capitán ahorrador, una vez más ensalza a sus compañeros: “Unicaja es un equipo muy ordenado, que tiene muy claros sus objetivos. Si te digo la verdad, no ha habido de momento ni un solo roce ni ningún problema, nos llevamos genial y realmente el titular de la nota fue el perfecto, ‘capitán de capitanes’, porque cualquiera perfectamente podría serlo”.

Objetivo común

Ese objetivo compartido por todos, que se apoya en ese carácter del grupo, no es otro que “devolver los títulos a Unicaja Costa de Almería”. Se sabe en un bloque de tres partidos clave para el primero reto a corto plazo, que es el de la clasificación a la Copa del Rey: “Tenemos que pensar partido a partido, fin de semana tras fin de semana, y está claro que si podemos certificar la clasificación contra Teruel sería algo genial, de los mejores comienzos de liga del club en los últimos años y pasando dos equipos favoritos a los títulos”. Para ello es obligado vencer en Lugo y después rematar ante los aragoneses en casa, “lo veo factible, pero con los pies en el suelo, y poco a poco”, sobre todo porque en el municipal lucense aguarda un rival temible.

Enfocados en lo propio

Palharini lo deja muy claro: “Seguro que va a ser un partido duro y difícil. No es fácil jugar en Lugo y el ejemplo es Guaguas, que perdió el primer set y sufrió, o nosotros el año pasado, cuando nos dieron un susto. Es un equipo que viene haciendo las cosas muy bien, viene fichado muy bien, sin perder el ADN de la casa, que es muy importante, un equipo que está consolidado en Superliga”. Como siempre, se hace necesaria la mejor versión blanquiverde: “Nosotros desde el principio de semana estamos pensando Lugo con máxima concentración, salir al campo pensando en nuestro vóley. Si hacemos las cosas bien, lo que nosotros sabemos mejor, y está claro que estudiar al rival es importante, pero no lo es menos centrarnos en lo nuestro y jugar con la máxima seriedad”.

Agotadores viajes

Como elemento negativo a tener en cuenta, otro viaje a Galicia en solo unos días: “Es un hándicap el viaje, pero bueno, nosotros a fin de cuentas salimos con mucha antelación, tendremos tiempo de aclimatarnos y de adaptarnos lo antes posible para jugar en las mejores condiciones, y no olvidarnos de después tenemos una semana que va a ser igual o incluso más difícil, con un partido muy duro en casa, y por eso tenemos que traernos un resultado positivo”. Al equipo lo ve bien, “físicamente bien, ha sido un viaje muy duro a San Sadurniño, pero tenemos la suerte de que hemos vuelto todos de una pieza -risas-, enteros, no ha habido problemas significativos, y vamos a terminar este periplo afrontando el viaje a Lugo”, dice textualmente en clara referencia a la mala racha de lesiones que está azotando al grupo, todas de dedos.

Recuperación lenta

En su caso, que fue el primero, la evolución es excelente: “Yo poco a poco me voy encontrando cada día mejor, es verdad que aun me falta un poquito de ritmo, porque esa compenetración con el equipo a nivel de juego, de pretemporada, de lo que se hizo por ejemplo en Lisboa, o la Copa de Andalucía, o el amistoso contra Melilla, no la pude aprovechar, pero día a día estoy cada vez mejor y espero estar perfecto lo antes posible para ayudar y aportar, y que Manolo cuente conmigo”. Ha sido duro y extraño, porque a sus 37 años jamás había estado apartado tanto tiempo: “Nunca había tenido una lesión así, sí he tenido lo típico, molestias, contracturas…, que te apartan unos días, pero tanto tiempo no y sobre todo a principio de temporada; después de tantos años jugando al vóley, pues una cosa nueva para mí”.

Esa es la actitud que lo caracteriza y que le hace ser incombustible, con bromeo en torno a la ‘maldición’ de la casa en la que vive: “Yo creo que no -risas-, que es una casualidad y gajes del oficio y ya está”. Y es que comparte piso con ‘Asensio’, que fue el segundo en lesionarse y también frente a Melilla, pero en liga, igual, fractura de dedo: “Raúl es un chaval estupendo; veo que quiere trabajar, que quiere mejorar siempre, que siempre está dispuesto a escuchar, a aprender, nunca tienen un gesto malo ni una palabra mala con nadie, y eso es súper importante; cuando tu empiezas en este mundo del deporte, la clave triunfar es saber escuchar y trabajar mucho, y creo que Raúl lo tiene”. El más joven y el más veterano, bajo el mismo techo.

Llamamiento a la afición

Por último, es consciente de que a la afición se la llama también en los partidos que se juegan fuera, y después se ratifica en los de casa. Así, y como capitán, no se ha olvidado de lanzar el mensaje a la grada: “Es muy importante que los aficionados acudan al Moisés Ruiz; para nosotros es fundamental tener al público de nuestra parte, es un aliciente que a cualquiera le motiva”. En Lugo se pensará en los fieles, y ante Teruel, a igualar al menos la entada frente a Guaguas: “Ese partido sirvió de momento perfecto para enganchar de nuevo a la afición; hubo muchos aficionados que vinieron por primera vez y después de lo vivido, del alto nivel de voleibol y de espectáculo, estoy seguro de que se van a quedar; que la afición nos apoye con todas sus fuerzas, que el equipo está preparado para devolvérselo con éxitos”.

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