Laura Naranjo, natural de Ávila, ha sido una de las mejores líberos del voleibol español.
Con 36 años, la líbero ha comunicado su decisión de poner punto final a una dilatada carrera deportiva mediante una carta difundida en las redes sociales en las que muestra su gratitud a los clubes por los que pasó en las ciudades de Ávila, Salamanca, Monforte de Lemos, Las Palmas de Gran Canaria y la isla de Tenerife.
El Caja Ávila, fundamental en decidirse por el voley
¿Cómo comienzas a ligarte al deporte?
“Desde muy pequeñita, cuando tan solo tenía 6 años comencé a jugar al voleibol en el equipo del colegio”.
¿Cuándo te decides por el voleibol?
“Desde el primer momento lo tenía claro, en mi ciudad había jugadoras que eran referentes para mí, y el que hubiera un equipo en la máxima categoría hizo que yo tuviera puesta la mira en llegar a lo más alto”.
Empezó como libero en la selección castellanoleonesa
¿Una vez que apuestas por el voleibol, cuál fue tu progresión?
“En el cole y hasta la categoría cadete fui colocadora, pero la seleccionadora de Castilla y León optó por especializarme en líbero, fue así como comencé a centrarme en este puesto, supongo que ahí es cuando comienza mi progresión”.
Igualdad entre hombres y mujeres, “hacemos lo mismo”
¿Qué es lo que más te gusta del voley?
“El trabajo en equipo, soy una apasionada de la unión que genera el deporte, no solo dentro del campo, sino también con los aficionados”.
¿Qué cambiarías del mundo del deporte?
“Me gustaría que existiera una igualdad real entre mujeres y hombres, al fin y al cabo, la actividad que realizamos es exactamente la misma”.
Quiere formar a los más pequeños
¿Cuáles son tus planes a corto, medio y largo plazo?
“A medio y largo plazo no tengo muchos planes, y en el corto, ocuparme de las categorías inferiores, formar para que niñas y niños tengan una base sólida va a ser muy gratificante para mí”.
Le hubiese gustado jugar en el extranjero y ganar la Liga
¿Has cumplido todos tus sueños en el voley?
“Todos, todos… no (risas). Me queda la espinita clavada de no haber vivido al menos una temporada en el extranjero. Y ganar la Liga, es otra de las cosas que me hubiera encantado”.
Sacrificio y disciplina, fundamentales para llegar al éxito
¿Cómo es la preparación de una jugadora de primer nivel a nivel técnico y psicológico?
“La preparación lo es en todo su contexto. En el día a día hay rutinas alimenticias, de preparación física y a nivel mental. El sacrificio y la disciplina son la base de cualquier deportista profesional, y adaptarse al entorno y perseverar son algunas de las claves para obtener el éxito”.
¿Quién es tu referente en el voley?
“Sin ninguna duda, y sin irme lejos, Esther López, que además de ser la mejor líbero que ha dado el voleibol español y es una persona maravillosa”.
“Donde más se aprende es en la competición”
¿Veías muchos partidos para analizar jugadas y tácticas?
“A lo largo de mi trayectoria he tenido que ver y empaparme de mucho voleibol, pero donde verdaderamente se aprende es en la competición”.
Encantada con la interacción con los mas pequeños
En tus clubes había equipos de Inferior categoría, ¿cómo interactuabas con ellos? ¿Entrenabas a algún equipo de categorías inferiores? ¿Te preguntaban muchas dudas?
“He tenido la suerte de estar con Clubes que trabajan la cantera, y después de cada entrenamiento cuando ellas/os entraban a la pista siempre tenían una sonrisa o un abrazo para darme, y en estos casos la interacción se produce sola. Dependiendo de la temporada y del club he entrenado en alguna ocasión a las categorías inferiores, y sí, ellas/os son curiosos por naturaleza, siempre tienen mil preguntas a las que hay que darle respuesta”.
Disfrutar, trabajo diario, adquirir valores son sus consejos principales
¿Qué le dirías a chicos jóvenes que están empezando en este mundo del voley?
“Los consejos principales que les doy son: en primer lugar, que disfruten, independientemente de los obstáculos que vayan encontrando en el camino y del resultado. En segundo lugar, que valoren el trabajo y el esfuerzo diario, si son generosos en cada entrenamiento con sus compañeras/os, harán que el progreso del equipo crezca. Y, por último, que todos los valores que adquieran a través del deporte los interioricen bien, porque les va a servir para otros ámbitos de la vida”.
Último deseo
Desea de “todo corazón lo mejor para que nuestro deporte crezca como se merece”, esperando “haber servido de ejemplo para algunos, en particular para los más peques, que han sido, son y serán a los que dedique una gran parte de mi tiempo a partir de ahora”.
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