Crónica Juegos Olímpicos Tenis

Pablo Carreño acaba con Djokovic para llevarse el bronce

La victoria de Carreño, la sorpresa de Tokio

El tenista asturiano suma la quinta medalla para la delegación española y un bronce que le sabe a oro.

Pablo Carreño Busta ha hecho historia. El gijonés ha culminado una semana inmaculada con su deseada medalla, en este caso la de bronce, pero que sabe a oro. Su víctima ha sido un Novak Djokovic mentalmente destrozado, que ayer vio como se le esfumaba, quién sabe, su última oportunidad para colgarse el oro olímpico. La derrota que Carreño sufrió ayer ante el ruso Karen Khachanov le hizo mucho daño, pero estaba convencido de que iba a salir “contento” de Tokio, tal y como reconoció ayer en la rueda de prensa post-partido.

Si a Pablo Carreño le dicen que iba a marcharse de Tokio con una medalla, el propio jugador hubiera reconocido que iba a ser una tarea muy difícil, pero en el desarrollo del torneo olímpico, el camino se fue allanando. Su prueba más complicada llega en los cuartos de final, cuando se jugó su pase a las semifinales con el moscovita Daniil Medvedev. Todo el mundo llegó a pensar que la final olímpica era posible, pero otro ruso, Khachanov decidió que el puesto en la final iba a ser para él.

El gijonés salió a la pista central del Ariake Tennis Center sabiendo que tenía que sacar su mejor tenis. Su rival no era el más sencillo, pero Djokovic venía desmoralizado de su cruce de semifinales. El primer set empezó bien para el asturiano. Se puso 3-2 a favor. Djokovic dijo que no iba a ser tan fácil arrancarle el primer parcial llegando a levantar dos bolas de set. Pero en el décimo y último juego, el mejor punto del partido llegó. Tanto el español como el serbio tiraron de pulmón y resistencia, pero Carreño salió muy bien parado. Primer set para Pablo (6-4).

El calor tokiota amenazaba con desfondar a los dos jugadores, pero eso no iba a ser excusa. Ambos llegaron a la muerte súbita. Carreño empezó mal. Novak se puso 4-1 a favor, pero el tenista español no se iba a rendir fácilmente. Remontó la desventaja para ponerse con bola de partido. Desgraciadamente, Djokovic sacó a la palestra su gen ganador y se llevó la segunda manga. (7-6).

En el tercer y último set, llegó el numerito de Djokovic. Cuando el jugador serbio está desquiciado en un partido siempre saca a relucir su mala educación. Y así fue. Con 0-1 en contra tiró la raqueta a la grada vacía del coliseo nipón. Pero no suficiente con eso, con 0-3 hizo exactamente lo mismo. Actitud bochornosa por parte del mejor jugador del planeta. Está claro que en esos momentos se le juntaron todas las emociones y no pudo más. El jugador de Belgrado se fue del partido completamente, pero se quiso reenganchar quizás un poco tarde, cuando el tenista de Gijón estaba 5-3 a favor. Djokovic levantó cuatro bolas de medalla de bronce, pero a la quinta, la bola se fue a la red y Carreño se tiró al suelo y empezó a llorar de emoción. (6-4, 6-7(6) y 6-3).

Síganme en @JuanVallaure en Twitter y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo, en nuestro Instagram: sextoanillo. Entérate de todas las noticias de raquetas en @Raqueta_6A

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *