Derrota de peso para España quien, además de mejorar su juego de cara al próximo partido, debe sobreponerse anímicamente a la ausencia de su mariscal, Viran Morros.
El partido daba comienzo, pero no en el 40×20. Minutos antes de las 07:15, Paco Caro, Alberto Urdiales y Eli Pinedo aportaban su visión y pequeñas pinceladas acerca del equipo francés. Caro decía: “Una de sus carencias es la portería”. Lo cierto es que los datos avalan esa teoría, pero debe ser el mal del comentarista pues Vincent Gérard ha sido el jugador más destacado de Francia. Junto a él, Descat y un magnífico Nedim Remili han sido los principales artífices de la primera derrota española en los Juegos Olímpicos.
El juego
Desde el inicio de partido la superioridad francesa era evidente. La contienda comienza con un ritmo frenético. Tres ataques en menos de un minuto. El combinado francés conseguía anotar con facilidad, mientras que Los Hispanos sufrían para entrar en el partido. Las paradas de Gérard y la poca fluidez ofensiva del conjunto de Jordi Ribera sumaban un tándem perfecto para que Francia se distanciara en el marcador. Hoy había menos claridad. Julen -que se unía a la lista tras la baja de Viran- no estaba cómodo en los 6 metros; Raúl y Dani no encontraban el espacio en el momento correcto y Francia corría, corría mucho.
Por parte del combinado español, Jordi sorprendía con una defensa 6:0. Gedeón y Julen Aginagalde ocupaban los treses. No parecía dar resultado. Más adelante, Julen cambia y se incorpora Antonio García como acompañante de ‘Gede’. Tampoco funcionaba. Ni siquiera el 5:1 que hace Alex, con esa inteligencia e intuición para cerrar en el momento exacto, daba sus frutos. Francia anotaba, y anotaba mucho. Tanto que al descanso la renta de los galos ya era de seis arriba, 18-12. Las caras hispanas a la vuelta de vestuarios presagiaban lo que sería el partido en la segunda mitad. Un intercambio de goles constante. Durante el segundo tiempo Francia acusaría el bajón, pero la gran renta obtenida en la segunda mitad serviría para cosechar la victoria.
La mente
Los Hispanos y La Familia. Ambos tienen una cosa en común: son un grupo unido. Individualmente no son los mejores, no son los que más saltan, ni los que mejor tiran, ni siquiera los más altos. Colectivamente no hay duda, son los mejores. ¿Su gran arma?, la mente. Dos piñas perfectamente cohesionadas, con horas y horas de entrenamientos juntos. Años viéndose las caras verano tras verano. Raúl mira a la izquierda y Julen sabe que ahí va la bola. Y Julen está ahí. Ricky mira a Marc y el pequeño de los Gasol sabe que el balón va hacia el poste alto y, desde ahí, él distribuye. Hoy en Yoyogi esa mentalidad no ha estado. Había talento, pero faltaba cabeza.
Y la cabeza no es de un jugador, la cabeza es de todos. Es un factor diferencial en el deporte. Define si estás arriba o, por el contrario, te estancas. Y en Los Hispanos el encargado de transmitir ese pensamiento es el mariscal de campo. La baja de Viran Morros se ha notado más mentalmente que tácticamente. Hoy Raúl no tenía a su hombre en la línea de cambios para decirle: “Calma Raúl” o “Ahora es el momento”. La ausencia del pilar defensivo de España debe ser el primer ajuste que Ribera tiene que tocar y revertir. España necesita un grupo unido, un grupo que crea cuando lance a portería; un grupo que sepa que cuando un jugador contrario está tirando, Rodrigo y Gonzalo van a estar ahí. España necesita, más que nunca, la mente.
Dentro de dos días el combinado español repite hora y se verá las caras frente a una Argentina, ya sin posibilidades, para certificar su pase a cuartos de final. Por su parte, Francia se verá las caras frente a la poderosa Noruega con 240 minutos a las espaldas y un liderato en juego.
