El inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio será la primera prueba de fuego para Naomi Osaka, tras su controversial retiro del Roland Garros. La japonesa, quien es una de las grandes esperanzas del país sede para optar por una medalla, tendrá la enorme presión de lidiar con las expectativas de sus compatriotas, de millones de seguidores que la han apoyado durante su apertura en cuanto a sus problemas de salud mental, y de un considerable número de personas que han minimizado su situación, y se alegrarían de verla fracasar en su meta.
El tenso inicio
Al momento, es difícil conocer su nivel de juego dado el hecho de que han pasado casi dos meses desde su último partido oficial. Su primer partido contra la china Saisai Zheng, dará una idea de cuál es su situación. En los dos partidos que han tenido, la superestrella japonesa ha salido por la puerta ancha en sets consecutivos. Esto debería ayudarla a encontrar cierto nivel de confianza para salir victoriosa y continuar su camino. En la segunda ronda debería enfrentar a la ganadora del partido entre la suiza Viktorija Golubic, quien viene de dar una gran demostración en Wimbledon, y la joven colombiana María Camila Osorio, quien ha demostrado en su corta carrera profesional, una enorme fuerza mental que la ha sacado de apuros varias veces.
En la tercera ronda, Osaka tiene proyectado enfrentarse a la holandesa Kiki Bertens, con quien ha tenido importantes enfrentamientos en el pasado. Sin embargo, Bertens no ha logrado recuperar el nivel que la llevó a estar en el top 5 de la WTA. Sus resultados en esta temporada, unido al anuncio de su retiro al final de la misma, sugieren que no llegará a esta etapa. En su lugar, podrían estar la checa Marketa Vondrousova, la estadounidense Alison Riske o la rumana Mihaela Buzarnescu. De ellas, la única que no ha enfrentado Osaka, es a Vondrousova.
Se endurece el camino a la gloria
Tras esta etapa, el panorama se complica significativamente para la local. En los cuartos de finales tiene proyectado enfrentar a su amiga Iga Swiatek, con quien ya tuvo durísimo encuentro en las canchas duras de Canadá en el 2019, cuando la polaca aún no estaba al nivel actual. Sin duda, podría ser un partido complicado para una Osaka cuyo nivel de juego se desconoce. De superar este importante reto, Osaka pasaría a la ronda de medallas.
Allí, debería toparse con la finalista de Wimbledon, Karolina Pliskova. La checa inició la temporada con grandes tropiezos. Sin embargo, la actuación en Londres debería darle la confianza para mejorar el resto del año, y sin duda, será una rival de cuidado en Tokio. La serie de encuentros es dominada por la espigada europea 3-2. Deberíamos esperar otro reñidísimo partido entre ambas. La ganadora de este posible partido, pasaría a la final con una medalla de plata asegurada, lo cual podría quitar algo de presión o, por el contrario, aumentarla significativamente.
El preciado oro
En la lucha por el oro, debería esperarle la jugadora número uno del mundo, y campeona de Wimbledon, Ashleigh Barty. La serie de encuentros entre ambas está pareja 2-2. Una final entre ambas, le daría a esta competencia olímpica, el brillo que parece haber perdido, luego de algunas bajas sensibles a causa del covid-19 y de lesiones.
Jugar por un país, implica una presión extra que no es sentida todos los días por estas jugadoras. Cargar las expectativas de todo un pueblo, es un honor y un reto incomparable. Por esto, los Juegos Olímpicos siempre serán especiales.
A disfrutar de este evento.
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Fuente de la foto principal: @WTA
