Entrevistas Tenis de Mesa

Los Juegos a través de los ojos de Galia Dvorak

A través de nuestra cuenta de Instagram en formato directo hemos entrevistado a Galia Dvorak, palista del equipo olímpico de la Real Federación Española de Tenis de mesa. Hemos hablado de todo con quien este año tendrá sus cuartos Juegos Olímpicos: su faceta más personal, la deportiva y la olímpica. Desde aquí le damos las gracias por su tiempo, pues ha sido un placer descubrir más sobre el tenis de mesa y sobre cómo es la vida de una palista profesional y todo lo que ello conlleva. Asimismo, le deseamos toda la suerte del mundo para los juegos.

 

La Galia más deportiva

SA: A parte del tenis de mesa, ¿practicas otro deporte? Es decir, ¿eres polifacética deportivamente hablando?

GD: Me gusta hacer otros deportes, me gusta salir a correr, nadar, otros juegos de raqueta… pero no tengo mucho tiempo con el tenis de mesa.

SA: ¿Qué otros deportes de raqueta practicas?

GD: Squash, tenis… justamente esos. Pero sÍ que es verdad que desde que soy más mayor tengo que cuidarme el hombro y por eso intento dosificar.

SA: ¿Alguna lesión crónica en ese hombro?

GD: Molestias, tampoco nada muy grave, pero sí que es verdad que tengo que vigilar por el tema de las lesiones.

SA: A nivel de tenis de mesa, ¿los deportistas españoles dependen mucho de la federación o sois independientes a nivel de preparación, equipo…?

GD: La federación pone a nuestra mano recursos como entrenadores, fisio, etc. Luego hay jugadores que optan por tener su equipo técnico propio y esas cosas, pero sí que es verdad que los jugadores de tenis de mesa no ganamos demasiado dinero como para poder invertir en ello. La mayoría usamos los recursos que la federación pone a nuestro alcance, pero no es obligatorio tampoco.

SA: Y a nivel organizativo, ¿os juntáis para hacer entrenamientos de nivel?

GD: Yo tengo entre comillas la suerte de que al ser chica puedo entrenar con chicos de un nivel medio alto y ya jugar bastante bien, pero más o menos en España lo que funciona es que hay muchos clubes que sí que tienen equipos de bastante nivel. Ahora sobre todo se entrena bastante en centros de alto rendimiento con grupos fijos de varios deportistas que viven ahí. Yo intento buscarme la vida con gente que viva aquí en Barcelona o en mi club, pero sí que es verdad que no puedes entrenar solo, necesitas alguien con quien hacerlo.

SA: Hablamos mucho de tenis de mesa, ¿de donde viene el término vulgar de ‘ping-pong’?

GD: Yo creo que viene del chino, porque en chino el nombre del deporte es similar, entonces creo que viene de ahí, no del sonido de la pelotita.

SA: A nivel español eres una de las mejores de la actualidad, ¿cómo consigues mantenerte en la ola?

GD: Yo creo que uno de los motivos por los que he estado ahí tantos años es porque empecé muy pronto. Creo que sobre todo si te gusta mucho lo que haces, tener apoyo y soporte ayuda. Es sacrificado llegar, pero una vez estás allí está bastante bien.

SA: ¿A nivel personal tampoco?

GD: Bueno, mi madre siempre dice que mi novio es un héroe, porque hay años que me los paso prácticamente fuera. A nivel de pareja si lo notas mucho, pero a nivel de amigos, al ser algo que llevo haciendo toda la vida creo que es algo a lo que estoy acostumbrada. Soy una persona a la que le gusta mucho estar en casa y llevar una vida tranquila, pero porque creo que llevo toda la vida viajando y haciendo cosas, por lo que desde ese punto de vista, sí que a la gente normal le puede resultar difícil imaginarlo, pero como es algo que vivo desde los 13 años estoy ya acostumbrada y no lo noto.

SA: Empezaste a nivel absoluto con 14 años, debes ser la palista más precoz de la historia, ¿no?

GD: En España sí, pero a nivel internacional no. Como el tenis de mesa es un juego muy técnico, si empiezas a practicarlo desde muy pequeño tienes más probabilidades de llegar arriba, y a esas edades, aunque quizá tu cuerpo no está a la altura de rivales más desarrolladas, sí que es verdad que si has entrenado muchas horas eres capaz de jugar un nivel muy alto.

SA: Por norma general la empuñadura de los profesionales suele ser diferente a la que utilizamos el resto, ¿qué tipo de empuñaduras hay?

GD: En general, en el mundo profesional solo hay dos que serían la presa clásica europea, y la empuñadura asiática, pero cada vez menos gente juega así.

SA: ¿Qué paso crees que le falta al tenis de mesa para trasladar a esa gente que juega para que pueda llegar a un nivel como el tuyo?

GD: No tengo claro que tenga una respuesta muy simple, pero creo que todo pasa por no darle tanta visibilidad. Hay mucha gente que no sabe la infraestructura que hay detrás del deporte.

SA: ¿Te sientes apoyada en lo que haces a nivel federativo?

GD: Yo creo que la federación a los deportistas de la selección nos cuida muchísimo, pero sí se podrían mejorar muchas cosas. Quizá el siguiente paso que deberían hacer las federaciones al deporte sería promocionar.

SA: ¿Quién te hizo llegar al ping-pong?

GD: Mis padres eran profesores de tenis de mesa, tanto jugadores como entrenadores, entonces con 7 años me pusieron una raqueta en la mano y así empecé a jugar.

SA: ¿Qué entra en tus planes en el futuro?

GD: Entrenar no entra en mis planes, me gustaría dedicarme a la gestión deportiva o trabajar en la federación, desarrollar el tenis de mesa femenino, algo así, pero no me gustaría pasar el resto de mis días encerrada en una sala de tenis de mesa, porque es lo que he vivido siempre. Sí que me gustaria dedicarme a algo vinculado con el tenis de mesa, pero quizá no en la pista.

SA: ¿Tienes estudios al respecto?

GD: Sí, estudié empresariales y tengo un máster universitario en comunicación corporativa, y en septiembre empezare un máster en marketing y gestión deportiva.

SA: ¿Tus padres han sido tus entrenadores también?

GD: Sí, ellos me enseñaron a jugar y mi madre fue mi entrenadora hasta los veintipico.

SA: ¿Por qué decidiste cambiar de entrenador? ¿Por la selección o porque tu madre decidió dedicarse a otras cosas?

GD: Ella estuvo unos años en la selección, pero cuando fiché por el equipo francés y estaba siempre viajando mi camino me llevó por otras partes. Pero actualmente tampcoo tengo un entrenador muy personal.

SA: A nivel olímpico, ¿cuál sería tu sueño?

GD: Es una pregunta que me hacen muchas veces, pero yo tampoco sueño mucho, yo quiero ir allí sin marcarme un objetivo, porque sé que hay nivel, pero sí que es verdad que quizá podría estar entre las 16 mejores con un cuadro bueno, y con una jugadora que me vaya mal me podría ir en la primera ronda a casa. Va a depender mucho de con quién me toque. Pero sí que es verdad que estos son mis cuartos juegos y tengo ganas de hacerlo bien.

SA: Durante la pandemia, al ser un deporte que se puede entrenar indoor, tuviste a tu disposición una mesa y supongo que rivales para entrenar, ¿o cómo lo llevaste?

GD: Qué va, para nada. Yo vivo en un piso y aquí en casa no tengo mesa ni nada, y como no salía de casa al principio, los primeros días me lo tomé de relax. Luego la federación me hizo llegar una bici estática, entonces pude empezar a hacer cardio en casa y tenía material deportivo, así que si pude empezar a mantenerme en forma. Cuando pasaron unos meses y los deportistas de alto nivel podíamos volver a entrenar lo hice, pero me pasé 56 días creo sin tocar la raqueta. Aunque no me supuso un agobio muy grande, estaba más preocupada por la situación mundial que por no poder entrenar.

SA: Hablas de que fichaste por un equipo francés, ¿cómo es la vida profesional de un jugador de tenis de mesa?

GD: El tenis de mesa tiene dos vertientes: una son torneos individuales donde compites en una serie de torneos en los que luego además sí que hay títulos continentales, y en esos, competimos con equipos de la selección, pero en general es todo individual. Luego, a parte, cada país tiene su liga nacional en la que se compite por clubes y esos clubes fichan a jugadores. A mí me fichó un equipo de Francia porque me vio en el ranking mundial, estoy top 100 más o menos. Llevo muchos años jugando en España, que no es muy típico, porque cuando un jugador llega a ese nivel intenta ir a equipos de países como Alemania, donde el deporte está más visto y se paga un mejor sueldo. Yo, en cambio, estaba aquí, en mi club de toda la vida y me contactaron. A partir de ahí probé, me gustó, y para la temporada siguiente me fichó otro club en el que estuve 7 años, y tuvimos temporadas muy buenas. Más o menos así fue la cosa.

SA: ¿Eso te obliga a solo desplazarte por los torneos o te vas a Francia a vivir?

GD: Yo vivía aquí, en Mataró, pero sí que es verdad que en Francia eran a lo mejor 25 partidos al año, y cuando algunos me coincidían cerca me iba allí y me quedaba un par de semanas entrenando. Cuando solo es un partido, iba dos o tres días antes, entrenaba con mis compañeras y así jugaba. Es un deporte que aunque entrenes por equipos luego juegas sola, entonces no hace falta que entrenemos juntas, aunque formemos parte del mismo equipo.

SA: ¿El haber estado en contacto con ellos te ha facilitado aprender otra lengua?

GD: Sí y no. Hablo un poco de francés, pero como hablo muy bien inglés y la mayoría de mis comapñeras eran extranjeras, estábamos todo el día hablando inglés. Pero cuando vi que mas o menos me defendía pedí que me hablaran en francés.

 

La Galia más personal

SA: ¿Conserváis en casa el ucraniano?

GD: Yo por desgracia no sé ucraniano, porque aunque nací en Kiev, en Ucrania, mi padre era ucraniano pero mi madre era de Kazajistán, entonces entre ellos mis padres hablan ruso y yo con ellos también.

SA: Cuando no estás echando horas y horas con una raqueta en la mano, ¿dónde te podemos encontrar?

GD: Soy una persona muy sencilla y de gustos muy básicos. Me gusta estar en casa, cocinar, ver Netflix, ahora en verano salir e ir a la playa…, pero no tengo aficiones, soy muy básica en eso.

SA: ¿Y series que hayas acabado o estés viendo últimamente?

GD: Pues hemos acabado el cuento de la criada. Miro muchas, estoy pensando en ver ahora cuando esté en la burbuja de Tokio Élite, que ya ves tú la chusta que es, pero la miraré igual.

SA: ¿Tenemos algún libro en la mesita de noche?

GD: Pues tengo a medias la biografía de Obama, leí la de su mujer y me encantó, así que mi novio me regalo la de Barack, pero es mucho más difícil porque habla de política, la de su mujer era mucho más sencilla.

SA: ¿Te ves un futuro largo como deportista?

GD: Es una pregunta que últimamente me hacen mucho tambien y no lo sé. Soy una persona a la que le cuesta hacer planes a largo plazo, pero sí que es verdad que mientras yo me sienta al nivel de la selección, mientras vea que mi cuerpo responde, que puedo seguir viviendo de esto, no veo motivos para retirarme.

SA: Dentro de tu equipo, ¿hay también psicólogos deportivos o solo acudís si hay necesidad?

GD: Depende, cada uno lo gestiona de una manera. Yo soy un poco de la vieja escuela, pero sí que es verdad que llevo muchos años siendo deportista profesional, entonces ya he aprendido a afrontar una competición gracias a trabajar con un psicólogo, y ya sé cómo afrontar las derrotas y cómo llevar toda la situación, pero varía según la persona y el momento.

SA: En cuanto a fisios y médicos, ¿cuánta gente está en tu entorno en el día a día?

GD: Médico no tengo, porque no veo que lo necesite, pero fisio y entrenador sí. Nutricionista y cosas modernas de estas no tengo, aunque sé que hay compañeros que sí.

 

La Galia más olímpica

SA: En la vía olímpica, ¿con quién te gustaría encontrarte, con quién te has encontrado y con quién no te gustaría encontrarte nunca?

GD: No hay nadie con quien no me gustaría encontrarme. Me gustaría encontrarme en la villa con Pau, que me encuentro con él en todos los Juegos Olímpicos y me encanta echarme una foto con él. Luego con Simone Biles, porque la admiro muchísimo y pienso que es impresionante, entonces tengo muchas ganas de hacerme una foto con ella. Y mi novio me ha puesto deberes y me ha dicho que tengo que echarme foto con no sé cuantos ciclistas que van a ir, pero yo es que no les conozco aún, tengo que aprenderme sus caras y con la mascarilla me va a costar.

SA: ¿Qué otros deportes ves más sacrificados que el tuyo y con peor o menos reconocimiento para el sacrificio que hacen?

GD: Pregunta complicada, pero yo creo que la gimnasia es un deporte sacrificado, igual que la natación sincronizada. Es una pasada lo que entrenan y también los nadadores, que aunque sea un deporte reconocido y se sepa lo duro que es, me parece una barbaridad la de horas que invierten. El tenis de mesa es un deporte sacrificado si quieres ser bueno, pero si entrenas muchas horas puedes llegar a ser el mejor nacional. En cambio, veo deportes que ni entrenando esas horas puedes llegar a ser el mejor de tu región.

SA: A nivel del tenis de mesa, ¿quién seria el cristiano Ronaldo y quien el Messi?

GD: En jugadores masculinos los mejores son los asiáticos, los chinos. Hay un jugador chino que se llama Yubin Shin, que hace jugadas espectaculares y es muy talentoso, pero luego está Ma Long, que es al que llaman el dictador, que es muy correcto y hace lo que tiene que hacer, y quizá Yubin Shin es muy espectacular, pero al final acaba ganando Ma Long

SA: ¿Cómo os gusta que os llamen? ¿Palistas, jugadores de tenis de mesa…?

GD: No tengo ni idea y me da igual, como sea más cómodo. Yo a mí misma me digo que juego a ping-pong y no tengo ningún problema, pero sí hay gente que prefiere decir que juega a tenis de mesa.

SA: ¿Y es más correcto decir pala o raqueta?

GD: Nosotros a la raqueta le decimos pala, entonces la prensa deportiva nos llama palistas.

SA: ¿Qué diferencia hay en cómo viviste tus primeros Juegos Olímpicos y los que vas a vivir ahora?

GD: En los primeros iba sin ningunas expectativas, no tenía idea de lo que me iba a encontrar, iba muy ilusionada con vivir la experiencia conocer a todo el mundo hacerme fotos… y ahora que ya he vivido la experiencia olímpica varias veces, aunque sÍ que es verdad que me hace bastante ilusión sobre todo después del retraso y de que sea un año mas tarde, tengo muchas ganas de jugar y competir y hacer un buen resultado. Esa creo yo que es la gran diferencia entre estos juegos y los otros. En los primeros tenía 20 años y pensaba que tenía toda la vida por delante y que iba a ir a muchos juegos más y ahora sí que es verdad que pienso ‘vamos a ir allí a jugar’ y ya está.

SA: Has dicho antes que te gustaría potenciar o dar visibilidad al deporte femenino, ¿crees que por ser mujer alguna vez has tenido más problemas que si hubieses sido hombre?

GD: Es una pregunta complicada porque pasan dos cosas: La primera es que es mucho más difícil vivir del tenis de mesa si eres mujer, porque los clubes y las marcas pagan menos y es todo un engranaje que está montado alrededor de los hombres. Sí que es verdad que a nivel publico no, a nivel de becas y de federación es muy igualitario, pero a nivel de sector privado sí que estamos muy lejos de conseguir la igualdad. La segunda cosa que pasa es que al ser mujer hay muchas menos chicas que juegan al tenis de mesa. Por lo tanto, es más complicado llegar arriba porque te encuentras con otros obstáculos en el camino, pero tienes menos rivales y hay muchas que no intentan dedicarse a ello profesionalmente porque saben que las probabilidades de vivir del tenis de mesa son muy bajas. Incluso yo misma después de mis primeros juegos seguí estudiando mi carrera y tenía previsto ponerme a buscar trabajo al terminarla porque no veía nada claro poder vivir del tenis de mesa.

SA: A nivel de pandemia, ¿qué requisitos ha pedido la federación para poder enviaros a Japón?

GD: Nos han vacunado a todos, tendremos que estar unos días aislados completamente y luego creo que hacemos un par de noches de cuarentena total en un hotel, nos hacen otra pcr antes de viajar y luego llegamos a Tokio y allí los españoles no hacemos la cuarentena previa, pero depende de dónde vengas.

SA: ¿Has estado alguna vez en Japón?

GD: Sí, un montón. Me gusta mucho Japón, he estado muchas veces allí.

SA: ¿Qué es lo que mas te atrae de la cultura oriental o la cultura japonesa?

GD: A mí japon me gusta muchísimo y me gusta el contraste que tienen entre lo moderno y la tradición. Soy una persona muy friki, me gustan mucho los videojuegos, los animes… entonces me gusta mucho la dualidad que tiene. Pero esta vez, como estaremos en la villa, no podremos visitar la ciudad y me da un poco de pena.

 

 

Imagen vía: Diario AS.

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