Y llega el Covid19
Iñigo Elosegui fue uno de los primeros en saber lo que era el coronavirus ya que corrió en febrero el UAE Tour, primera carrera en ser suspendida por la pandemia. Confinaron su hotel, mientras que en España seguía la vida normal. ‘Eso fue tremendo. Me acuerdo que un día vinieron de madrugada a la habitación avisando que había dos casos y que se suspendía la carrera. No sabía ni la organización ni el país ni nadie cómo actuar’, destaca mostrando una gran expresividad en sus gestos.
Compartía habitación con su compañero de equipo Dario Cataldo, ‘que es de la zona de Lombardía y me acuerdo que él estaba hablando con su chica y había algo de miedo pero los demás estábamos más tranquilos porque pensábamos que al final no iba a pasar nada’. Lo que parecía un mes sin carreras ciclistas se convirtió casi en medio año en los que el mundo y el calendario ciclista dieron un vuelco de 360 grados.
‘En el ciclismo profesional todo cuenta y los sobresfuerzos se pagan’
Tras el confinamiento, tuvo unos problemas en los isquiotibiales que afectaron a su rendimiento. Tiene la cabeza bien amueblada y es consciente que en el primer nivel del ciclismo ‘todo cuenta y los sobresfuerzos se pagan’. Sin embargo, sabe que ‘no es excusa porque estoy seguro que aquí cada uno del pelotón tendrá un problema. Pero la verdad que yo sí que lo pasé mal y me costó, sobre todo al final de temporada’. No obstante, pudo hacer la temporada de clásicas a las que define como un ‘máster’ debido al gran aprendizaje que se adquiere en ellas.
Las escapadas de Iñigo Elosegui
Donde también aprendió es en uno de los monumentos del ciclismo, la Lieja-Bastoña-Lieja. Allí se dio a conocer al gran público dando presencia a su equipo en la escapada de esta carrera. Sin duda, es un recuerdo que nunca olvidará. Señala que ‘son más de 200 kilómetros y todavía cuando me cazaron seguí con buenas sensaciones. Fue un día de rodar rápido y con gente muy experimentada’. Iñigo sigue sentado en el salón de su casa, asimilando la etapa de la Vuelta al País Vasco que acaba de ver mientras rememora su fuga este año en la sexta etapa de UAE. ‘Esta etapa era totalmente llana y sabíamos que iba a hacer viento y que se podía preparar. Entonces preferimos meternos en la fuga por si se rompía luego atrás poder llevar gente por delante. La verdad que otros equipos pensaron igual y fue una fuga de mucho nivel’. Asegura que ‘aunque no sea Lieja, sufrí mucho más que en Lieja. Unos relevos tremendos. Increíble’.
Tras volver de los Emiratos Árabes, corrió el Trofeo Laigueglia en Italia. Un problema en un tendón en la zona de la cadera es lo que ha hecho estar parado desde que volviera de tierras italianas. Ahora no sabe cuándo volverá a la competición, ‘el calendario está ahora a expensas de lo que pase con esto’. Este año, Iñigo no tenía pensado hacer las clásicas como la pasada temporada sino vueltas pequeñas. ‘Antes no sabía nada y ahora menos todavía del calendario. Ahora se me complica. En mayo tenemos varias vueltas que se han recolocado en el calendario y espero volver ahí’. Está deseando volver cuanto antes a la competición, ‘ya llevo un mes mal y espero no comerme otro así’. A pesar de esta mala racha, Iñigo muestra una gran alegría durante toda la entrevista con un gran espíritu de superación.
‘Quiero vivir el Tour 2023 desde dentro’
En lo relativo a las grandes vueltas, tiene claro que tanto el Giro de Italia como La Vuelta a España serían las ‘ideales’ para debutar. ‘El equipo de la Vuelta es casi como el del Tour para Movistar entonces es muy difícil entrar porque para el equipo es muy importante la Vuelta. Mejor para debutar el Giro, que es una carrera más asequible’, narra. Sin embargo, como a cualquier ciclista, lo que no se le puede quitar es el sueño por estar algún día en el Tour de Francia. ‘Para debutar no creo, pero la ambición ahí está’, dice ilusionado. Si a ello se suma que en 2023 el Tour sale de Bilbao, la ilusión se multiplica. Su rostro y sus ojos reflejan la emoción del momento. ‘Espero no perdérmela. Para 2023 tengo que estar ahí sí o sí. No sé cómo pero tengo que estar. Vivo a 10 kilómetros de Bilbao. La quiero vivir desde dentro’.
Ciclista todoterreno
Elosegui es un ciclista todavía por definir, al que no le gusta encasillarse. ‘Yo me vería como un todoterreno y no me podría definir como escalador puro porque tengo más envergadura que uno puro. Subir es lo que más me gusta pero necesito puertos más largos, de mantener ritmo, no soy tan explosivo como puede ser un escalador de 55 o 60 kilos’. Añade decidido que ‘tanto subidas como contrarrelojes me gustan mucho así como los esfuerzos largos y en solitario. Las clásicas también pero para eso hace falta mucha técnica y mucha escuela y todavía eso es aprendizaje’.
Aprendizaje que está adquiriendo en Movistar Team, equipo que desde la pasada temporada se ha rejuvenecido ya que ha apostado por nuevos corredores y nuevos talentos jóvenes y extranjeros. Para Elosegui, lo que ha hecho el conjunto español es ‘adaptarse a lo que ahora requiere el ciclismo’. Entiende que ‘ahora está costando pero yo creo que a la larga va a ser bueno porque esto te da varias visiones. Lo que pasa es que vamos a fuego lento, nos está costando más que a otros ciclistas o a equipos pero llegará, siempre acaba llegando el trabajo’. Movistar también ha creado un equipo femenino, con el que comparte concentraciones. ‘Todos los años hacemos las concentraciones juntos, cuando vamos a las clásicas o a las carreras que hay tanto masculina como femenina estamos juntos y en el mismo hotel. Digamos que es un equipo, no dos. Masculino y femenino, pero es uno’, explica.
Síganme en @pablordgzz_ y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo
Fuente fotografías: Movistar Team, blog Iñigo Elosegui
