A poco más de un mes del fin del Abierto de Australia, volveremos a tener en un mismo lugar, a las mejores tenistas de la WTA. Esta vez, la ciudad de Miami, será el punto de encuentro de las estrellas del circuito de mujeres, las cuales, en su inmensa mayoría, decidieron realizar el viaje a la ciudad más sureña de los Estados Unidos, a pesar de la amenaza del covid-19, y las declaraciones de emergencia y toques de queda en partes de la ciudad. A diferencia del torneo de varones, el de mujeres, contará con nueve jugadoras del top 10. La única ausencia, será la de la ocho veces campeona, Serena Williams, quien fue sometida a una cirugía oral recientemente.
La primera cabeza de serie es la campeona defensora, Ashleigh Barty, quien comenzó con fuerza la gira australiana, pero la terminó con derrotas consecutivas. Será la primera vez que defienda uno de los torneos importantes que ganó en el 2019, temporada que la catapultó a la cima del ranking. Su primer encuentro se dará en la segunda ronda del torneo, ante una jugadora que saldrá de la fase clasificatoria. Esto podría ayudarla a identificar dónde está su nivel y hacer los ajustes necesarios, ya que, a partir de la tercera ronda, podría tener que enfrentar a una jugadora de mucho poderío, como Jelena Ostapenko o a Alison Riske, quien la venció en Wimbledon la última vez que se celebró.
La cuarta ronda no pinta más fácil, ya que, con toda seguridad, le esperará una múltiple campeona de torneos del Grand Slam. Sea Victoria Azarenaka o Angelique Kerber, la australiana deberá haber reencontrado su mejor juego si desea continuar su paso a la siguiente ronda. En los cuartos de finales debería esperarle Aryna Sabalenka quien ha tenido un año muy consistente, y ha decidido enfocar toda su energía en la modalidad de sencillos, luego de importantes triunfos como doblista. En las semifinales tiene proyectado enfrentarse a Simona Halep, pero muy bien podría toparse con Iga Swiatek, quien ha continuado con éxito su paso por el circuito, luego de su impresionante triunfo en el Roland Garros. En la final, todo parece indicar que le esperará Naomi Osaka, quien se ha consolidado como la mejor tenista en cancha dura.
La japonesa no ha tenido gran éxito en esta ciudad, sin embargo, debe partir como la gran favorita dado sus reciente triunfos en los Abiertos de Estados Unidos y Australia. Su primer partido se dará ante la ganadora del partido entre Anastasia Potapova y Ajla Tomljanovic. No hay encuentros registrados contra ellas, pero es difícil vislumbrar problemas para Osaka en esta etapa. En la tercera ronda debería esperarle Yulia Putinsteva, quien fue la némesis de Osaka durante la temporada de grama de 2019. La diminuta kazaja también ha vencido a la japonesa en cancha dura. Sin embargo, ese partido se dio a inicios del 2018 cuando la cuatro veces campeona de torneos grandes aún no había irrumpido con fuerza. Me parece, que dada la extraordinaria forma en la que se encuentra Osaka, debemos esperar un resultado más cónsono con el último partido que se dio en la ciudad natal de la japonesa, donde ganó con un doble 6-4.
En la cuarta ronda podría enfrentarse a Elise Mertens, quien lleva varios meses mostrando un gran tenis. A pesar de lo anterior, Osaka ha podido dominar a la belga durante su resurgir. En los cuartos de finales tiene proyectado toparse con Karolina Pliskova, pero dado que la checa ha tenido serios problemas al enfrentar a Jessica Pegula, podríamos pensar que será la estadounidense la rival de la japonesa. El único encuentro entre ellas se dio en Pekín 2019, donde Osaka ganó en dos reñidos sets. Las semifinales podrían darnos una repetición del mejor partido del Abierto de Australia, ya que, aunque es Sofia Kenin la que ocupa la cuarta cabeza de serie, es Garbiñe Muguruza, la tenista con más fuerza en esa parte del cuadro.
Dada esta realidad, me parece justo que sea el cuadro de la española el que sea analizado. La ex campeona del Roland Garros y Wimbledon inicia su paso ante la ganadora del partido entre Rebecca Peterson y Xinyu Wang. No hay partidos registrados con ellas. En la tercera ronda debería esperarle Petra Martic, quien se ha destacado mayormente sobre la arcilla. Es en esta superficie donde se han enfrentado dos veces, dividiendo los encuentros.
La cuarta ronda será una prueba para la española, ya que debería esperarle Bianca Andreescu. El único encuentro se dio en el Indian Wells del 2019, donde la canadiense dejó con la boca abierta a todos. En ese partido le dio una verdadera paliza a la española. Pero, dado el nivel de juego de Muguruza, y la falta de actividad de la canadiense, habría que darle a la española mayores oportunidades de prevalecer. Al menos, por ahora.
En los cuartos de final debería esperarle Sofia Kenin, pero el poco éxito demostrado en Australia, levanta dudas sobre si llegará a esta etapa del torneo. En su lugar, podría estar Jennifer Brady, quien se ha convertido en una peligrosa contrincante en cancha dura. El único encuentro entre ambas se dio en Dubai 2020, donde la estadounidense salió por la puerta ancha en un reñido partido a tres sets. Podríamos esperar algo parecido. Si Muguruza pasa esta prueba, le esperaría Osaka, como ya mencionara.
A mi juicio, estas son las tres tenistas a vigilar durante las próximas semanas. Sin embargo, sabemos que el circuito es muy cambiante, por lo que no debe sorprender, que surja una campeona distinta al final del torneo.
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Fuente de la foto principal: @MiamiOpen
