Si bien el balonmano chileno tiene una serie de jugadores y jugadoras que son reconocidos en el extranjero, dentro del contexto nacional siempre resuena el nombre de Gerardo Reyes Quezada. Jugador que desde finales de los ochenta y hasta la actualidad ha estado vinculado a este deporte entregando en cancha experiencia, sabiduría y pasión por lo que hace. En la siguiente entrevista haremos un extenso recorrido por su trayectoria como jugador, entrenador, profesor de educación física y -lo mas importante- persona.
El Gerardo jugador
Sextoanillo.com: Para partir este espacio de conversación quisiera que abordáramos la dimensión “jugador de balonmano”, por lo que me gustaría saber ¿qué características valorarías y/o destacarías de tu juego en la cancha?
Gerardo Reyes: Pienso que la creatividad en el juego, el poder mezclar el balonmano con el básquetbol (deporte donde partí mi vida deportiva) lo que me ayudó mucho en el juego; tener buen lanzamiento a distancia y buenas fintas en penetración fueron características que destacaría en mi juego también. Creo que la mezcla de estas condiciones me posibilitaron enfrentar el juego con mejores herramientas y con eso respuestas mas efectivas.
SA: ¿En qué momento de tu carrera alcanzaste el mejor performance de rendimiento? ¿Por qué?
GR: Fue en la época del Club Alfa Tres (Valparaíso) en primera instancia. Teníamos un preparador físico que conocía muy bien a los jugadores, sabía todo lo que nos faltaba y desarrolló lo mejor de nosotros físicamente.
Luego fue la época del Club Colo Colo (Santiago de Chile). Tenía muchos recursos y podíamos entrenar sin problemas y con todas las comodidades que necesita un jugador. Esas dos etapas creo fueron clave para mi desarrollo como jugador y poder llevar mis capacidades a un alto nivel de rendimiento.
Gerardo el entrenador
Siguiendo con las preguntas y referido a tu rol de “entrenador” nos gustaría saber ¿Qué tipo de perfil como entrenador te define y que impacto crees que eso genera en el trabajo con tus jugadores?
GR: Mi perfil como entrenador busca sacar lo mejor de los jugadores. Poder pedirles que den todo en el juego, que sean unos guerreros, que nunca bajen los brazos. Trato de generar en ellos las ganas de siempre ir adelante, querer aprender más y entregar todo cuando están preparándose. Creo que la responsabilidad, el respeto, la puntualidad son valores indispensables que me representan y que deben estar siempre presentes.
¿En qué etapa (o categoría) dentro del desarrollo de un jugador es donde sientes que puedes aportar más? ¿Por qué?
GR: Siento que en la etapa de formación es donde más puedo aportar. Imprimir mi sello en los jugadores, el poder mostrarles la gran cantidad de herramientas que pueden incorporar a su juego y con ello mejorar día tras día. El poder sacar lo mejor de cada uno y que ellos puedan creer en sus capacidades, aumentar sus fortalezas y trabajar para dejar atrás sus debilidades.
Es una etapa muy gratificante cuando vas guiándolos y se van viendo los resultados con el paso del tiempo. Hay que trabajar con mucha tranquilidad y paciencia, no apurar los procesos y dejar que los aprendizajes vayan dando frutos en los niños (as) en formación.
Otro de tus ámbitos de desarrollo es como “profesor” de educación física y nos gustaría saber ¿Qué contribuciones puede lograr el balonmano en niños (as) y jóvenes cuando se enseña en clase de educación física?
GR: Primero pienso que debiese ser norma en los colegios que los profesores de educación física debieran dar cobertura todos los contenidos curriculares y por sobre todo el balonmano (lo cual no siempre es así). En cuanto a las contribuciones podría mencionar que mejora las habilidades motoras básicas como el correr, saltar y lanzar (que son inherentes al balonmano), la sociabilización con los pares, la capacidad de resolver problemas con estrategias y algo muy importante aprender a manejar la frustración.
Gerardo el educador
¿Qué diferencia haces cuando enseñas el balonmano en educación física que cuando entrenas niños en tu club?
GR: La verdad no debiésemos hacer diferencias en cuanto a la estructura de la enseñanza ni los contenidos que se deben cubrir según las edades. Pero topamos con muchas dificultades al momento de realizarlas, por ejemplo, el lograr que todos los alumnos se interesen por este deporte. Esto no sucede en el club puesto que todos van por que les gusta y quieren aprender más.
Otro punto importante es el tiempo de trabajo en la clase de educación física es reducido y poco periódico (entre 45 y 90 minutos una vez por semana). En cambio, en el club el tiempo de sesión es de 90 minutos con dos a tres veces a la semana, lo que permite avanzar mucho más rápido con el aprendizajes del deporte. En relación a los materiales también tenemos mucha diferencia, ya que no todos los colegios cuentan con la implementación necesaria para realizar el deporte, cosa que en los clubes está mucho mejor logrado.
¿Qué tipo de adecuaciones pueden hacerse al balonmano para hacerlo más atractivo entre niños (as) y jóvenes cuando se enseña en la clase de educación física?
GR: Primero poder tener demarcada la cancha de balonmano o su similar adaptándonos al entorno. Además, tener más horas en las clases de educación física (dos veces a la semana) para poder tener una continuidad mayor. Otro punto importante es llevar la práctica del balonmano a través de muchos juegos predeportivos, mostrarles que todos pueden convertir goles y no hacerlo tan reglado para que no se frustren rápidamente. Lo anterior acompañado de un material fácil de manipular y que no sea tan duro ni peligroso para los alumnos, además de generar encuentros deportivos entre el alumnado para generar el acercamiento de todos al deporte.
El experto Gerardo Reyes
Siguiendo con la conversación nos gustaría llevarte a tu experiencia en “mundiales” de la especialidad, por lo que te pedimos nos cuentes ¿Qué momentos podrías mencionar como imborrables de esa experiencia?
GR: Un momento especial fue al clasificar por primera vez a un mundial con el equipo absoluto, ganado en cancha contra Cuba y ganando pasajes para Suecia. Otro momento muy significativo fue estar en el partido inaugural en el Mundial de Suecia frente al dueño de casa con más de 12 mil personas en el estadio. Y por último, tener la oportunidad de poder visualizar un balonmano distinto, rápido, fuerte, inteligente y muchas veces simple y bien hecho.
¿Qué jugador tuviste la oportunidad de ver jugar en vivo y que crees te ha dejado maravillado?
GR: Uno de los que tuve la oportunidad de ver y me sorprendió con la fuerza y ganas que juega este deporte (más aun venía de ser el mejor jugador del mundo) fue Nikola Karabatic, un jugador completo ya que defendía, atacaba y además jugaba la mayor cantidad de minutos de su selección. Otro fue Ivano Balic (un mágico del balonmano) también uno de los mejores del planeta, inteligente, aguerrido, mágico en sus pases y lanzamientos, un jugador que se veía que disfrutaba de lo que estaba haciendo.
¿Qué aspectos podrías rescatar como aprendizaje profesional luego de haber tenido la oportunidad de presenciar torneos mundiales de balonmano?
GR: Lo que más rescato como aprendizaje es que debemos trabajar mucho en la técnica individual de los jugadores, es algo fundamental para el crecimiento del jugador y para el posterior trabajo en equipo. Además de estructurar las tareas de entrenamiento en forma sencilla y clara, para que los jugadores ganen más confianza al momento de tomar mejores decisiones en el juego a la hora de resolver los problemas.
Gerardo, simplemente Gerardo
Ya al cierre de nuestra conversación y llevándote a un plano mas “personal” nos gustaría poder pedirte alguna reflexión relacionada a: ¿Qué aprendizaje te ha dejado el balonmano para la vida en lo personal y lo familiar?
GR: En lo personal me ha dado la oportunidad de poder desarrollarme como profesional de este deporte, tanto como entrenador y profesor, y poder entregar todo el conocimiento adquirido por los años a nuevas generaciones.
Otra cosa importante es saber que uno nunca deja de aprender y que todo va cambiando tan rápido que debemos siempre estar actualizándonos, pero siempre debemos poner nuestro sello en cómo queremos entregar nuestro trabajo. Que el copiar y replicar lo que otros hacen no nos garantiza el éxito que queremos a corto plazo. En lo familiar, el aprendizaje que me ha dejado es que sin su apoyo no podría haber estado ni hecho todo lo que me propuse, pero tengo que decir que el costo también fue alto al tener que dejar sola por mucho tiempo a la familia.
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