Cuelga las botas un jugador irrepetible. Cuelgas las botas el paradigma del apertura. Dan Carter, The perfect 10 dice adiós.
Como todo neozelandés que se precie empezó su contacto con el rugby a muy temprana edad. A la edad de 5 años ingresó en Southbridge Rugby, el club a que da nombre a su ciudad natal en South Island (Nueva Zelanda). Carter paso allí su primera etapa en el mundo oval jugando de medio de melé. En su último año de su educación superior llegaría el punto de inflexión de su vida deportiva ingresando en el club de Christchurch Boys’ High School abriéndosele las puertas del rugby kiwi al máximo nivel.
Crusaders, el mejor Dan Carter
Crusaders fue el club donde alcanzó la madurez plena como jugador llegando hasta los 1708 puntos en 141 partidos antes de empezar su aventura europea en Perpiñán y Racing 92; para que a posteriori, el tiempo y las lesiones iniciaran su proceso de retirada en Japón. Debutó con All Blacks a los 21 años contra País de Gales marcando 21 puntos en ese partido. Muchos lo recordarán por la hazaña en Wellington contra British Lions en 2005 donde hizo 33 puntos de los 48 marcados por Nueva Zelanda. La prensa inglesa se deshizo en halagos con Carter.
Pero Dan Carter es más que estadísticas, es más que ensayos, transformaciones, drops entre los tres palos y partidos. Cuando el rugby entraba tímido en su profesionalización apareció Jonah Lomu mostrando que una etapa nueva empezaba por mucho que algunos no quisieran. Y en esa semifinal en el mundial de Sudáfrica contra Inglaterra a más de uno en Twickenham se le atragantó el té y se le cayó el monóculo al suelo, no por ver ya a semejante jugador llevándose por delante a su selección; sino porque ante sus ojos se desvanecía una manera de entender el rugby, esto ocurrido era la confirmación de que el amateurismo llegó a su ocaso. Dan Carter es la culminación de rugby profesional hecha jugador.
Estrella en un deporte sin estrellas
El rugby en su máxima, es el deporte de equipo por excelencia donde ser jugador estrella se hace aún más complicado, porque parece que rompe uno de los principios más fundamentales de esta disciplina. Sin embargo, Carter no solo fue un jugador referente, fue un jugador que cambió la concepción de este deporte. Su talento marca una época dejando un palmarés deslumbrante.
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