Muchas personas se preguntan cómo puede gustar tanto un deporte según ellas tan aburrido como el tenis. Innumerables veces he escuchado que un partido de este deporte no tiene emoción o que todo el rato es lo mismo: golpear la pelota de un lado al otro y que el espectador termina tan “mareado” como la pelota siguiendo el juego.
Evidentemente, no a todo el mundo le gusta lo mismo, pero seguro que hay gente que opina de este modo que nunca ha visto un partido de tenis o ninguno muy emocionante. Como en todos los deportes, hay encuentros más apasionantes que otros ya sea por la competición o por el modo de juego de los deportistas. Pero a pesar de eso, este deporte consigue que no puedas desengancharte de cada punto, de cada set, de cada partido.
Otro aspecto importante son los jugadores. Los que despiertan masas y pasiones. Gracias a grandes tenistas como Rafa Nadal, Garbiñe Muguruza, Carla Suárez, Roger Federer, Novak Djokovic o Serena Williams, el tenis es uno de mis deportes favoritos.
Desde pequeña me ha gustado el tenis, pero hubo un partido que supuso un punto de inflexión e hizo que este deporte me apasionara y me enamorara.
El encuentro que lo cambió todo
13 de julio de 2018. Apenas pasan 8 minutos de las nueve de la noche hora española. Acaba de empezar uno de los mejores duelos que se podía (y puede) vivir en el tenis masculino: Rafa Nadal contra Novak Djokovic. Para situar el encuentro, se trata de la segunda semifinal masculina de Wimbledon, uno de los cuatro Grand Slam.
Fue un partido precioso e intenso, con los nervios a flor de piel en cada punto desde el primero de ellos. Los dos tenistas jugaron a un nivel muy alto, dejándose la piel en cada golpe, y por eso, el choque estuvo muy igualado; se jugaron los 5 sets con un tie break incluido en más de 5 horas de juego.
A pocos minutos de las 23.00 hora española, con un set para cada deportista, empezó a jugarse el tercero. Este terminaría en poder de Djokovic después de una “muerte súbita” de 20 juegos. En ese momento, al haber alcanzado el límite horario del All England Lawn Tennis and Croquet Club (las 23.00 h en Londres y una hora más tarde en la Península), el partido quedó aplazado hasta el día siguiente. Consecuentemente aumentó la tensión y los nervios por conocer el desenlace del encuentro.
El día 14, pasados 10 minutos de las 14.00 h, se reanudaba el choque con 2 sets para el serbio y otro para el manacorense. El cuarto set fue para Nadal, de modo que se debía jugar el quinto y último set para saber el ganador del partido. El encuentro terminó a las cuatro y media (hora peninsular) con victoria para Djokovic tras superar a Nadal por 10 juegos a 8 en el último set que se jugó durante hora y media.
Aún recuerdo los nervios que pasé frente al televisor, sobre todo en los últimos minutos. Una situación que seguro compartieron otros amantes del tenis. Fuese quien fuese el favorito de la gente, no puede negarse lo espectacular que fue ese encuentro; con posibilidades para ambos hasta el final.
Y como este, hay muchos otros partidos que hacen que te enamores de este deporte y vivas cada uno de ellos con gran intensidad, hasta quedarte sin voz o sin uñas.
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Fuente de la información del partido: 20 minutos
Fuente de la imagen: Infobae (Reuters)
