UFC

La revancha de Poirier sobre McGregor

UFC 257 ofreció el resarcimiento de Dustin Poirier y, pese a perder, Conor McGregor sigue siendo lo que es: la estrella más grande de la promotora. La velada llegó a vender 1.6 millones de PPV, la segunda mayor cantidad de la promoción.

El primer encuentro

Era 2014, se realizaba UFC 178 en Las Vegas y dos peleadores cruzaron miradas en los bastidores del estadio MGM Garden. Dustin Poirier se preparaba para salir hacia el octágono cuando Conor McGregor lo vio, le ofreció una sonrisa y lo señaló con la mano. A Poirier le entró una desesperación y le fastidió la cabeza saber que ambos estaban a punto de salir a pelear y ese “tipo estaba ahí sonriéndome”. El irlandés dijo en la conferencia previa que acabaría con su rival en el primer asalto, y así lo hizo, McGregor venció a Poirier antes de los dos minutos del primer episodio.

“No solo los elimino, elijo la ronda. Lo que los otros pesos pluma no entienden es que es un juego completamente diferente cuando los golpeo”, dijo Conor a los medios.

FOTO: GETTY

“Recuerdo haber querido pelear con él en el pesaje”, dijo Dustin a ESPN. El ambiente de ese enfrentamiento fue gigante. El americano tenía a Conor en la cabeza. “Sentí que todos querían que ganara”, dice Poirier. “UFC quería que ganara. Los medios querían a esta nueva estrella. Sentí que era una trampa, ¿sabes? Sentí que los fanáticos de la multitud estaban allí para verme perder”.

“Fue horrible”, dice la esposa de Dustin, Julie. “Fue difícil estar allí. Solo la multitud, la energía, fue aterrador. Fue difícil verlo pasar por eso”.

La conferencia prensa posterior fue una continuación del show de McGregor. El futuro campeón de peso ligero confirmó sus intenciones de tomar el cinturón de peso pluma.  El impacto de Conor en los medios y aficionados fue tal que solo se hizo una pregunta a los dos peleadores de la tarjeta principal de UFC 178: el campeón de peso mosca Demetrious Johnson y el retador Chris Cariaso.

¿Qué les dejó?

Conor McGregor tomó un gran impulsó desde aquella victoria. Consiguió unificar el cinturón de peso pluma y posteriormente el de las 155 libras: se convirtió en el primer campeón de dos divisiones en simultáneo en la historia de la franquicia. Luego, subió a wélter para tener dos peleas con Nate Díaz, fue sometido en la primera y ganó la segunda.

La estrella McGregor creció aún más desde su victoria sobre Díaz, logró debutar en el boxeo y sacó del retiro a Floyd Mayweather en 2017. Aquel combate generó 600 millones de dólares, pero el irlandés cayó por TKO en el décimo episodio. Alcanzó ser retador al cinturón contra el aún campeón Khabib Nurmagomedov, en 2018. Sin embargo, fue sometido en el cuarto asalto. McGregor tuvo que retomar su nombre en la promoción y superó a Donald Cerrone a inicios de 2020, lo venció en menos de 40 segundos.

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Para Poirier, aquella primera caída también fue un impulso, ganó 11 de sus siguientes 14 peleas, 7 de sus triunfos fueron bonificaciones a mejor pelea de la noche. Poirier evolucionó como peleador. Subió a la división ligera y le vino mejor: llegó a ser campeón interino. “Creo que mudarse al 155 lo hizo mucho más resistente, le dio más entusiasmo por estar en el campamento en lugar de tener que preocuparse todo el tiempo por su peso”, dijo George Lockhart, ex nutricionista de Dustin.

Tuvo una derrota en su camino para devolverle el KO a McGregor, fue sometido por Khabib Nurmagomedov en UFC 242. Una derrota que le hizo sentir que había decepcionado a todos porque su carrera lo había llevado hasta ese momento. Perdió la oportunidad de unificar el cinturón, pero aprendió a reponerse de dicha derrota. Rápidamente volvió a tomar ritmo y en una de las mejores peleas del 2020 venció a Dan Hooker por decisión unánime.

“La pelea con Hooker demostró que todavía es una fuerza a tener en cuenta dentro de esa jaula”, dijo Phil Daru, entrenador de fuerza y ​​acondicionamiento de Poirier.

“Ya no me importa lo que piensen los demás”, dijo el ex campeón interino en la conferencia previa a UFC 257. “Solía ​​preocuparme demasiado. No me importa eso es una prepotencia, sin dar un [insulto]”.

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¿Qué generan?

Al Iaquinta, ex retador al cinturón ligero, decía, apenas se confirmó la segunda pelea en octubre, que Poirier iba a caer de nuevo en el “Talk Show” del irlandés, que “no tengo ninguna duda de que Dustin está perdiendo esa pelea. Ya está [concedido] en todo. Él dice, ‘Gracias por la pelea. Pelearemos en Irlanda o donde sea, y gracias, lucharemos por la caridad'”.

A primera impresión, es normal pensar que Conor lo haría de nuevo. Es más, McGregor tiene tanto impacto que logra PPV (pagos por evento) millonarios: su enfrentamiento con Nurmagomedov en 2018 generó 2.4 millones de PPV, el más alto en la historia de la franquicia. Sin embargo, para Conor, el tener una irregularidad en el ritmo de peleas le pasó factura. Simplificando, y sin ser campeón, ha subido a la lona 3 veces en los últimos 4 años. De hecho, si tomamos en cuenta cuántas veces pelea el campeón pesado de la compañía, Stipe Miocic, no hay mucho contraste con el registro de McGregor. El croata ha intentado defender su cinturón 3 veces desde 2018.

El combate

Poirier demostró su superioridad en el octágono el pasado sábado. Demostró su evolución como artista marcial. Pero tuvo que remontar para lograr la victoria.  El primer episodio tuvo una estrategia, como bien dijo él, “mixta, fue boxear, patear y el wrestling [Lucha]”. Poirier derribó a McGregor en el primer round, no logró someter y no pasó mucho en el trabajo de piso. Apenas se levantaron, McGregor comenzó a ubicarse en el centro del octágono, inició con su “timming” y conectó varios golpes al rostro de su rival. Ganó claramente el primer episodio.

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El segundo asalto comenzó de forma similar al primero, pero Poirier inició su propia pelea. Dustin logró salir de la reja y comenzó a golpear a la guardia de Conor, parecía que Dustin pegaba más fuerte que McGregor. Poco a poco se abrieron los espacios para Dustin hasta que logró golpear al rostro de Conor tan fuerte que Herb Dean, el réferi, detuvo la pelea antes de los 3 minutos.

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Durante el combate, Poirier tuvo momentos clave para conseguir su segunda victoria consecutiva. Las 18 low kicks (patadas bajas) que conectó las piernas de McGregor fueron importantes para dominar la pelea desde el Muay thai. Mientras trascurría el segundo episodio, McGregor notó y sintió los low kicks. Luego de recibir alguna de ellas, escuchó a Thiago Alves, parte de la esquina de Poirier, decir que fue “una buena patada” y se dijo a sí mismo “Bastardo, esa fue una buena, y luego comenzaron a acumularse”. Fueron tan duras que luego de hablar a los medios, McGregor salió del estadio con un bastón y cojeando.

En las pequeñas entrevistas que se realizan en el octágono luego de terminar los combates, McGregor que, a diferencia de la primera pelea, donde dominó el ambiente, le dijo muy calmado a John Anik que “necesito actividad, chicos. No se sale con la suya estando inactivo en este negocio, y así es. Me llevaré lamidas. Estoy destrozado, para ser honesto “. Poirier, al igual que Conor, fue calmado: “Estoy feliz. Me puse a trabajar. En primer lugar, quiero decir que Conor se tomó este resultado de manera muy profesional, es un profesional, nada más que respeto, estamos 1-1, tal vez tengamos que hacerlo de nuevo”.

“Siento que este Conor tenía otra aura, no sé cómo explicarlo, pero se sentía como si su presencia fuera menor”, dijo Dustin a los medios.

¿Qué sigue para Poirier?

Está claro que luego de esta victoria el ´diamante´ espera en solitario un rival para definir al campeón liviano de UFC, si es que Khabib Nurmagomedov -actual dueño del cinturón- decide no regresar a pelear, se retiró de las MMA luego de vencer a Justin Gaethje en UFC 254. Dustin se ha ganado la oportunidad de coronarse dueño de la división o, si es que el ruso retoma su carrera, buscar una revancha con el daguestaní.

Ahora mismo, se lanzan muchos nombres para el siguiente oponente de Poirier. Pero aún todo es inseguro, es una categoría cambiante y que tiene una evolución para un buen rato. Está el nombre de Charles Oliveira, el brasileño acumuló, luego de vencer a Tony Ferguson en UFC 256, su octava victoria consecutiva. Como bien dijo Dustin, “Charles sería el siguiente en su fila a comparación de Justin Gaethje porque este tuvo su oportunidad de cinturón y perdió”.

Por otro lado, un combate con Nate Díaz se ha hablado demasiado. Cabe aclarar que ambos campamentos se iban a enfrentar en UFC 230, pero Dustin tuvo una lesión y la pelea se reservó. “Tengo ganas de patearle el trasero a Nate”, dijo Dustin en conferencia, apenas salió su declaración, Díaz publicó en Twitter que “ya está entrenando para esa pelea”.

Otro posible camino para Poirier sería una trilogía con Conor McGregor, ambos campamentos están dispuestos a realizar una tercera pelea. Es más, luego del combate estelar, ambos acordaron “volverlo a hacer” y de la misma forma en la conferencia posterior. Sin embargo, la situación del irlandés está ahora lejana de un tercer encuentro con Poirier. Es obvio que debe ganárselo.

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