Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, será la ciudad con el privilegio, y la gran responsabilidad, de dar inicio a la temporada 2021 de la WTA. Por décadas, la región de Oceanía, y recientemente, la ciudad china de Shenzhen, tuvieron dicho honor, pero las severas y efectivas medidas que los líderes de los países de la zona tomaron para evitar la expansión del covid-19, provocaron que la fecha del Abierto de Australia fuera retrasada. Esto a su vez, obligó a repensar el calendario de los primeros meses del circuito femenino.
En esta impresionante ciudad del Oriente Medio, se celebrará el primer WTA 500 del año, el cual contará con cuatro jugadoras del “top 10”. Todas ellas, tratarán de convertirse en las favoritas de cara al primer torneo grande que se disputará en Melbourne dentro de unas semanas. La máxima sembrada es la campeona defensora del Abierto de Australia, Sofia Kenin. La estadounidense, quien fue reconocida como la jugadora del año por la WTA, iniciará su paso en el torneo ante una jugadora que saldrá de la fase clasificatoria. De vencer a esa jugadora, cuyo nombre aún desconocemos, enfrentará a la ganadora del partido entre la belga Kirsten Flipkens y la alemana Laura Siegemund. El primer reto de la también finalista del Roland Garros parecería ser la kazaka y decimotercera sembrada, Yulia Putinsteva, a quien nunca ha enfrentado. Si logra superar esta prueba, debería esperarle en los cuartos de finales, Garbiñe Muguruza, con quien disputó la final del pasado Abierto de Australia. La griega Maria Sakkari, podría ser otra posible rival en esta etapa. En las semifinales tiene proyectado enfrentarse a la tercera sembrada Aryna Sabalenka, quien a pesar de la interrupción de la temporada 2020, puede decir con certeza, que tuvo un buen año al coronarse campeona en tres ocasiones, dos de ellas al finalizar la temporada en Ostrava y en Linz. En la final, su rival debería ser la segunda sembrada Elina Svitolina.
Sin embargo, no preveo que esa final ocurra. La ucraniana no terminó la temporada pasada con buenas sensaciones, a pesar de haber ganado en Estrasburgo, justo antes del inicio del Abierto de Francia. Luego de ese triunfo, tuvo una dolorosa derrota ante Nadia Podoroska en el Roland Garros, y concluyó el año con otro revés ante Sakkari en Ostrava. Es difícil saber cómo está su tenis en estos momentos. Pero una vez pise la cancha y se enfrente a la estadounidense Jessica Pegula, tendremos una idea. Si lograra superar este primer reto, la ex semifinalista de Wimbledon y el US Open, se enfrentará a la ganadora del encuentro entre la veterana Vera Zvonareva y la francesa Fiona Ferro. En la tercera ronda, tendría una dura prueba ante la rusa Ekaterina Alexandrova. Para su tranquilidad, pudo superarla en la tercera ronda del pasado Roland Garros. Habrá que ver si esa victoria en la lentísima arcilla del París otoñal, se traduce igualmente en una cancha dura. Si lo lograra, debería toparse con Elise Mertens en los cuartos de finales, quien tuvo buenos resultados a partir de agosto, cuando el tenis volvió luego de las cancelaciones provocadas por la pandemia. Su partido de semifinales debería ser ante la segunda sembrada Karolina Pliskova. La espigada checa llegó al Oriente Medio de la mano de un nuevo coach, Sascha Bajin, quien por muchos años fue parte del equipo de Serena Williams, y ayudó a llevar al estrellato a Naomi Osaka. Sin duda, es un cuadro complicado para Svitolina.
Pase lo que pase, quien se corone campeona de este primer torneo, llegará a Australia con su confianza por todo lo alto. No es un simple torneo preparatorio. Es el torneo que inicia la temporada, y es una oportunidad de llevar un mensaje al resto de la competencia. Veremos cómo se desarrolla.
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Fuente de la foto principal: @WTA
