El año 2020 será recordado por Sofia Kenin (22 años) como el de su confirmación como gran figura del tenis femenino. Pocas jugadoras pueden presumir de haber recibido el premio a mejor tenista del año. Ese es el reconocimiento de la WTA a esta joven tenista americana de origen ruso que ha acabado el año como número 4 del mundo, el mejor ranking en su corta carrera.
A Kenin no se le puede negar una gran regularidad de resultados durante toda la temporada. Y eso que no empezó bien el año en la gira australiana con derrota ante Naomi Osaka en los octavos de final del torneo de Brisbane. Y derrota en Adelaida en la misma ronda ante su compatriota Danielle Collins.
Se presentaba con ciertas dudas al primer grande del año. Pero acabó con todas ellas con dos semanas de gran juego y victorias de mucho mérito ante tenistas de gran nivel como C. Gauff y A. Barty. Logró alcanzar la final del Open de Australia y ganó en tres sets a la española Garbiñe Muguruza. De esa forma alcanzaba su primer trofeo de Grand Slam y entraba en la historia del circuito femenino.
A ese triunfo en el Open de Australia le siguió un par de derrotas inesperadas. La gira asiática no empezó muy bien ya que se tuvo que despedir en primera ronda en Dubai y en Doha. Eso sí, antes del parón por la pandemia alcanzó la victoria en el torneo de Lyon.
La vuelta a la competición se produjo en Cincinnati donde perdió en primera ronda ante la francesa A. Cornet. No fue un buen presagio de cara al US Open. A pesar de jugarse en casa no pudo pasar de octavos de final donde fue eliminada por la tenista belga Elise Mertens sin muchas dificultades en dos sets.
La temporada de tierra arrancó en el torneo de Roma con un resultado de esos que hacen mucho daño con una derrota aplastante ante Victoria Azarenka por un doble 6-0. Esa derrota humillante le sirvió de estímulo a Kenin porque días más tarde logró alcanzar la final del torneo de Roland Garros y sólo una inspirada joven polaca Iga Swiatek le impidió alcanzar su segundo Grand Slam de la temporada y de su carrera.
Este año 2021 debe ser el de su confirmación como futura número uno del ranking mundial. Por tenis y carácter competitivo no será. Será un año atípico donde deberá refrendar todo lo bueno mostrado en los Grand Slams disputados en esta temporada marcada por la pandemia. El presente y futuro es suyo.
Fotos vía: twitter.com/WTA
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