Se complica la situación de los Seattle Seahawks, a falta de 4 semanas y sus dos enfrentamientos divisionales más difíciles.
No es fácil ser aficionado de los Halcones Marinos…
Cuando todo parecía una “tarde soleada” para terminar la temporada regular, teniendo enfrente a 2 rivales de la división más débil de la NFL, la NFC Este (NY Giants y Washington), recibir a los NY Jets y a los LA Rams y cerrar enfrentando a unos inconsistentes SF 49ers, se dieron un balazo en el pie, al perder en casa, sí, en casa, contra los NY Giants y un mariscal de campo que tenía más de 6 temporadas sin ganar un solo partido de NFL. Me refiero a Colt McCoy. Y es que, después de irse al descanso sin puntos en contra y con un raro marcador de 5-0 (pudiendo ser 10-0, si es que hubieran recuperado la patada bloqueada en la zona de anotación del visitante) al cabo de dos cuartos, recibieron 14 puntos sin respuesta, otorgaron el balón en dos ocasiones y solamente fueron capaces de anotar 1 TD, en una combinación entre Russell Wilson y Chris Carson.
Los reyes de las casualidades
Los Seahawks nunca tienen un partido “normal”. Es muy raro que dominen claramente a sus rivales o que se les vea rendirse, aún perdiendo en el 4Q por más de dos posesiones. Lo que también es raro, es ver a Wilson tan incómodo entre sus tackles, tomando decisiones equivocadas, aceptando capturas o entregando el balón con tanta facilidad. Podríamos pensar también que la elección de jugadas de su Coordinador Ofensivo Brian Schottenheimer, quien desde el inicio de esta temporada realiza el llamado de jugadas desde los palcos y no en el “sideline” como es la costumbre, ha sido irregular y le ha faltado “punch”, que sí lo habían tenido en las primeras semanas, cuando el (cada vez más lejano) candidato a MVP había logrado, en promedio, 4 pases de anotación por partido y este equipo era balanceado desde la Ofensiva, ya que la Defensiva permitía en promedio +30 pts por partido, pero siempre encontraban la forma de anotar más que rival, incluso ganando en la última serie.
Sin opciones ofensivas
Otra hipótesis es que las constantes lesiones en la línea ofensiva y sus corredores, ha limitado la creatividad, porque se han vuelto más predecibles y sus rivales identifican con mayor facilidad el diseño de cada serie.
No hay duda alguna de que Wilson, a quien se le ha visto con demasiadas actividades extra-cancha durante la semana, es uno de los mejores QB de la liga, incluso, a mi gusto, el mejor pasador profundo, por su precisión y timing, con las armas disponibles en ofensiva, pero se ha vuelto evidente su necesidad por mejorar sus lecturas “pre-snap” y ajustar la protección en terceras oportunidades, que es cuando más veces es capturado.
Esperanza en los recuperados
Posiblemente con la re-incorporación del WR Josh Gordon mejoren sus armas ofensivas. Gordon podrá empezar entrenamientos y juntas a partir de la próxima semana y será elegible a partir de la semana 16, cuando enfrentarán a su competidor más cercano en la NFC Oeste, los Rams, y con quien ya se vio una química interesante en unos cuantos partidos de la temporada pasada. También estarán recuperando al RB Rashaad Penny, que tuvo grandes aportaciones por tierra el año anterior. Él se sumará a los entrenamientos a partir del próximo miércoles.
Por suerte, su defensiva ha mejorado mucho en los últimos dos juegos, lo cual incrementa el tiempo de posesión en ofensiva, para hacer lo mejor que tiene este equipo, que es darle el balón a Russell Wilson.
Estaremos pendientes este fin de semana, que estarán enfrentando unos lastimados NY Jets, que desde hoy no cuentan con su Coordinador Defensivo Gregg Williams, quien fue cesado después de regalar el juego a los Raiders en la última serie, con solo 5 segundos en el reloj…
@kiquinvallejos
