Año tras año, desde donde ya no alcanza la memoria, el vacío que dejaba en el buen aficionado el final de la temporada al aire libre, era cubierto por la emoción que suponía la llegada del campo a través. Se iniciaba la temporada invernal y continuaba la emoción con el cross y la pista cubierta.
Desde muy jovencito allá por principio de los años 80 del ya pasado siglo, domingo tras domingo a media mañana corría para monopolizar la TV y poder ver desfilar una galería de héroes cubiertos de barro, desde Venta de Baños a Lasarte. Disfrutaba viendo luchar por la victoria al gran
José Luis González, el entrañable Antonio Prieto “el Taca”, Jorge García, Constantino Esparcia, Adsuara, Llorente, Cándido Alario, o Pérez Cuesta que con la cabeza bien alta se enfrentaban a las grandes estrellas africanas del momento, como los etiopes Debele, Kedir o Tura; los keniatas Jipkoech o Masai; el tunecino Chouri, y europeas, como los portugueses hermanos Castro, Domingo y Dionisios; el francés Levisse, u Orthinann, de la antigua RFA. Los domingos sin campo a través no eran domingos.
Un ambiente mágico
El ambiente y la magia de las pruebas de cross es algo especial y es algo que se puede respirar. Quién haya competido en este tipo de pruebas, como es mi caso, me entiende perfectamente, y si lo has vivido de primera mano, esa sensación mágica dura toda la vida. El ritual se repetía prueba tras prueba. Llegada en autobús con el equipo al circuito, reconocimiento del recorrido para elegir la medida de los clavos que vas a utilizar, memorizar cada curva, cada cuesta y cada tramo de barro, y hecho esto, acreditarse y recoger el dorsal. El nerviosismo se hace patente y va creciendo paulatinamente en el calentamiento, llegando a su nivel más alto en el momento de la salida. La concentración, la sequedad en la boca y la mirada fija al frente te hace olvidar el frío y la lluvia, y solo esperas oír el pistoletazo de salida.
Un invierno triste sin cross
Los atletas no tendrán esa mágica sensación está temporada. Por desgracia este 2020/21 va a ser una temporada invernal gris y triste, haciéndonos sentir como si nos faltará algo, y es así, no vamos a poder ver el mejor circuito de cross del mundo, ese que debería haberse iniciado a principios del mes de noviembre con el Cross de San Sebastián.
La crisis sanitaria está asolando todo el mundo, provocando la suspensión de prácticamente todas las grandes citas del campo a través, como el considerado mejor cross del mundo, el Cross de Atapuerca que no se disputará después de diecisiete años ininterrumpidos de buen hacer. A día de hoy, junto a Atapuerca se ha cancelado también el Cross de Soria, el de Alcobendas, el de Torredonjimeno y el ya mencionado de San Sebastián. Puede que se salve del desastre el Cross Juan Muguerza de Elgoibar, que programado para el próximo 24 de enero, se decidirá su continuación este mes de diciembre. De celebrarse solo habría la categoría junior y senior en detrimento de las categorías inferiores.
Últimas cancelaciones
Recientemente el 28 de octubre, el Ayuntamiento de Venta de Baños hacia público lo que ya era un secreto a voces. La suspensión de su fiel prueba de campo a través que debería celebrarse en diciembre era suspendida, uniéndose así a las anteriores cancelaciones.
Lo mismo ocurría con la que sería la 39 edición del Cross de Itálica, que tenía previsto disputarse en enero de 2021 y que ya busca fecha para la edición del próximo año. De esta forma Itálica se une al resto de grandes crosses españoles que forman parte del circuito de World Athletics, con la ya mencionada duda de Elgoibar.
Por tanto va ser una triste temporada invernal, un otoño sin barro, pero nos consuela saber que esto es algo temporal y el atletismo puede con todo, por algo es el deporte rey.
