Cuando el número uno del mundo de una disciplina deportiva juega como tal se convierte en el máximo favorito a ganar el título que sea. Y ese es el caso del golfista norteamericano Dustin Johnson en esta edición del Masters de Augusta. Se sabía el mejor y jugó como tal. Era lo esperado y no defraudó con su juego en esta tercera jornada de competición. No hay nada sentenciado y menos en el golf pero este domingo de competición va a ser un todos contra Dustin Johnson.
Este sábado se esperaba una gran lucha con los tres primeros del mundo liderando la competición. Un hecho inédito en la historia de los majors. Pero la emoción duró poco por demérito de la mayoría de los rivales de Dustin Johnson (65). A diferencia del jueves y viernes los greens estaban mucho más rápidos y al número uno del ranking mundial le bastó con un arranque fabuloso con eagle, birdie y birdie en sus cuatro primeros hoyos para coger una ventaja que supo mantener a lo largo del recorrido. No le hizo falta mucho más para tener un ventaja relativamente cómoda para intentar ganar su segundo major. Muy firme de tee a green. Sólo se mostró algo irregular con los putts. De haber estado algo más inspirado nos habríamos quedado sin emoción para la última jornada.
Jon Rahm no tuvo su día
El resto de sus rivales se lo fueron poniendo fácil según avanzaba la jornada. Su compañero de partido, Jon Rahm (72), no tuvo su mejor día. Dustin Johnson no es Dechambeau (69) y esa presión la notó el golfista vasco que no podrá olvidar el desastre vivido en el hoyo 8, con un mal segundo golpe muy a la izquierda y remató con un tercer golpe que golpeó contra uno de los árboles y acabó en un doble bogey del que ya no se recuperó y le alejó de las posiciones de honor a siete golpes del líder. No le queda otra que salir al ataque el domingo. Es capaz de todo pero lo tiene muy complicado si Dustin Johnson no baja el nivel de juego.
Nos quedaremos con las actuaciones destacadas del golfista mexicano Abraham Ancer (69), del surcoreano Im (68), y del australiano Cameron Smith (69), en el grupo perseguidor a 4 golpes del líder. Otras grandes actuaciones fueron las del golfista norteamericano Dylan Frittelli (67), y del incombustible norirlandés Rory McIlroy (67). Su falta experiencia les puede pasar factura la jornada final a los cuatro perseguidores pero la ausencia de público también les ayudará a gestionar mejor esos nervios. Una de las mejores tarjetas de este sábado era la de Justin Thomas (71), número tres del mundo, pero dos bogies en el 12 y 14 (bola al agua) han manchado su tarjeta. Otro que saldrá a atacar el domingo sin tregua desde el hoyo 1.
Decepciones ilustres
El sábado no tuvieron un buen día jugadores ilustres como Phil Mickelson (79), que tuvo una jornada negra con el putt y se hundió. Con Dechambeau la decepción no es tanta porque ya sudó para pasar el corte y nunca estuvo en opciones de escalar posiciones. Unos problemas de salud parecen haberle pasado factura. De Tiger Woods (72) siempre se espera lo mejor y más después de lo visto el jueves. Pero le abandonó la magia del putt y dejó pasar muchas opciones de birdies. Justin Rose (76) y Rickie Fowler (75) fueron otras de las sonadas decepciones.
El otro español, Rafael Cabrera (74), aunque no ha tenido un buen año pasó el corte pero no tuvo una jornada muy acertada en los greens. Y mención aparte merece el golfista alemán Bernhard Langer (73), que se convirtió en el jugador de más edad (63 años) en pasar el corte del Masters de Augusta. No hay nada decidido y este domingo promete emociones fuertes. Es golf y todo puede pasar.
Foto vía: twitter.com/GolfChannelLA
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